Salud | Vladimir Huber https://www.vladhuber.cl Sistema Huber Tue, 30 Jul 2019 13:01:33 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.9.9 Ciencia tradicional, ciencia actual – El Mercurio de Santiago https://www.vladhuber.cl/ciencia-tradicional-ciencia-actual/ Sat, 06 Apr 2019 21:24:24 +0000 http://cyfdesign.cl/vladhuber/?p=2774 El avance en el mundo de la computación ha acelerado los cambios científicos, ya que hace unas décadas eran necesarios varios meses para completar ciertos cálculos, los que ahora sólo toman unos minutos. Con esto, se acorta el tiempo en que se completa el proyecto que el científico esté realizando, lo cual redunda en un desarrollo científico a tal punto, que acelera el proceso de evolución de todas las demás áreas de la vida.

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El Mercurio de Santiago, Siglo Veintiuno

Ciencia Tradicional, Ciencia Actual

Vladimir Huber, 18 de enero, 2001

El avance en el mundo de la computación ha acelerado los cambios científicos, ya que hace unas décadas eran necesarios varios meses para completar ciertos cálculos, los que ahora sólo toman unos minutos. Con esto, se acorta el tiempo en que se completa el proyecto que el científico esté realizando, lo cual redunda en un desarrollo científico a tal punto, que acelera el proceso de evolución de todas las demás áreas de la vida. Pese a lo positivo de este avance, los humanos no siempre nos ponemos al día con lo que la ciencia nos está entregando

Se produce una evolución científico-tecnológica, sin que ocurra lo mismo en nuestra forma de pensar, sentir, y actuar. Esto lo comprobamos todos los días al ver las noticias en televisión, cuando toda la información transmitida por aparatos que denotan el avance tecnológico nos muestran exactamente lo opuesto en el comportamiento humano relatado en estas noticias. Los avances en genética permitieron la clonación de la oveja Dolly en el Reino Unido, y ya se habla de realizarla en humanos. Me recuerda una película en que los científicos no sabían cómo controlar al monstruo que habían creado. ¿Es el destino de los adelantos científicos? ¿Podemos detener el avance científico-tecnológico? Es difícil lograrlo, especialmente con la globalización de la economía y la comunicación. La única alternativa es promover la evolución humana, con el fin de no sólo ponernos a la par de lo que la ciencia nos muestra, sino que para permitirnos usar la ciencia actual, sin quedarnos aferrados del enfoque tradicional debido a nuestro atraso en el desarrollo de los aspectos del ser humano: físico, mental, emocional, y espiritual.

La ciencia tradicional está basada en los principios de René Descartes, quien hizo sus descubrimientos en la primera mitad del siglo XVI, y en los principios de Isaac Newton, cuyo trabajo lo realizó a fines del siglo XVII y comienzos del XVIII. Sus pautas aún rigen el mundo científico, pese a los avances en este campo que han quedado marginados, como los descubrimientos de Heisenberg, Einstein, Bohr, y los demás físicos que revolucionaron esta ciencia a comienzos del siglo XX, y por ende, afectaron las leyes que rigen la biología, química, astronomía, geología y varias otras ciencias y disciplinas. Así y todo, casi un siglo después de la nueva física (llamada «cuántica») en las cátedras de física, Newton y Descartes siguen reinando. El atraso en la incorporación de los descubrimientos científicos se debe a que la evolución humana marcha a la retaguardia de la científica, lo que nos impide aceptar el avance científico cuando este nos muestra una nueva visión de la realidad, como ocurrió con la mecánica cuántica. De acuerdo al campo de la salud Ðen el cual me desempeño profesionalmenteÐ el ser humano sólo es un cuerpo, un ser sin pensamientos, emociones, ni espíritu. Es el enfoque newtoniano y cartesiano de la ciencia materialista y objetiva, el modelo tradicional, el que se contrapone al modelo actual.

Este enfoque que deja fuera tres cuartas partes de nuestro acontecer humano es el que se considera oficial, correcto, indiscutible, por lo tanto, un acto de fe ante el cual no podemos argumentar. Esto ha llevado a que un 70% de las enfermedades sean consideradas crónicas, por lo tanto, dolencias que el paciente debe aceptar con resignación que las tendrá por el resto de su vida, ya que el modelo materialista no tiene una solución para las mismas.

El modelo actual en medicina, en cambio, al considerar los cuatro aspectos de la persona está obteniendo resultados que supuestamente no se deberían lograr, de acuerdo a lo que hasta ahora se ha practicado con el modelo tradicional. Lo más interesante es que estos cambios los están obteniendo médicos dispuestos a trabajar con un modelo teórico actual para la aplicación del método científico. Es decir, los médicos que por una razón u otra han logrado una mayor evolución en su aspecto humano han logrado aceptar la nueva visión de la realidad que la ciencia actual nos muestra. Esto nos da esperanzas por un futuro en donde ese 70% de enfermedades crónicas se pueda reducir, produciendo bienestar en toda la comunidad humana.

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Psiconeuroinmunología: las interacciones entre el comportamiento, el sistema nervioso, y el sistema inmunológico https://www.vladhuber.cl/psiconeuroinmunologia-las-interacciones-entre-el-comportamiento-el-sistema-nervioso-y-el-sistema-inmunologico/ Sat, 06 Apr 2019 21:23:23 +0000 http://cyfdesign.cl/vladhuber/?p=2772 Hemos sabido por medio de la historia científica, que personas de varias profesiones han mencionado la relación entre el cuerpo, la mente, y las emociones, los que se afectan entre sí, y que para tener una salud completa, estos deben estar en armonía.

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Las interacciones entre el comportamiento,
el sistema nervioso, y el sistema inmunológico.

Psiconeuroinmunología

Vladimir Huber, M.A. Master’s en Psicología

Creador del Sistema Huber de Desarrollo y Sanación en los Cuatro Niveles
Universidad de Santa Mónica, California 1997

Resumen:
Hemos sabido por medio de la historia científica, que personas de varias profesiones han mencionado la relación entre el cuerpo, la mente, y las emociones, los que se afectan entre sí, y que para tener una salud completa, estos deben estar en armonía.
A medida que la investigación científica progresó, la atención que se le dio a esta relación aumentó tanto en alcance, como en profundidad. Hoy, miles de estudios científicos muestran la correlación entre el cuerpo, la mente, y las emociones. Estos son algunos de ellos.

Historia de la Psiconeuroinmunología
A medida que pasa el tiempo, la investigación científica se hace cada vez más sofisticada, pero fue hace más de tres siglos, en 1680, cuando el médico de Transilvania Papai Pariz Ferenc repitió lo que había dicho Aristóteles, y anunció el advenimiento de la psiconeuroinmunología al decir que, «Cuando las partes del cuerpo y sus humores no se encuentran en armonía, entonces la mente se desequilibra, produciendo melancolía, pero así mismo, una mente tranquila y feliz hace que el todo el cuerpo sea saludable».1 La ciencia moderna explica en detalle lo que este médico visionario dijo hace varios siglos.

Se ha establecido claramente que existe una relación entre el cuerpo y la mente, o dicho en términos más concretos, entre el sistema inmunológico y la psique, aunque esta relación, a medida que profundizamos nuestro conocimiento de la misma a través de estudios, ha ido cambiando, haciéndola más rica en contenido y amplia en su alcance. Roger Booth y Kevin Ashbridge recientemente dijeron, «Existe la necesidad de revalorizar y quizá redefinir los conceptos, símbolos, y lenguaje de la inmunología y la psicología de tal forma que se permita que las relaciones entre los procesos inmunológicos y psicológicos sean expresadas en términos de una perspectiva teleológica coherente. Para comprender las relaciones psicoinmunológicas, debemos estar dispuestos a modificar algunas de nuestras ideas preconcebidas acerca de la naturaleza de nuestro sistema inmunológico y de nuestra psique».2

La medicina psicosomática precontemporánea, que se remonta a finales de la década de 1930 y comienzos de la de 1940, se encontraba por delante de la inmunología precontemporánea. Uno de los pioneros fue Franz Alexander, quien a comienzos de la década de 1940 expresó que la patología psicosomática era el resultado de concomitantes fisiológicos de emociones conscientes o reprimidas.

Un enorme avance fue el realizado por Hans Selye, cuando expresó en la década de 1940 que el estrés («tensión» o «distrés») estaba interrumpiendo el balance fisiológico interno llamado homeostasis. Si la persona tiene una respuesta positiva o adaptacional a este estrés, entonces se transforma en crecimiento fisiológico («eustrés» o estrés bueno). Si la persona no responde positivamente, se transforma en un cambio de salud negativo. Por lo tanto, mientras mayor sea el estrés y más negativa sea la respuesta de la persona que experimenta el estrés, mayor es el daño a la salud.

La forma en que la gente lidia o se las arregla ante situaciones de estrés, se transformó en un importante factor en los estudios de la medicina de mente/cuerpo. Las personas competitivas, hostiles, que usualmente corren contra el tiempo son generalmente asociados a enfermedades de las arterias coronarias, y han sido llamadas patrón de lidiar «Tipo A». También, las personas con la enfermedad autoinmune artritis reumatoide mostraron una mayor docilidad, dificultad en expresar la ira, sensibilidad con la ira de los demás, tendencia conservadora, y autosacrificio, así como ser más ansiosas y deprimidas.3 En comparación, los hermanos de estas personas, que no tenían artritis reumatoide, tenían características de comportamiento más saludables.

La investigación realizada en psiconeuroinmunología ha avanzado enormemente en los últimos años, especialmente en la década de 1990, en varias instituciones de investigación médica de universidades. Este trabajo generalmente es realizado por médicos y psicólogos, una alianza inusual de antiguos competidores. Uno de los principales promotores en este campo fue Norman Cousins, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), pese a que nunca se graduó como médico. Recibió el único título honorario de doctor en medicina que haya dado la Universidad de Yale. Vio como su misión profesional sanar a la profesión médica, y eso fue lo que hizo al entrenar a estudiantes de medicina y médicos para que fueran más humanos, empáticos en la práctica de su profesión. Su tarea no fue fácil, pero fue enormemente elogiado por su trabajo.4

Casos en los que las emociones afectan la salud del cuerpo

Un caso importante de somatización, la que ocurre cuando el cuerpo expresa físicamente lo que no ha expresado emocionalmente, es cuando las mujeres reprimen su ira debido a su condicionamiento social. Esta somatización puede resultar en una gran variedad de alteraciones a la salud física, como migrañas (jaquecas crónicas), dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, obesidad, abuso de substancias (alcohol y drogas), problemas coronarios, y otros. Con respecto a los sentimientos, puede producir una baja en la autoestima (amor propio), así como depresión, menosprecio de sí mismo, duda de sí mismo, pérdida del poder como individuo, vacío interno, culpabilidad, y odio de sí mismo. Las mujeres que reprimen su ira también interfieren con la forma en que se relacionan con otras personas, creando problemas de relaciones, roles de afiliación, problemas en el trabajo, violencia con personas de su mismo nivel, y abuso y/o violencia en el hogar.

La ira de las mujeres

Patricia Munhall, ARNP, en su estudio, «Women’s Anger and its Meanings: A Phenomenological Perspective» (La ira de las mujeres y sus significados: Una perspectiva fenomenológica), señala que, «Después de recolectar descripciones empíricas y ‘transformarme en la pregunta’, he llegado a comprender que la cualidad más importante de la experiencia de la ira de las mujeres es que si esta ira no se reconoce, se le deja en el silencio y es transformada en algo más ‘aceptable’, y esa condición aceptable es la que se trata. En otras palabras, la experiencia es comúnmente la transformación de la ira de las mujeres en una patología socialmente aceptable. Las implicaciones son peligrosas. En lenguaje concreto,

1. la ira no reconocida enferma a las mujeres,
2. la ira es transformada en una condición aceptable,
3. la condición aceptable es tratada,
4. la ira no ha sido solucionada,
5. la condición aceptable retorna

Munhall recomienda liberar esa ira con una persona que dé seguridad, y agrega que esa persona es un profesional al cuidado de la salud mental, es decir, un psicólogo. En cuanto a la expresión de la ira, ella considera que «la expresión oral con emoción es esencial. La expresión de la ira en forma ruidosa, parece descargar energía tóxica».

Ratones agresivos

Un estudio que se realizó con ratones está de alguna forma relacionado con el anterior. La idea era crear genéticamente dos grupos de ratones con características de comportamiento típicas. Uno de los grupos de ratones tenía agresión inducida por el aislamiento, pero parecían estar inhibidos socialmente (NC100). El otro grupo estaba compuesto de ratones agresivos (NC900). El estudio fue realizado por un grupo de seis investigadores y publicado en la revista Neuropsychopharmacology (Neuropsicofarmacología), y mostró que, «Estos resultados demuestran que la crianza selectiva para obtener diferencias genéticas en comportamiento social resultó en diferencias marcadas en la susceptibilidad a tumores y en la actividad de las células asesinas naturales (NK) entre las líneas de ratones NC100 y NC900. Consistente con la hipótesis que la línea socialmente inhibida (NC100) sería más vulnerable al desarrollo de tumores, todos los ratones NC100 examinados desarrollaron tumores, comparados con sólo un 44% de los ratones agresivos (NC900). El tamaño de los tumores entre los ratones NC100 era mayor que el de los NC900. Un 30% de los ratones NC100 tenía tumores que pesaban más de tres gramos, mientras que ningún ratón de la línea NC900 desarrolló un tumor de este tamaño». 7

El estudio previo muestra los efectos negativos de la represión de nuestras emociones en la salud física, similar a lo que mostraba el estudio de la ira de las mujeres.

Las mujeres y el cáncer

Un estudio realizado sobre cáncer y psiconeuroinmunología en Escocia con 157 mujeres llegó a la conclusión de que, «Fundamentalmente, el cáncer es la falla de los mecanismos de control del crecimiento normal. Al fomentar un sentido de control, las intervenciones psicológicas pueden, sin lugar a dudas, reducir el estrés, reducir la morbididad psiquiátrica, y aumentar la calidad de vida». 8

La relación entre el cerebro y el sistema inmunológico fue claramente explicado al señalar que, «Es bien sabido que el cerebro puede influenciar el sistema inmunológico por medio del eje pituitario hipotalámico, el sistema neuroendocrino (neuropéptidos), el sistema nervioso autónomo (órganos linfoides), y la descarga de citoquinas». 9

Técnicas psicológicas

Hay varias técnicas psicológicas usadas para aumentar la fortaleza del sistema inmunológico. Estas técnicas dan resultados concretos cuando se usan adecuadamente, por lo que los autores explican que, «Varias intervenciones psicológicas, como la hipnosis, el entrenamiento en relajación, y la imaginería han, en algunos estudios, invertido o atenuado los efectos del estrés en voluntarios normales. En un estudio controlado, Kiecolt-Glaser et al encontraron que técnicas especiales de relajación usadas por más de 4 semanas aumentaron la actividad de las células asesinas naturales (NK) y disminuyeron la concentración de anticuerpos circulantes al virus del herpes simple en residentes geriátricos que vivían en centros independientes». 10

La investigación realizada en psiconeuroinmunología es relativamente nueva, pese a que un grupo de pioneros ha estado trabajando en ella durante varias décadas. En general, este tipo de investigación ha sido ignorado por la mayoría de las escuelas de medicina y universidades, que es en donde generalmente se lleva a cabo la mayoría de este tipo de investigaciones. Susan Bauer, RN (enfermera universitaria), en un estudio publicado en el Journal of Advanced Nursing (Revista de Enfermería Avanzada), titulado «Psychoneuroimmunology and cancer: an integrated review» (Psiconeuroinmunología y cáncer: una revisión integrada), expresa que, «La efectividad de las intervenciones psicoconductuales para fortalecer la función inmunológica y la sobrevivencia general en pacientes de cáncer ha sido demostrada, pese a que se han llevado a cabo un número relativamente pequeño de estudios. Pese a que estos estudios son pocos en número y tienen fallas en su metodología, son esperanzadores en cuanto al aumento de estudios a realizarse en inmunología conductual e investigación en cáncer». 11

Efectos a largo plazo del estrés

En cuanto a los efectos más duraderos del estrés, ¿por cuánto tiempo se ve afectada una persona después que el distrés se ha terminado? Por bastante tiempo, según estudios realizados por Janice Kiecolt-Glaser, Ph.D., y Ronald Glaser, M.D. de Ohio State University. Según un informe publicado en el Journal of the National Cancer Institute (Revista del Instituto Nacional del Cáncer), el equipo de investigadores, «estudió los sistemas inmunológicos de personas que ayudaban a seres queridos que tenían la enfermedad de Alzheimer. El estrés de cuidar a un paciente de Alzheimer causó una depresión en el sistema inmunológico de quien proporcionó el cuidado, hasta dos años después que el paciente había muerto». 12 En la misma publicación se informó que, «Un estudio realizado por el médico David Spiegel de Stanford University, California, mostró que las mujeres con cáncer de mama con metástasis que participaron en grupos de apoyo, vivieron casi el doble de tiempo más que otro grupo de mujeres con las mismas condiciones médicas que no participaron en estos grupos de apoyo». 13

Psicoterapia y sobrevivencia

La sobrevivencia de los pacientes de cáncer se ha visto que está conectada a varias actividades, siendo una de ellas la psicoterapia. Adriaan Visser y Karl Goodkin escriben en la revista Patient Education and Counseling (Educación y Terapia del Paciente), que «Existe evidencia que la psicoterapia puede prolongar la sobrevivencia en algunos tipos de cáncer. La prolongación de la sobrevivencia puede estar relacionada, en parte, a un aumento de algunas mediciones de funciones inmunes (por ejemplo, actividad de las células asesinas naturales). Esto es factible debido a que la función del sistema inmunológico parece estar relacionada al crecimiento de tumores mamarios». 14

Factores psicosociales y enfermedades periodontales

El cáncer parece ser una de las enfermedades principales en el estudio de la psiconeuroinmunología, pero sin duda que no es la única. Un estudio llevado a cabo por Monteiro da Silva, Newman, y Oakley en Londres, y publicado en el Journal of Clinical Periodontology (Revista de Periodontología Clínica), revela una posible relación entre las condiciones psicosociales y las enfermedades periodontales inflamatorias. Los autores expresan que, «Al revisar la literatura relacionada con el posible rol de los factores psicosociales en la etiología de las enfermedades periodontales inflamatorias, puede concluirse que hay evidencia sólida que sugiere claramente que el estrés emocional es uno de las factores que predisponen a la gingivitis ulcerativa necrotizante aguda (acute necrotizing ulcerative gingivitis – ANUG)». 15

Psoriasis y estrés

La dermatología es otra especialidad en la medicina que está poniéndole atención a la psiconeuroinmunología. Una de las enfermedades a la que se le dedica más atención es la psoriasis, sin ser la única. Otras son urticaria, prurito, alopecia circunscrita, acné común, y eccema, y en todas se considera, según lo que muestran los estudios, que tienen fuertes causas psicogénicas.

La psoriasis es una enfermedad común de la piel, crónica e inflamatoria caracterizada por parches escamosos, y uno de sus principales investigadores es el médico Eugene Farber, del Psoriasis Research Institute (Instituto de Investigación de la Psoriasis) en Palo Alto, California. El Dr. Farber ha propuesto, «Un rol para los neuropéptidos como mediadores de inflamación neurogénica, y estableció la hipótesis de que la liberación de la substancia P y otros neuropéptidos de las fibras nerviosas sensoriales de la piel causan respuestas inflamatorias locales, las que producen lesiones psoriásicas». 16

En un estudio conducido por el Dr. Eugene Farber con Lexie Nall, Ph.D., reportaron que, «El estrés que ocurre por ansiedad, depresión, problemas maritales o financieros, o experiencias ‘cercanas a la muerte’ ha sido identificado como un factor activador en la presencia o agravamiento de la psoriasis en un 33%, 39%, y 42% de pacientes en estudios combinados que involucraron a más de 6,300 pacientes». 17 Farber y Nall agregaron que, «Pese a que ya se sabe que el estrés puede activar la presencia o agravamiento de la psoriasis, aún no se conoce el mecanismo exacto que la produce». 18

En cuanto a reducir el estrés que produce una reacción en cadena negativa desde la psicología a la neurología y a la inmunología del individuo, hay varias recomendaciones. Los principales consejos se refieren a una dieta saludable; ejercicio (incluyendo Yoga, Tai Chi, movimiento expresivo, así como otras prácticas similares), el cual debe regularse según la edad y el estado general de salud de cada persona; Reiki; Rolfing; Rosen; Watsu; kinesiología; reflexología; acupuntura; hipnosis; técnicas de relajación como la meditación; el masaje en sus varias formas; quiropráctica network; imaginería (visualizaciones guiadas); ‘breathwork’ (respiración catártica); hipnoterapia; psicoterapia individual y en grupo, así como grupos de apoyo mutuo.

Las necesidades de los pacientes hospitalizados

Muchos estudios han mostrado que la actitud de los pacientes es un factor importante que afecta el resultado del tratamiento de una determinada enfermedad. Uno de los factores que afectan el estado mental de un paciente en un hospital, es el trato que recibe del personal hospitalario. Un estudio que seis investigadores llevaron a cabo en Inglaterra, mostró que dependiendo de la forma en que el personal hospitalario trataba a los pacientes, hizo que los pacientes sintieran que sus necesidades eran satisfechas o no. En relación al grupo de pacientes de cáncer estudiados, se concluyó que, «Pese a que la mayoría de los pacientes eran capaces de describir una situación en que el personal satisfacía sus necesidades, un 23% también describió una situación en donde esto no ocurría. Estos últimos incidentes generalmente se relacionaban con ansiedad, confusión, y un deseo de terminar su relación con el hospital. Los pacientes que reportaron que sus necesidades no eran satisfechas, solicitaron compartir más tiempo con el personal hospitalario y tener más información acerca de su diagnóstico y tratamiento». 19

Relaciones interpersonales y el sistema inmunológico

Las relaciones interpersonales también afectan al sistema inmunológico. Janice Kiecolt-Glaser y otros seis investigadores llevaron a cabo un estudio de 90 parejas de recién casados admitidos a una unidad de investigación de un hospital durante 24 horas. Los sujetos que mostraron más negatividad o comportamiento hostil durante una discusión de problemas maritales experimentaron un debilitamiento de su sistema inmunológico, mientras que aquellos sujetos que eran relativamente poco negativos mantuvieron su sistema inmunológico bastante más fuerte. Además, «La discusión de problemas maritales también produjo un aumento significativo de la presión sanguínea, la que se mantuvo elevada por más tiempo en los sujetos de alta negatividad que en los de baja negatividad». Y los investigadores luego agregan que, «Esta información proporciona una confirmación adicional al nexo entre las relaciones interpersonales y la función inmunológica». 20

La personalidad del paciente con cáncer

Varios investigadores han informado haber visto similaridades en la personalidad de los pacientes con cáncer. Susan Moss en su libro, «Keep Your Breasts!» (Mantén Tus Pechos), señala que, «el Dr. O. Carl Simonton, quien se sanó de cáncer a los diecisiete años de edad y ha trabajado con pacientes con cáncer por décadas, ha notado las siguientes características que forman el perfil de ‘la personalidad del paciente con cáncer’:
1. Una gran tendencia a guardar el resentimiento y una gran inhabilidad para perdonar.
2. Una tendencia a sentir lástima por sí mismo.
3. Una baja habilidad a desarrollar y mantener relaciones significativas a largo plazo.
4. Una visión de sí mismo muy negativa». 21

El Dr. Simonton considera que el factor fundamental en este tipo de personalidad es un «rechazo básico» hacia sí mismo y los demás.

Humor y el sistema inmunológico

Una de las formas más agradables de reducir el estrés y fortalecer el sistema inmunológico es usar el humor en sus varias formas. Norman Cousins, un destacado investigador en el campo de la psiconeuroinmunología que trabajó por muchos años en la Escuela de Medicina de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), investigó la relación entre el humor y el sistema inmunológico, y fundó el Equipo de Trabajo para la Investigación del Humor (Humor Research Task Force). La enfermera universitaria Patty Wooten, RN, escribe que, «La risa estimula el sistema inmunológico, compensando el efecto inmunológico inhibidor del estrés». 22

El enfoque holístico de la sanación

Lo que la investigación nos muestra es que el ser humano es una unidad, un todo. La especialización de la medicina, y la separación de las profesiones que se relacionan con la salud del ser humano han entregado muchos avances en las profesiones de la salud, sin embargo, estas divisiones ya no tienen tanto sentido, como lo pudieron haber tenido hace unas décadas. El camino que la investigación científica está señalando es de unidad, de integración. A medida que nos preparamos para comenzar un nuevo milenio, un nuevo enfoque hacia la medicina y la psicología está acercando estas disciplinas entre sí, para que podamos trabajar de una forma integral por una vida más saludable en los cuatro niveles de la expresión humana: físico, mental, emocional, y espiritual.

REFERENCIAS

1. Ferenc, P.P. About the Peace of the Spirit. Kolozsvar, Transilvania, 1680.

2. Booth, R.J. & Ashbridge, K.R. A fresh look at the relationship between the psyche and immune system: teleological coherence and harmony of purpose. Advances, 9:4-23, 1993.

3. Alexander, F. & French, T.M. Studies in Psychosomatic Medicine. An Approach to the Treatment of Vegetative Disturbances. Ronald Press. New York, 1948.

4. Solomon, G.F. Norman Cousins: healer of the medical profession. Advances 7:67-69, 1991.

5, 6. Munhall, P. Women’s anger and its meanings: a phenomenological perspective. Health Care for Women International, 14:481-91, 1993.

7. Petitto, J.M.; Lysle, D.T.; Gariepy, J.L.; Clubb, P.H.; Cairns, R.B.; Lewis, M.H. Genetic differences in social behavior: relation to natural cell function and susceptibility to tumor development. Neuropsychopharmacology, 8:35-43, 1993.

8, 9, 10. Walker, L.G.; Eremin, O. Psychoneuroimmunology: a new fad or the fifth cancer treatment modality? The American Journal of Surgery. 170:2-4, 1995.

11. Bauer, S.M. Psychoneuroimmunology and cancer: an integrated review. Journal of Advanced Nursing, 19:1114-20, 1994.

12, 13. Flach, J.; Seachrist, L. Mind-body meld may boost immunity. Journal of the National Cancer Institute, 86:256-8, 1994.

14. Visser, A.; Goodkin, K. Current perspective on cancer education and counseling. Patient Education and Counseling, 28:115-119, 1996.

15. Monteiro da Silva, A.M.; Newman, H.N.; Oakley, D.A. Psychosocial factors in inflammatory periodontal diseases. Journal of Clinical Periodontology, 22:516-526, 1995.

16. Farber, E.M. Psychoneuroimmunology and dermatology. International Journal of Dermatology, 32:93-4, 1993.

17, 18. Farber, E.M.; Nall, L. Psoriasis: a stress-related disease. Cutis, 51:322-6, 1993.

19. Kent, G.; Wills, G.; Faulkner, A.; Parry, G.; Whipp, M.; Coleman, R. Patient reactions to met and unmet psychological need: a critical incident analysis. Patient Education and Counseling, 28:187-190, 1996.

20. Kiecolt-Glaser, J.K.; Malarkey, W.B.; Chee, M.A.; Newton, T.; Cacioppo, J.T.; Mao, H.Y.; Glaser, R. Negative behavior during marital conflict is associated with immunological down-regulation. Psychosomatic Medicine, 55:395-409, 1993.

21. Moss, Susan. Keep Your Breasts, Re:Source Publications, p. 255, 1992.

22. Wooten, P. Humor: an antidote for stress. Holistic Nursing Practice, 10:49-56, 1996.

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Psychoneuroimmunology: the interactions between behavior, the nervous system, and the immune system https://www.vladhuber.cl/psychoneuroimmunology-the-interactions-between-behavior-the-nervous-system-and-the-immune-system/ Sat, 06 Apr 2019 21:20:37 +0000 http://cyfdesign.cl/vladhuber/?p=2770 It is reported in different types of literature throughout history, that many people of different professions have mentioned the connection between body and mind, that they affect one another, and that in order to have complete health, both have to be in harmony.

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The interactions between behavior,
the nervous system, and the immune system.

Psychoneuroimmunology

Vladimir Huber, M.A. Master’s en Psicología

Creator of the Huber Four-Level Growth & Healing System
University of Santa Monica, California 1997

Abstract:
It is reported in different types of literature throughout history, that many people of different professions have mentioned the connection between body and mind, that they affect one another, and that in order to have complete health, both have to be in harmony. As science progressed, the attention paid to this connection has grown in scope, as well as in depth. Today, thousands of scientific studies are showing the interconnection between body and mind. Here are some of them.

History of psychoneuroimmunology

As time goes by, scientific research becomes more and more sophisticated, yet it was almost four centuries ago, in 1680 to be exact, when the Transylvanian physician Papai Pariz Ferenc reiterated Aristotle and anticipated psychoneuroimmunology in saying that, «When the parts of the body and its humors are not in harmony, then the mind is unbalanced and melancholy ensues, but on the other hand, a quiet and happy mind makes the whole body healthy.»1 Modern science is explaining in detail what this visionary doctor was saying centuries ago.

It has been clearly established that there is a relationship between the body and the mind, or said in more concrete terms, between the immune system and the psyche, yet this relationship, as studies deepen our knowledge of it, has been changing, turning it into something richer and more encompassing. Roger Booth and Kevin Ashbridge recently stated, «There is a need to reassess and perhaps redefine the concepts, symbols and languages of immunology and psychology in ways which allow the relationships between immunological and psychological processes to be expressed in terms of a coherent teleological perspective. In order to make sense of psychoimmune relationships we must be open to modifying some of our preconceptions about the nature of our immune system and our psyche.»2

Pre-contemporary psychosomatic medicine, which dates to the late 1930’s and early forties, was ahead of pre-contemporary immunology. One of the pioneers was Franz Alexander, who in the early 1940’s expressed that psychosomatic pathology was the result of the physiological concomitants of conscious or repressed emotions.

An enormous step was taken when Hans Selye expressed in the 1940’s that stress («strain» or «distress») was interrupting the inner physiological balance called homeostasis. If the person has a positive or adaptational response to this stress, then it becomes psychological growth («eustress» or good stress). If the person doesn’t respond positively, it becomes a negative health change. So, the greater the stress and the more negative the response of the person experiencing that stress, the greater the health damage.

The way people cope with stress became an important factor in the studies of mind/body medicine. People who were competitive, hostile, time-pressured were usually associated with coronary artery disease, and have been labeled as «Type A» pattern of coping. Also, people with the autoimmune disease rheumatoid arthritis showed more compliance, difficulty in expression of anger, sensitivity to the anger of others, conservatism, and self-sacrifice, as well as being more anxious and depressed.3 In comparison, their siblings, who didn’t have rheumatoid arthritis, had healthier behavioral characteristics.

The research on Psychoneuroimmunology has advanced enormously in the later years, specially in the 1990’s at several medical research institutions based at universities, usually done by medical doctors and psychologists, an unusual alliance of former competitors. One of the main promoters in the field was Norman Cousins, a Professor at UCLA School of Medicine, even though he didn’t graduate as an M.D. He actually received the only honorary M.D. ever awarded by Yale. He actually saw his mission as healing the medical profession, and that is what he did, training medical students and doctors so they could become more humane practitioners of their profession. Not an easy task, but one for which he was greatly praised for his enormous contribution.4

Cases of how emotions have affected the body’s health

An interesting case of somatization, which is the case when the body expresses physically what the person has not expressed emotionally, is when women repress their anger due to social conditioning. It can result in a great variety of altered patterns of wellness, migraines, headaches, gastrointestinal problems, obesity, substance abuse, coronary problems, and others. In terms of feelings it can produce low self-esteem, depression, self-deprecation, self-doubt, powerlessness, emptiness, guilt, and self-hatred. It also interferes with the way women who repress their anger relate with other people, creating problems with relationships, affiliation roles, horizontal violence, work, and home abuse/violence.

Women’s anger

Patricia Munhall, ARNP, in her study, «Women’s Anger and its Meanings: A Phenomenological Perspective,» states that «After 5 years of collecting experiential descriptions and ‘becoming the question,’ I have come to understand that the most important quality of women’s experience of anger is that if the anger goes unrecognized, it is left in silence and is transformed into something more ‘acceptable,’ and that acceptable condition is what is treated. In other words, the experience is often the transformation of anger in women into social acceptable pathology. The implications of this are critical. In concrete language,
1. Unrecognized anger makes women sick.
2. Anger then is transformed into an acceptable condition.
3. The acceptable condition is treated.
4. Anger is unresolved.
5. The acceptable condition returns.»5

Munhall recommends to release that anger with a safe person, and she says that that safe person is a mental health care professional. In terms of expressing the anger, she considers that «verbal expression with affect is essential. The actual expression of anger out loud seems to release toxic energy.»6

Aggressive mice

A study done with mice is somehow related to the previous one. The idea was to genetically create two groups of mice with typical behavioral characteristics. One of the groups of mice had isolation-induced aggression, but they appeared as socially inhibited (NC100). The other group was made of aggressive mice (NC900). The study done by a group of six researchers and published in the journal Neuropsychopharmacology showed that «These results demonstrate that selective breeding for genetic differences in social behavior resulted in marked differences in tumor susceptibility and natural killer (NK) cell activity between the NC100 and NC900 mouse lines. Consistent with the hypothesis that the socially inhibited (NC100) line would be more vulnerable to tumor development, all of the NC100 mice tested developed tumors compared with only 44% of the aggressive (NC900) mice. Tumor burden among NC100 mice was also substantially greater than among NC900 mice. This latter finding is highlighted by the observation that while 30% of the NC100 mice had tumors that weighed more than three grams, no mouse of the NC900 line developed a tumor of this size.»7

The previous study shows the negative effects to our physical health when we repress our emotions, which is the same that the study on women’s anger was showing.

Women and cancer

A study done on cancer and psychoneuroimmunology in Scotland among 157 women comes to the conclusion that «Fundamentally, cancer is a breakdown of normal growth control mechanisms. By promoting a sense of control, psychological interventions can undoubtedly reduce stress, minimize psychiatric morbidity, and enhance quality of life.»8

The relationship between the brain and immune system was clearly explained by expressing that, «It is well known that the brain can influence the immune system via the hypothalamic pituitary axis, the neuroendocrine system (neuropeptides), the autonomic nervous system (lymphoid organs), and the release of cytokines.»9

Psychological techniques

There are several psychological techniques used to enhance the strength of the immune system. These techniques give concrete results when used adequately, and so the authors explain by saying that «Various psychological interventions such as hypnosis, relaxation training, and guided imagery have, in some studies, reversed or attenuated the effects of stress in normal volunteers. In a controlled study, Kiecolt-Glaser et al found that special relaxation techniques used over 4 weeks increased natural killer (NK) cell activity and decreased circulating antibody titres to herpes simplex virus in geriatric residents living in independent facilities.»10

The research done in psychoneuroimmunology is fairly new, even though a group of pioneers have been working with it for some decades. In general, this type of research has been ignored by most of the major medical schools and universities, which is where research usually takes place. Susan Bauer, RN, in a study published in the Journal of Advanced Nursing, titled Psychoneuroimmunology and cancer: an integrated review, expresses that «The effectiveness of psycho-behavioral interventions in improving immune function and overall survival in cancer patients has been demonstrated although relatively few studies have been done to date. Although these studies are few in number and have methodological flaws, they hold promise for growth in behavioral immunology and cancer research.»11

Long term effect of stress

In terms of the lasting effect of stress, how long is a person physically affected after the distress is alleviated? Quite a long time, according to studies done by Janice Kiecolt-Glaser, Ph.D., and Ronald Glaser, M.D. of Ohio State University. According to a report in the Journal of the National Cancer Institute, the team of researchers «studied the immune systems of people who cared for loved ones suffering from Alzheimer’s disease. The stress of caring for an Alzheimer’s patient depressed the care-giver’s immune system, even 2 years after the patient had died.»12 In the same publication, it is reported that «A study by David Spiegel, M.D., of Stanford University, Calif., showed that women with metastatic breast cancer who participated in support groups lived nearly twice as long as women who received treatment without group therapy.»13

Psychotherapy and survival

The survival of cancer patients has been found to be connected to several activities, one of them being psychotherapy. Adriaan Visser and Karl Goodkin write in the journal Patient Education and Counseling that «There exists some evidence that psychotherapy may prolong survival in selected cancers. Prolongation of survival may be related, in part, to an increase in selected measures of immune function (e.g., natural killer cell activity). This is plausible because the function of the immune system seems to be related to mammary tumor growth.»14

Psychosocial factors and periodontal diseases

Cancer seems to be one of the main diseases studied in relation to psychoneuroimmunology, but for sure it is not the only one. A study done by Monteiro da Silva, Newman, and Oakley in London and published in the Journal of Clinical Periodontology reveals a possible relationship between psychosocial conditions and inflammatory periodontal diseases. They express that «Reviewing the literature concerning the possible role of psychosocial factors in the aetiology of inflammatory periodontal diseases, it may be concluded that there is evidence which strongly suggests that emotional stress is one of the predisposing factors to acute necrotizing ulcerative gingivitis (ANUG).»15

Psoriasis and stress

Dermatology is another specialty in medicine paying attention to psychoneuroimmunology. One of the main diseases being studied is psoriasis, yet it is not the only one. Others are urticaria, pruritis, alopecia areata, acne vulgaris, and eczema, and they are all considered, according to what the studies show, to have strong psychogenic causes.

Psoriasis is a common chronic, inflammatory skin disease characterized by scaly patches, and one of the main researchers is Eugene Farber, M.D., of the Psoriasis Research Institute in Palo Alto, California. Dr. Farber has proposed, «A role for the neuropeptides as mediators of neurogenic inflammation and hypothesized that release of substance P and other neuropeptides from sensory nerve fibers in the skin causes local inflammatory responses, which trigger psoriatic lesions.»16

In another study on psoriasis conducted by Dr. Farber with Lexie Nall, Ph.D., reported that, «Stress that occurs from anxiety, depression, marital or financial problems, or ‘near-death’ experiences has been identified as a triggering factor in the appearance or exacerbation of psoriasis in 33%, 39%, and 42% of patients in combined studies involving more than 6,300 patients.»17 They add that «Although it is well known that stress can trigger and exacerbate psoriasis, the exact mechanism by which it occurs is unknown.»18

In terms of reducing the stress that creates a negative chain reaction from the psychology to the neurology to the immunology of the individual, there are quite a few recommendations. The main tips are a healthy diet; exercise (including Yoga, Tai Chi, expressive movement, and other similar practices) adjusted to the age and fitness of each person; Reiki; acupuncture; hypnosis; relaxing techniques such as meditation; various forms of massage; network chiropractic; guided visualizations; breathwork (cathartic breathing); individual and group psychotherapy; and support groups.

Hospital patients and their needs

Many studies have shown that the attitude of the patient is a great factor in affecting the outcome of the treatment for a particular ailment. One of the factors affecting the state of mind of a patient in a hospital is how they are treated by the staff. A study done in England by six researchers showed how the treatment of the patients by the staff gave the patients the feeling that their needs were met or not. In relation to the group of cancer patients studied, it was concluded that «Although most patients were able to describe a situation in which their needs were met by the staff, 23% also described a situation in which this was not the case. These latter incidents were often related to anxiety, confusion and a wish to severe links with the hospital. Patients who reported that their needs were not met requested more staff time and further information about their diagnosis and treatment.»19

Relationships and the immune system

Relationships have been shown to affect the immune system. Janice Kiecolt-Glaser and six other researchers did a study of 90 newlywed couples admitted to a hospital research unit for 24 hours. Subjects who showed more negative or hostile behaviors during a 30-minute discussion of marital problems showed a weakening of the immune system, while relatively low negative subjects remained with their immune systems in a much stronger state. In addition, «The discussion of marital problems also led to larger increases in blood pressure that remained elevated longer in high negative subjects than low negative subjects.» And they later add that, «These data provide additional support for the link between personal relationships and immune function.»20

The personality of the cancer patient

Several researchers have reported observing similarities in the personality of cancer patients. Susan Moss in her book, «Keep Your Breasts!» expresses that «Dr. O. Carl Simonton, who overcame cancer when he was seventeen and has worked with cancer patients throughout his career, has noted the following traits which make up his «cancer personality» profile:
1. A great tendency to hold resentment and a marked inability to forgive.
2. A tendency toward self-pity.
3. A poor ability to develop and maintain meaningful long-term relationships.
4. A very poor self-image.» 21

Dr. Simonton finds the underlying factor to be «basic rejection.»

Humor and the immune system

One of the most pleasant ways to reduce stress and strengthen the immune system is to use humor in its many forms. Norman Cousins, a leading researcher in the field of psychoneuroimmunology who worked for many years at UCLA Medical School, did research on the relationship between humor and the immune system, and established the Humor Research Task Force. Patty Wooten, RN, writes that «Laughter stimulates the immune system, offsetting the immunosupressive effects of stress.»22

The holistic approach to healing

As scientific research is showing, the human being is one unit, one wholeness. The specialization of medicine, and the separation of the different professions that deal with the health of an individual have produce many advances in the health professions, yet the divisions no longer make as much sense as they did some decades ago. The road that scientific research is charting is of unity, of integration. As we prepare ourselves to start a new millennium, a new approach to medicine and psychology is bringing us all closer to each other, so we may work in an integrated way for a healthier life at the four levels of human expression: physical, mental, emotional, and spiritual.

References
1. Ferenc, P.P. About the Peace of the Spirit. Kolozsvar, Transilvania, 1680.

2. Booth, R.J. & Ashbridge, K.R. A fresh look at the relationship between the psyche and immune system: teleological coherence and harmony of purpose. Advances, 9:4-23, 1993.

3. Alexander, F. & French, T.M. Studies in Psychosomatic Medicine. An Approach to the Treatment of Vegetative Disturbances. Ronald Press. New York, 1948.

4. Solomon, G.F. Norman Cousins: healer of the medical profession. Advances 7:67-69, 1991.

5, 6. Munhall, P. Women’s anger and its meanings: a phenomenological perspective. Health Care for Women International, 14:481-91, 1993.

7. Petitto, J.M.; Lysle, D.T.; Gariepy, J.L.; Clubb, P.H.; Cairns, R.B.; Lewis, M.H. Genetic differences in social behavior: relation to natural cell function and susceptibility to tumor development. Neuropsychopharmacology, 8:35-43, 1993.

8, 9, 10. Walker, L.G.; Eremin, O. Psychoneuroimmunology: a new fad or the fifth cancer treatment modality? The American Journal of Surgery. 170:2-4, 1995.

11. Bauer, S.M. Psychoneuroimmunology and cancer: an integrated review. Journal of Advanced Nursing, 19:1114-20, 1994.

12, 13. Flach, J.; Seachrist, L. Mind-body meld may boost immunity. Journal of the National Cancer Institute, 86:256-8, 1994.

14. Visser, A.; Goodkin, K. Current perspective on cancer education and counseling. Patient Education and Counseling, 28:115-119, 1996.

15. Monteiro da Silva, A.M.; Newman, H.N.; Oakley, D.A. Psychosocial factors in inflammatory periodontal diseases. Journal of Clinical Periodontology, 22:516-526, 1995.

16. Farber, E.M. Psychoneuroimmunology and dermatology. International Journal of Dermatology, 32:93-4, 1993.

17, 18. Farber, E.M.; Nall, L. Psoriasis: a stress-related disease. Cutis, 51:322-6, 1993.

19. Kent, G.; Wills, G.; Faulkner, A.; Parry, G.; Whipp, M.; Coleman, R. Patient reactions to met and unmet psychological need: a critical incident analysis. Patient Education and Counseling, 28:187-190, 1996.

20. Kiecolt-Glaser, J.K.; Malarkey, W.B.; Chee, M.A.; Newton, T.; Cacioppo, J.T.; Mao, H.Y.; Glaser, R. Negative behavior during marital conflict is associated with immunological down-regulation. Psychosomatic Medicine, 55:395-409, 1993.

21. Moss, Susan. Keep Your Breasts!, Re:Source Publications, p. 255, 1992.

22. Wooten, P. Humor: an antidote for stress. Holistic Nursing Practice, 10:49-56, 1996.

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El fuego y el humo https://www.vladhuber.cl/el-fuego-y-el-humo/ Sat, 06 Apr 2019 21:16:39 +0000 http://cyfdesign.cl/vladhuber/?p=2768 Cuando era pequeño me gustaba jugar con cerillos. Me fascinaba la luz que aparece al encender el cerillo. En ese tiempo, en Chile los cerillos eran de madera. El poder de la llama envolviendo la madera, consumiendo todo lo que toca, limpiando, purificando y, si yo no tenía cuidado, causando mucho dolor. El fuego era algo que no sólo me gustaba, pero algo que yo respetaba profundamente.

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Institute of Imaginal Studies

Recuperar el fuego, dejar ir el humo.

escrito en inglés y traducido al español por Vladimir Huber
marzo-abril, 2000 enero, 2001

I. El fuego y soltar la mano del bebé

Cuando era pequeño me gustaba jugar con cerillos. Me fascinaba la luz que aparece al encender el cerillo. En ese tiempo, en Chile los cerillos eran de madera. El poder de la llama envolviendo la madera, consumiendo todo lo que toca, limpiando, purificando y, si yo no tenía cuidado, causando mucho dolor. El fuego era algo que no sólo me gustaba, pero algo que yo respetaba profundamente.
A mis padres no les gustaba mucho verme jugar con cerillos. No sólo porque podría quemarme, sino porque las consecuencias de los juegos infantiles con cerillos le eran muy familiares a mi padre. Él era un bombero voluntario, así que estaba enterado de un sinnúmero de casos de niños que prendían incendios y, lo que es peor, de niños quemados por su fascinación juguetona con el fuego. No, mis padres no disfrutaban de verme jugar con cerillos.

Al pasar del tiempo, observando una chimenea, mientras las llamas consumían los troncos, el humo saliendo por el tiro de la chimenea, buscando una salida, tratando de alcanzar a los dioses, mostrándonos el camino a los cielos, ha mantenido vivo mi interés por las llamas. El fuego ha tomado otros significados, otras atracciones que nos ofrece, ya que no juego más con cerillos.
He visto al fuego como el ejecutor de la muerte necesaria de lo viejo, de las cosas que a veces no queremos dejar ir, de aquellos aspectos de la vida a los que nos aferramos, como un recién nacido que no está seguro de dónde está su mamá, apretando su mano a la de alguien más, porque esa mano es lo único que le hace sentir cerca de su madre. Así, el fuego nos lleva a abrir las manos, a dejar ir, no porque queramos, sino porque no tenemos otra alternativa, después de luchar por mantener a aquellos que amamos con nosotros. Abrazando de una forma que no deja lugar para escapar, abrazando con tal fuerza que duele, pero que al mismo tiempo nos ayuda a sentirnos a salvo, como si esa persona o ese aspecto nos ayudara a sentirnos completos, en paz, en armonía. Y así nos adentramos en el fuego purificador que lo consume todo, y nos liberamos. La liberación nos envuelve, la espada del fuego nos toca en la frente dejándonos saber que sin importar la fuerza de la mano, el bebé en nosotros tiene que soltarla. No es algo que podamos elegir, es asunto de vida o muerte, del día y de la noche, de abrir y cerrar, como si fueran distintos. Incluso así, con la liberación viene la síntesis, y aceptamos la comunión de las polaridades, la unión de los extremos, el matrimonio de aquello que debería estar separado. Y así vemos la luz de un nuevo camino, la luz del fuego.

II. Información natural acerca del fuego

El Diccionario No Resumido de la editorial Random House dice que el fuego es,

“1. un estado, un proceso, o un caso de combustión en el cual combustible u otra substancia es encendida y combinada con oxígeno, dando luz, calor, y llama…
3. la quema destructiva de un edificio, pueblo, bosque, etc.; conflagración.
4. calor usado para cocinar, especialmente el quemador de la cocina.
5. Ver Fuego griego.
6. luz relampagueante; apariencia luminosa.
7. brillo, como el de una gema.
8. pasión ardiente; excitación o entusiasmo; ardor.
9. vivacidad de la imaginación.
10. fiebre o inflamación.
11. prueba o problema severos; experiencia penosa.
12. exposición al fuego como una forma de tortura o experiencia penosa.
13. fuerza, como la de una bebida alcohólica…
18. Literario: un objeto luminoso, como una estrella: fuegos celestiales…
23. Pasar por fuego y agua, afrontar cualquier peligro o resistir cualquier prueba…”1

Y para fuego griego nos dice… “1. mezcla incendiaria de composición desconocida, usada en la guerra en la época medieval por los griegos bizantinos.”2
En la temprana mitología griega el fuego está presente, como en la cueva en que nace Zeus, lo que era considerado un secreto, como lo menciona Carl Kerényi en Dionisio.
“Sólo lo que no podía ser negado –el fiero resplandor que sale de la cueva– fue reconocido abiertamente, en realidad, registrado en el calendario. En un sentido puramente formal la situación es la misma que en los Misterios de Eleusis; en estos, el fuego tampoco se podía mantener en secreto. En Creta se dio una explicación mitológica al culto del fuego, consagrado en el calendario, cuyo resplandor emergía de la cueva: específicamente, que exactamente en ese momento la sangre que había sido conservada en la cueva después del nacimiento de Zeus ‘se derramó’ o ‘alcanzó el punto de fermentación’. Esta última traducción proviene del hecho que zein también significa fermentar”.3
La fermentación es un proceso que requiere cierta temperatura para que los distintos componentes químicos cambien gradualmente a un componente deseado con un cierto color, sabor y aroma, entre otras características. En términos de color, el poeta habla acerca de tener the blues, que se podría traducir como estar en un período azul, con tristeza, y que ha llegado a ser un género musical. También, el poeta menciona los colores del arco iris, con la olla de oro en uno de sus extremos. En términos de sabor, a medida que nos acercamos a nuestras metas podemos decir que la vida se vuelve más dulce. Cuando, después de un gran acontecimiento con todo tipo de obstáculos, llegamos finalmente al otro borde del tortuoso río, podemos detectar que el aroma de la primavera está con nosotros.
La fermentación es un proceso lento, y en ocasiones, intenso. Es necesario conocer el proceso, tener determinación, valor, amor a la vida, sabiduría, deseo de vencer obstáculos, aceptación de que es posible que debamos comenzar de nuevo en una dirección completamente distinta, y muchas otras cualidades como estas. Una sobresale, y eso se reconoce como paciencia. Sin ella, lo demás pierde significado. Se convierte en algo sin valor. Y lo curioso es que con paciencia, que de alguna forma se puede definir como la voluntad de esperar por el momento preciso, en vez de hacerlo cuando queremos –las cosas parecen moverse más rápido, y también, en la dirección adecuada. Por lo tanto, no tenemos que realizar la misma acción una y otra vez. De alguna manera, debido a que el momento es el oportuno y la energía es la apropiada, las cosas parecen estar en un carril especial, en una pista especialmente diseñada para nosotros, como una vestimenta hecha a la medida por un sastre, con nuestras especificaciones. En ese momento, sabemos que estamos viajando a la velocidad de la vida. A propósito, se relaciona con la teoría de la relatividad de Einstein, ya que estamos a una velocidad cero, a pesar de ir muy rápido, cuando usamos, como en este caso, la vida como un punto de referencia. Ese momento, cuando hemos aceptado el fuego interior, lo podemos describir como un dulce arcoiris en medio de la primavera.

El fuego secreto está presente en el lugar de nacimiento del dios griego mitológico más famoso, Zeus, y luego, usado como una forma de combatir el fuego con el fuego, cuando Iakchos, un hombre divino, fue sepultado:

“Este hombre también puede haber sido una figura divina. Se ha dicho que suavizó el poder fogoso de Sirio a comienzos de su ascensión, y por lo tanto, haber exterminado las epidemias que azotaban en esa época. Después de su muerte, él fue sepultado en una tumba con templo, y cuando los ritos sacrificatorios fueron completados, los sacerdotes tomaron fuego de su altar y lo transportaron a varios lugares, aparentemente, en un ritual mágico dirigido en contra de los poderes destructivos de la estrella. A través de Dionisio este fuego fue transformado en ‘la luz pura del verano.’”4

Muchas culturas han usado el fuego en sus prácticas medicinales. En la medicina china el fuego es considerado uno de los cinco elementos necesarios para lograr un equilibrio en el cuerpo, con el fin de lograr la salud. Dionisio, en la tradición griega, también usó el fuego como una herramienta sanatoria:
“En la figura de Iakchos, la conexión de Dionisio con la luz y el fuego fue preservada. ‘El fuego es un arma dionisia’, dice Luciano. Los bacantes eran capaces de transportar el fuego en el pelo. En la Antígona de Sófocles, el coro le pide a Dionisio, ‘que lidera el círculo de estrellas que esparcen fuego’, que cure a los enfermos de la ciudad de Tebas.”5

El pelo es un adorno sexual, una parte del cuerpo que se debe cubrir, de acuerdo a lo que señalan ciertas culturas y religiones, lo que se le recomienda especialmente a las mujeres, con el fin de que no tienten a los hombres. Así y todo, los hombres, tradicionalmente han usado sombreros como una forma de no mostrar su pelo, y lo han mantenido corto y aplanado con todo tipo de lociones para el pelo. En las fuerzas armadas, es lo primero que se le quita a los hombres, como una forma de quitarles su individualidad, su poder, como le ocurrió a Sansón, que perdió el poder cuando perdió el pelo. Y el poder del pelo es sanador, ya que lleva el fuego, el poder interno, la energía sexual que muchos temen, pero que muy pocos conocen en profundidad, tal como es usado en muchas culturas, como un camino espiritual, como una fuerza sanadora.

Esta fuerza sanadora crea una transformación espiritual, promoviendo todo tipo de procesos en el cuerpo, muchos de los cuales eran considerados parte del misterio de la vida y su evolución. A medida que pasó el tiempo, el fuego fue considerado como la base de cualquier actividad humana significativa, debido a que cambió civilizaciones al cocinar los alimentos, forjar el metal, calentando los hogares. Erich Neumann lo describe en La Gran Madre, al mencionar que, “las experiencias de hambre y saciedad, sed y apaciguamiento, refrescamiento, y placer que se logra al satisfacerlos, son en realidad, más comunes que las experiencias de substancias intoxicantes, venenos, y medicina; pero, forman la fundación de la experiencia del misterio de la transformación de los alimentos, que se encuentra bajo todos estos fenómenos. A esta esfera pertenece también la modificación de los alimentos naturales por el fuego, y los correspondientes procesos de hervir, asar, tostar, y los demás. Todos ellos son logros culturales cruciales de la humanidad; aún más, son la presuposición de toda cultura humana.”6

Refiriéndose a La Gran Madre, Neumann menciona a la polaridad del fuego, las dos versiones del mismo elemento, el positivo y el negativo, antes que aceptemos la fuerza unificadora de los elementos de la vida. La polaridad es nuestra existencia diaria, tal como se nos la enseña, a medida que repetimos esa lección a los demás, a las generaciones más jóvenes, a nuestros familiares y vecinos, como la verdad obvia de la vida, sin considerar si es que hay un aspecto unificador en esto. No es una consideración que generalmente aceptemos en nuestra consciencia de nuestros alrededores internos y externos. Esta es la polaridad a la que Neumann se refiere cuando explica que, “la diosa no es solamente el vehículo de la Gran Redondez; ella también es la dinámica de la vida contenida en la misma. En Egipto como en India y en la alquimia esta dinámica se manifiesta como fuego y calor. Este fuego puede ser devorador y destructivo, pero también puede ser el fuego positivo de la transformación.”7

La polaridad de un elemento, tiene las características que pueden llevarnos a una visión unificadora, si es que lo permitimos. Este simbolismo no toma la misma forma en todas las tierras, culturas, visión del mundo, como en Egipto, en donde…
“El simbolismo del fuego es generalmente asociado con otra forma de la Gran Diosa, el Bast con cuerpo de gato, y la diosa leona Sekmet. La diosa leona simboliza el aspecto negativo, devorador del fuego y sol del desierto, el ojo solar que quema y juzga; mientras que Bast, pese a que es una diosa del este, no es una diosa del sol, sino que de la luna. Porque la luna, al igual que el sol, nace en el este y muere en el oeste.”8
La polaridad es unificada cuando dos personas se juntan, como en el acto sexual, en la unión carnal, como cuando dos almas se derriten a sí mismas por medio de la conexión obvia de sus expresión material, su cuerpo, pero, con mucho más que ofrecer en otros niveles si nos permitimos sumergirnos en otros campos, tal como la sexualidad es vista en otras culturas. Por lo que, por supuesto, la sexualidad no puede quedar fuera del cuadro. Sin esta, tal como lo sabemos, no estaríamos en la Tierra. Y en este planeta, tenemos un sistema patriarcal en funcionamiento, el que no siempre ha sido el preponderante. Las mujeres y el fuego han estado unidos por muchos siglos, pese a que nuestra cultura se ha olvidado de ello. ¡Oh, con facilidad nos olvidamos! Por lo tanto, cuando el aspecto matriarcal entra en el cuadro, el fuego tiene su lugar.

“Este simbolismo matriarcal de los cielos sobrevivió en Egipto por miles de años después de que la teología solar patriarcal se transformó en la visión oficial del mundo. Encontramos una situación correspondiente en México, en donde el polo celestial fue considerado como el ‘agujero’ en el cual se insertaba el barreno para hacer fuego.”9

De acuerdo a Einstein, el cambio es lo único permanente, lo que en un comienzo suena como una contradicción, pero poco a poco cobra sentido en la medida que gradualmente aceptamos el cambio en nuestras vidas, así como vemos que el movimiento no tiene que ser desconcertante, sino que algo que busquemos. Así y todo, los estudios muestran que el cambio es vivenciado como un factor estresante en la mayoría de las personas, ya que nos aferramos a lo que nos resulta familiar, por lo tanto, evitando el cambio, a veces a cualquier costo. Es una opción perdedora, ya que el cambio es inevitable. Estamos luchando en contra de la vida. Estamos utilizando demasiado ego para nuestro propio bien. La montaña puede verse débil, pero si continuamos golpeándonos la cabeza en contra de ella, lo más probable es que la cabeza termine dañada. La montaña no será movida en cuanto a un desplazamiento físico. Puede ser movida emocionalmente, según los pueblos nativos norteamericanos, que consideran que la Naturaleza tiene sentimientos. Por lo tanto, a no ser que aceptemos el cambio, no podemos recibir el progreso, la sanación, el goce de la vida. La transformación interna producida por el fuego, también puede ser representada en términos bien concretos, tal como Neumann menciona que,
“Con el uso del fuego como el símbolo e instrumento de la transformación, el vehículo, también, es transformado; este es el origen de la cerámica. Y ahora comienza a ser mejorada al freír, asar, y hervir. Un desarrollo posterior es el horno para asar, íntimamente ligado a los misterios de la agricultura: grano y pan. Por lo tanto, lo Femenino se transforma en el recipiente de transformación, y en los misterios primordiales yace las fundación de la cultura humana, que es la naturaleza transformada.”10

Cuando trabajamos o jugamos con la greda, las figuras, ollas, o cualquier otro objeto que hagamos tiene una cierta fortaleza, durabilidad, lo que nos permite llevar a cabo ciertas actividades con estas piezas. Pero, no son muy durables, a no ser que las pongamos en el horno y las cozamos. El fuego transformará esa piezas frágiles en unos recipientes más fuertes. Su mensaje es, «Permítete entrar en el fuego transformador, porque serás más fuerte». Nada queda igual después de un encuentro con el fuego. Nuevamente en la sexualidad, el varón entra en el horno de la mujer. El fuego ya está allí, descansando, encendiéndose con el encuentro.
“El principio luminoso del varón es vivido por la mujer de dos formas, como fuego y como luz más alta. En esta conexión, el fuego que en todas partes cuida la mujer es fuego bajo, fuego de la tierra y fuego contenido en la mujer, lo cual el hombre sólo tiene que ‘barrenar’ en ella para obtenerlo. La libido que se enciende en llamas en la sexualidad, el fuego interno que lleva al orgasmo, y que tiene su correspondencia alta en el orgasmo del éxtasis, es en esta manera un fuego que yace ‘en’ lo Femenino, que sólo necesita ser activado por lo Maculino.”11

El acto sexual es comparado al acto de hacer fuego, lo que puede tener dos resultados para el varón.
“Esta asociación es probablemente tan antigua como el acto de hacer fuego, lo que es comúnmente es interpretado como un acto sexual, con el fuego que sube, o en realidad, que nace en la madera femenina. Para la humanidad primitiva, la fricción no ‘hace el fuego, sino que sólo lo llama. Por lo tanto, de forma arquetípica, el ‘calor’, el ‘ardor’, de la mujer también puede aparecer como un poder destructivo y diabólico que quema al hombre.»12

El hijo divino es interpretado como la luz, el fuego, o relacionado con la divinidad, en varias culturas, tal como el fuego estaba presente en la cueva en la cual Zeus nació. Y en algunas culturas la sexualidad está relacionada con lo divino, por lo tanto, el fuego y lo divino caminan de la mano. Es algo que a la mayoría de la gente de Occidente le puede resultar extraño, ya que la divinidad es generalmente asociada con el celibato, al punto que la sexualidad se transforma en algo que debe de ser escondido, y ojalá, evitado.
“El dios del fuego de la India, Agni, también es llamado ‘aquel que se hincha en la madre (en la madera del fuego)’. Y en todos lados el significado de la luz y del fuego es atribuido al hijo divino, hasta Cristo, que dice: «Aquel que esté cerca de mí está cerca del fuego’ y ‘Parte la madera y estoy allí.’”13

El fuego y la fertilidad simbolizan la unión sexual.
“Una y otra vez, la oscuridad de lo Femenino nocturno es encendido y fecundado por el fuego y la luz; e incluso cuando el abrazo luminoso significa un matrimonio de muerte para la mujer, es una muerte transfigurada en un nuevo nacimiento.”14
En términos de adicción, el fuego aparece en varias versiones de su significado, dependiendo de qué tipo de adicción estemos hablando. Primero que nada, si me puedo permitir ser arrogante, estoy en desacuerdo con el gran Fyodor Dostoevsky, cuando dice que, “Sin el sufrimiento, la felicidad no puede ser entendida. El ideal pasa a través del sufrimiento como el oro pasa a través del fuego. El reino de los cielos se logra a través del esfuerzo.”15 Lo veo como una adicción judeocristiana al sufrimiento en todas sus formas. Sí, podemos aprender del sufrimiento, pero no lo veo como un requerimiento para una vida plena, de gran riqueza interior, con la felicidad como uno de sus ingredientes. Sin embargo, se convierte en una profecía autocumplida de que encontraremos sufrimiento en gran cantidad, si lo hemos considerado como uno de los requisitos para la felicidad. Llegará, y tal como ocurre con cualquier obsesión, no estaremos satisfechos hasta que la encontremos, y una vez que la hayamos encontrado, no la dejaremos ir. Es una adicción al dolor, hasta que pasemos por otros tipos de fuego, los que, a lo mejor, nos pueden ayudar a liberarnos de tales obsesiones como el dolor y el sufrimiento, si es que ese momento de liberación llega, o si es que estamos dispuestos a buscarlo. Y cuando llegue, si es que estamos dispuestos a aceptarlo, abrazarlo, incorporarlo en nuestras vidas. Muchos si es que esperando por nuestra decisión a que dejemos ir la adicción al dolor, a medida que nos acostumbramos a entornos internos y externos más placenteros. A pesar de nuestras primeras impresiones, una tarea muy difícil de lograr, ya que la homeostasis emocional nos llevará de regreso a los entornos conocidos de dolor, condición de víctima, viejas heridas, y todo aquello que nos ha mantenido allí, allí abajo, de alguna forma dejándonos en el útero materno, muchos años después del nacimiento.
Por lo tanto, la mano, la mano amigable aparece, subiéndonos y sacándonos del útero materno. Hemos renacido, hemos encontrado la luz, la vida está con nosotros, el placer está en todas partes. ¿Suena familiar? Es lo que generalmente llamamos enamorarse. Y en inglés se dice to fall in love, que será algo así como caer en el amor. Una interesante elección de palabras. Muchos autores han escrito sobre ellas, así como también lo han hecho los poetas. Se relaciona con la adicción, y pese a que aparece ser de otro tipo, la dependencia se encuentra allí. Aquí tenemos que discriminar, ya que no todas las relaciones son adictivas, pero podemos reconocer ciertos aspectos que resultan familiares a nuestras vidas, a cierta gente que conocemos. La pareja que aquí se menciona es famosa, por lo que no tendrás problemas en reconocerla.

La añoranza y la pasión expresadas por ciertos amantes en ciertos casos puede ser una cualidad adictiva, y se relaciona con el fuego de la pasión. Linda Schierse Leonard nos cuenta la historia de una pareja de amantes famosos en relación a la adicción, al decir que,

“El preludio musical de Tristán e Isolda expresa una sola emoción –una añoranza interminable e insaciable. Esta añoranza es la añoranza de la adicción. La añoranza casi tiene una cualidad de drogas, la que está basada en la poción del amor que sella su pasión, lo que en un comienzo Tristán e Isolda tratan de controlar. Desde un comienzo su amor es un imposible; esa imposibilidad –una vez que se han entregado a ella– continúa su adicción. El filtro del amor es un símbolo del fuego de la pasión y de la inextinguible añoranza a través de la cual los amantes adictivos son poseídos.”16

El amor también puede tener una cualidad diferente, una creativa, la que redime el espíritu en una canción de liberación de las cadenas que hemos creado alrededor de nuestras vidas, el arte de encadenarnos con el fin de justificar la parálisis, para que podamos mostrar algo, ya que a un nivel más profundo sentimos que no tenemos nada que mostrar. El fuego divino y creativo del amor derrite las cadenas, purifica el humo y el dolor y agonía residuales que han quedado de una vida, varias vidas (?) de heridas en nuestra alma individual y colectiva, por lo que con este fuego la herida se sana, el corazón está fresco como el rocío de la mañana, con todas sus gotas de agua mirando fijamente al sol del amanecer, reflejando el ser interior y verdadero, contestando las preguntas que los dioses han estado preguntando sin obtener una ninguna respuesta. Ahora, todas las respuestas están allí porque siempre estuvieron allí. Es que sólo ocurría que nuestra visión estaba borrosa, incapacitando nuestro andar, enmudeciendo nuestro hablar, dejándonos a la orilla del camino, como si la vida no tuviera significado, sólo porque desde ese lugar la vida no tiene significado.
En Los Hermanos Karamazov, de Fyodor Dostoevsky, el padre Zossima es una figura espiritual de gran sabiduría, después de haber pasado por la agonía de las más grandes tristezas, él menciona varios pasos que se pueden tomar para superar a las fuerzas oscuras de la vida, pero sin evitar las fuerzas de la oscuridad. Este es un hermoso recordatorio del trabajo de sombra, ya que cuando evitamos la sombra, esta toma control de nuestras vidas. Mientras reconozcamos la sombra, hay esperanzas de superarla. Lo contrario es la negación de nuestra realidad, es caer en la codependencia, el camino hacia la adicción. Para superar la sombra, debemos enfrentarla cara a cara, sin importar el precio que debamos pagar para liberarnos del control que ejerce sobre nuestras vidas. Al evitar la sombra, le hemos vendido nuestras vidas, lo que sólo nos lleva cada vez a una mayor y más profunda adicción, cualquiera sea la forma que la adicción se manifiesta en nuestras vidas.

En cuanto a los pasos, se parecen al programa de 12 pasos de Alcohólicos Anónimos. Leonard no dice que,
“Zossima enseña acerca de los ‘pasos’ de la ascensión del alma en la escalera espiritual de Dios. Estos pasos, como los doce pasos, requieren de la aceptación del sufrimiento, la humildad, el entregarse, la fe en un poder superior, tomar responsabilidad por nuestros pecados y por todos los humanos, la confesión, el perdón, el rezo y la meditación, y el don del amor hacia los demás. Estos pasos son el camino de la salvación y el éxtasis. Al practicarlos vivimos el éxtasis y los dones de la creación. La transformación de Zossima de la adicción a la creatividad es una que regenera la tierra, rescatando a la madre ausente y a lo femenino abusado, y uniendo a todos los seres desde el centro misterioso del corazón humano, que está guiado por el fuego del amor, divino y creativo.”17
Los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos tienen un enfoque con humildad, al admitir que como personas, como mortales no somos capaces de manejar el asunto por sí solos, por lo tanto, nos entregamos a un poder superior. Lo cual funciona para mucha gente. Así y todo, me pregunto si una recuperación que continúa para siempre –ya que alguien que ha tenido la adicción nunca se sanará, de acuerdo a Alcohólicos Anónimos–– no es una decisión que promueve el concepto de que esa persona nunca será libre. En otras palabras, al decir que alguien nunca estará libre de la adicción, ¿no está esa persona cumpliendo con una profecía autosatisfecha de esclavizarse eternamente al proceso adictivo? Sé que es un tema complicado, ya que tantas personas no podían funcionar en la vida hasta que encontraron el apoyo del programa y de las personas que actúan de voluntarios en las actividades de AA, los que actúan con respeto y amor, pero me pregunto si no contradice lo que dijo Einstein de que lo único constante es el cambio. Alcohólicos Anónimos dice que la gente puede lograr la sobriedad, pero que siempre serán adictos. Eso, si lo entiendo bien, me parece que se refiere a que la gente no cambia, por lo tanto el cambio no puede ser la única constante. Es un dilema muy truculento.

Y hablando de los que usan trucos, el trickster, que literalmente se traduce como tramposo o embustero, pero no es una buena traducción, es tanto una figura demoníaca como sanadora, y esta figura ha sido olvidada por lo que Jung llama «el hombre supuestamente civilizado», y al actuar esta negación de la realidad, el Trickster nos controla, ya que pretendemos que no existe. Esto lo podemos hacer da varios modos, y el más popular en cuanto a substancias químicas es el alcohol. Jack London nos menciona esto en su libro, John Barleycorn, cuando dice que, “Es un truco de John Barleycorn cambiar la sonrisa en una mofa sin dar el más mínimo aviso.”18

Según lo cita Leonard, Jack London continúa con su historia de John Barleycorn –barley corn, que London transformó en un apellido, se refiere al grano de cebada, el que se usa para preparar bebidas alcohólicas– y los trucos que le hacía a London, al agotar su energía, apagando la pasión de su alma, y la energía de buscar su verdad interior, ya que London era quien tenía el fuego, el deseo de profundizar:
“Es a estos buenos tipos a los que consigue –los tipos con el fuego y el deseo de vivir en ellos, los que tienen grandeza y calidez en sí mismos, y las mejores debilidades humanas. Y John Barleycorn apaga el fuego, debilita la agilidad, y, cuando no los mata o los enloquece inmediatamente, los vulgariza y entorpece, los tuerce y deforma, sacándolos de su naturaleza original de bondad y pureza.”19

Por una parte, la vida del adicto es una vida llena de los dolores y placeres más profundos. Una aventura plagada de sensaciones y emociones extremas, las que la mayoría de la gente trata de evitar. Es una montaña rusa imparable, de esas que hay en los parque de atracciones, la que fue construida hace muchos años, por lo que, ¿cómo sabemos que es segura? En muchos casos no lo es, y los carros sencillamente salen volando de los rieles, aterrizando en un campo distante, quizá, sin tener la habilidad de retornar a los rieles. Sin embargo, el vuelo que termina en un aterrizaje doloroso puede ser la alarma del despertador que el adicto necesitaba para salir de su letargo. Así y todo, puede batallar a ese despertar, al ser tirado por esa homeostasis física y emocional que le dice que en donde se encuentra no es un territorio seguro ni conocido, por lo que es mejor, sin importar lo doloroso que resulte, regresar al territorio conocido, lo cual quiere decir, el estupor, el humo, la adicción. Por lo tanto, el adicto regresa a la supuestamente zona de seguridad, ahogando sus sentimientos y emociones, sin importarle las consecuencias.

El fuego está consumiendo todos los aspectos de esa recuperación. Primero, cuando el alma están quemándose, pero el adicto trata de apagar el fuego al practicar la adicción, y luego, cuando comienza la recuperación, el adicto se siente como si estuviera en el infierno. Sí, es un proceso doloroso, ya que los que tienen la adicción son testigos del fuego del ser real, de lo que fue eficientemente negado, de tener una visión clara de sí mismos, por dentro y por fuera.
Y así, Leonard dice del autor ruso que, “La historia de la vida de Dostoevsky –su vuelo y caída en la adicción, y el don de su recuperación espiritual y creatividad– muestra un alma ardiendo. A través de la transformación de sus propios patrones adictivos en creatividad, Dostoevsky era, como todos los adictos en recuperación, un ‘testigo del fuego’. El estaba ‘poseído’ por las energías tanto del Amante Demoníaco (Demon Lover) como del Demonio Creativo (Creative Daimon). Muchas de las figuras arquetípicas en la adicción están representadas en varios personajes de sus novelas. De él, podemos aprender en profundidad no sólo de las poderosas conspiraciones de la mente del adicto, sino que también del camino de transformación y salvación de la recuperación y la creatividad.»20
El Amante Demoníaco (Demon Lover) es el que nos ofrecemos en la adicción a través de sus variadas formas, al seducirnos, para finalmente esclavizarnos. El Demonio Creativo (Creative Daimon) es una fuerza interna, un espíritu del interior que nos trae energía, que promueve la expresión del aspecto creativo de nuestro interior. El Demonio Creativo nos ayudará a dejar la adicción, nos ayudará ser libres.

La negación de nuestra realidad interior queda quemada por lo que Leonard llama juicio de fuego. La Vida, Dios, el Universo, o como queramos llamarlo, llega un momento en que pierde la paciencia, por lo que somos empujados a una situación en la cual finalmente nos enfrentamos a nuestra desolada y dolorosa realidad. Esto no sólo se refiere a los adictos de substancias químicas, sino que a cualquiera que no desee enfrentarse a su propia realidad, mediante el uso de cualquier método o combinación de métodos disponibles para la práctica de la negación de la realidad.
En Los Hermanos Karamazov, de Dostoevsky, Fyodor es el padre que abusa a sus hijos, adicto al alcohol, y que luego es asesinado. De los hermanos, Dimitri es el hermano mayor y el que más se parece a su padre. Dimitri es el que más abiertamente expresa su odio y desprecio por su padre. Quizá, él ve demasiado claramente el reflejo del espejo que su padre representa para él, además de la herida y el dolor de haber sido abandonado por su padre a una temprana edad. Dimitri sigue el camino de su padre hacia la adicción, por que él espera, tal como es la norma del comportamiento adictivo, a ser vencido por la Vida, después de pasarse toda una vida en la negación de su realidad. Leonard dice que, “Como muchos adictos, Dimitri fue incapaz de ver su vida claramente hasta que fue sacudido por la descarga de un rayo. El tuvo que ser hecho rehén y prisionero antes de que pudiera reconocer el abismo al cual ha caído. Pero, una vez que fue acusado y humillado públicamente, así como haber tenido su juicio de fuego interno, él entendió no sólo su sufrimiento, sino que el sufrimiento de todos los humanos. Y al aceptar ese sufrimiento, él pudo abrir su corazón a los demás.”21

Dostoevsky se encontraba escribiendo la continuación a Los Hermanos Karamazov en 1881 cuando falleció.
“El fue enterrado en el cementerio del monasterio de Alexander Nevsky, en donde descansan los restos de los compositores, artistas y escritores más famosos de Rusia. Treinta mil personas asistieron a su funeral, en el cual habían quince coros y setenta y dos delegaciones que portaban coronas de flores. La muerte de Dostoevsky causó dolor a personas de todos los niveles. Se transformó en una de las figuras mayores de la literatura mundial. El fue realmente una persona que pasó de la esclavitud del Amante Demoníaco al servicio del Demonio Creativo, y él dejó un gran obsequio. Su alma estaba ardiendo con la llama de la creación divina. Y, como el legendario pájaro de fuego de la antigua Rusia, él conscientemente se sacrifica, dejando el plumaje brillante de su escritura para que riegue la tierra, y que brille con la belleza, el amor y la esperanza trascendentes para aquellos que busquen verlo.”22
Austin Powers, el Hombre Internacional del Misterio (the International Man of Mystery) creado por Mike Myers mantiene al Dr. Malvado (Dr. Evil) bajo vigilancia, por lo que para disminuir los poderes de Powers, el Dr. le quita el mojo de Powers, lo que se podría traducir como el instinto sexual, y además, regulador de una serie de otros sistemas, entre los que se podría considerar su capacidad de arriesgarse por un fin de bien común, y esto se relaciona con el fuego, sin el cual Powers es un hombre ordinario, común y corriente. Powers necesita recuperarlo, ya que sabe que lo ha perdido. Ahora, no tiene la energía, los poderes especiales para derrotar al Dr. Malvado, a no ser que recupere lo que es esencialmente suyo. El Dr. Malvado lucha arduamente para evitar que Powers recupere su fuego. El doctor sabe que sin el fuego el superagente es poco lo que puede hacer. Finalmente, el hombre del misterio lo recupera, y la justicia se restablece en la tierra.

De la misma manera, los dioses a veces se toman sus precauciones para entregar el fuego. El héroe tiene que usar su astucia para engañar a los dioses, con el fin de recuperar el fuego. Es el camino del adicto, o de cualquiera que esté dispuesto a trascender la existencia ordinaria mencionada por Hermann Hesse en sus obras, El Lobo Estepario y Demián, seres especiales, diferentes al resto. En una historia similar, Joseph Campbell relata el caso de un héroe polinesio que engañó a los dioses que guardaban el fuego, con el fin de recuperar su don, y devolvérselo a la humanidad. En un comienzo, la batalla se dió a favor del guardián del fuego, sin embargo…
“Maui de Polinesia se enfrentó a Mahu-ika, el guardián del fuego, para quitarle su tesoro y retornarlo a la humanidad. ‘Despejen los arbustos de este campo para que podamos tener una contienda dentro de una rivalidad amigable’. Maui, debe decirse, era un gran héroe y un maestro de los artificios.”23
Por lo tanto, lucharon lanzándose mútuamente en el aire, hasta que pareció que Maui había perdido la batalla, pero en un cambio rápido del evento, él comenzó a lanzar a Mahu-ika al aire.
“Mahu-ika giró y giró en el aire y comenzó a caer de espaldas; y cuando estaba a punto de tocar el suelo, Maui dijo estas palabras mágicas: ‘Ese hombre, allí arriba–¡que caiga de cabeza!’
“Mahu-ika cayó; su cuello se hizo pedazos, por lo que Mahu-ika murió. Inmediatamente, el héroe Maui tomó la cabeza del gigante Mahu-ika y se la cortó, y se apoderó del tesoro de la llama, el que le entregó a toda la humanidad.”24
III. Mitología del fuego

Los mitos sufren transformaciones de todo tipo debido a una variedad de razones. Una de ellas es que generalmente las historias se transmiten de forma oral, con lo que cada relator de historias le quita o agrega unas palabras o interpretaciones. Con el tiempo, la historia cambia considerablemente, a causa de acciones conscientes e inconscientes.

Uno de estos casos es la historia de Jasón, quien se encontraba atrapado en la vientre de una ballena. Y Joseph Campbell relata que,
“En la historia esquimal de Ravén en el vientre de la ballena, el motivo de los palos de fuego ha sufrido una variación y subsecuente racionalización. El arquetipo del héroe en el vientre de la ballena es ampliamente conocido. La tarea principal del aventurero es generalmente hacer fuego con sus palos de fuego en el interior del monstruo, con lo que logra matar a la ballena y liberarse. Hacer fuego de esta manera es simbólico al acto sexual. Los dos palos –cavidad-palo, y broca– son conocidos respectivamente como el macho y la hembra; la llama es la nueva vida que se ha generado. El héroe que hace fuego en la ballena es una variación del sagrado matrimonio.”25

Sin embargo, la historia esquimal sigue un camino diferente:
“El principio femenino fue personificado en la bella chica con quien Ravén se encontró en la gran sala dentro del animal; mientras tanto, la conjunción de del macho y la hembra fue simbolizado separadamente en el flujo del aceite del tubo a la lámpara encendida. Ravén participa de este acto al probar el aceite. El cataclismo que resulta representó la típica crisis del nadir, el término de lo antiguo y el comienzo de lo nuevo. La emergencia de Ravén entonces simbolizó el milagro del renacimiento. Por lo tanto, los palos de fuego originales se han transformado en superfluos, un inteligente y entretenido epílogo fue inventado para darles una función en la trama. Al dejar los palos del fuego en el vientre de la ballena, Ravén pudo interpretar su redescubrimiento como una señal de mala suerte, lo que asustó e hizo que la gente se fuera, y así él solo gozó de toda la grasa de la ballena. El epílogo es un excelente ejemplo de elaboración secundaria. Demuestra el tipo de carácter astuto (trickster) del héroe, pero no es un elemento de la historia básica.”26

Hay una repetición en los círculos de la vida, como las estaciones del año, luego que la cuarta completa su período, la primera vuelve a comenzar. Algo que las culturas occidentales no consideran, es el fin del período actual del mundo debido a un incendio. Campbell expresa que, “El ciclo cosmogónico es normalmente representado repitiéndose a sí mismo, el mundo sin fin. Durante cada gran vuelta, disoluciones menores son generalmente incluidas, como el ciclo del sueño y del caminar se resuelve a través del período de una vida. De acuerdo a una versión azteca, cada uno de los cuatro elementos –agua, tierra, aire, y fuego– termina un período del mundo: eón de las aguas terminó en un diluvio, el de la tierra con un terremoto, el del aire con un viento, y el eón actual será destruido por el fuego.»27

Tal como ocurre con los aztecas, en la tradición de los pueblos nativos de Estados Unidos el fuego tiene un papel importante. Mad Bear, Oso Loco, un médico tradicional nativo, mal llamado por los pueblos blancos, hechicero o curandero, del Clan de los Osos de la Confederación Iroqués de Seis Naciones de Estados Unidos y Canadá, una vez le mostró una lámpara que imitaba al fuego a un grupo de guerreros jóvenes que se encontraban tocando música y cantando con él. Oso Loco (Mad Bear) tenía un gran sentido del humor y una forma especial de ver a la gente y a la vida. Doug Boyd, el escritor que relata esta historia, a quien conocí hace un año, se encontraba presente, junto a un estudiante de medicina de una de las universidades prestigiosas del noreste de Estados Unidos, quien se encontraba interesado en el trabajo de Oso Loco.
“Todos llevamos sillas al garaje adjunto. Con la cama alzada y el automóvil en el patio, este espacio era más grande que los tres cuartos pequeños de la casa. Oso Loco llevó un bolo de papas fritas y un plato de galletas de la cocina. Pusimos las sillas en un círculo, y una batea para lavar se puso al revés en el centro. Parecía que los visitantes estaban acostumbrados a este ritual: Con ellos tres golpeando el ritmo mientras cantaban, nos ofrecieron una variedad de ‘canciones sociales’, con Oso Loco participando de vez en cuando. ‘¡Oh, casi se me olvida!’ dijo, haciendo chasquear sus dedos, y saltando de su silla. ‘Tengo lo justo para esta ocasión. Creo que ustedes, hombres, no lo han visto. Lo había guardado, y lo encontré y saqué el otro día’.
Cuando regresó, traía una cosa de aspecto extraño con un cable de extensión. ‘Déjenme ponerlo aquí. Esto es algo muy exquisito’.
‘¡Oh, nos salve Dios!’ gruñó uno de los chicos.
Oso Loco puso la cosa en el suelo y la encendió. Comenzó a crujir y rechinar a medida que el pequeño motor eléctrico giraba en el interior. Era una hoguera de campamento artificial de ‘leños’ de plástico con papel de celofán rojo y oropel girando alrededor de un foco que tenía en el interior. Oso Loco la observaba con una mirada contemplativa, tratando de aparecer serio.

‘¡Eso es totalmente ridículo’! se quejó otro de los chicos.
‘Esto, se supone que es una fosa para el fuego, ¿o qué? Pareciera ser algo que los blancos diseñaron…’ Nos miró. ‘Oh, perdón’.
‘Bueno, no es exactamente un fuego sagrado’, Oso Loco concedió, ahogando una risa. ‘Pero, hay que considerar que estamos cantando canciones sociales en el garaje de cemento. Tienen que admitirlo. Es, en cierta forma, magnífico, si es que lo observan de la forma correcta’.

Sus tres amigos jóvenes pudieron eventualmente ignorar la cosa para poder volver a tocar los tambores y cantar, pese a que el motor pequeño que rechinaba y el ruido del celofán producía un fondo incongruente. Ellos tenían un extenso repertorio de canciones, y repitieron lunas de sus favoritas más de una vez. Ya llevábamos por casi dos horas cuando Oso Loco sugirió que era hora de irse.
‘La cosa del fuego es bastante tonta’, dijo cuando se habían ido. ‘Uno podría pensar que no les gustó, pero, creo que, en realidad les gustó. Estos chicos de la reservación, la vida no es fácil para ellos. Son criados en una especie de forma tradicional, pero, con la escuela y la televisión y todo lo demás, tienen que descubrir como pueden encajar en la sociedad blanca y como tener su propia identidad indígena. Es que, quizá, es bastante difícil para todos, en estos días. Cómo ser, ya no está tan claro. Y no hay suficiente ayuda para la gente. Pero uno no se puede tomar tan en serio, no importa quien seas o quien serás. De lo contrario, se hace muy pesado. Lo principal es, tienes que tener humor si quieres ser bueno.”28
¿Cuál es el fuego verdadero, la pasión real por la verdad y la sanación, el camino que nos lleva a recuperar todas las posibilidades? Oso Loco parece señalar el camino de no tomarse a uno mismo muy en serio, debido al peligro de terminar con un ego demasiado hinchado. Sin embargo, el camino se hace más difícil para aquellos que cabalgan en dos caballos, el nativo, como el de los guerreros jóvenes que desaprobaban de la lámpara de Oso Loco, mientras cabalgan el otro caballo de la cultura blanca que los rodea completamente. ¿Cuál es el correcto para ellos, y para aquellos que cabalgan dos caballos, como yo mismo?
Me siento tirado desde dos direcciones. Siento la añoranza por la manera de ser tradicional de mi gente, mientras acepto la nueva forma de ser a la que me acostumbrado en las tierras del norte. Por lo tanto, ¿me voy al Sur, o me quedo en el Norte? ¿Hacia donde va mi corazón, para estar tranquilo, en paz, cálido, sabiéndose deseado, aceptado? ¿O es una causa perdida, como a la que se enfrentan los guerreros jóvenes con sus dos caballos listos para llevárselos, pero en direcciones diferentes?

Esta combinación de dos antecedentes, de dos tipos de fuego es enriquecedora, pero muchos guerreros encontrarán insultante, raro, y sencillamente feo que se les ofrezca algo que no tiene el espíritu de lo que es real, en este caso, para ellos, el fuego. Quizá, con el paso del tiempo, como en el caso de Oso Loco, podemos apreciar la belleza en lo falso de la imitación de la vida. Es una versión diferente del fuego de la vida, sin embargo es un intento a relacionarse con la misma, y allí puede que yazca su valor, en ese tender de la mano, en esa búsqueda del fuego original.
Otra versión del fuego se puede lograr en un simple cubo de basura en medio de un estacionamiento, cuando los ancianos, como en el caso del anciano Trueno Rodante (Rolling Thunder), deciden que está bien para realizar una ceremonia. El fuego, siendo el ingrediente principal, la fuerza unificadora del ritual de reunirse con el propósito de la sanación. La sanación, siendo la expresión, en muchas formas, de la unidad de todos los seres, en cualquier versión celebratoria que pueda tomar esa versión. Y el fuego está al centro de esta celebración, como un símbolo de la vida, del Espíritu, de la fuerza de la vida.
Dos culturas se unieron con un fin común cuando un grupos de indios navajos jóvenes hicieron un fuego ceremonial para hacer un ritual. Uno de los participantes era sensei (maestro) Jison, un monje japonés. Después de la ceremonia, un guerrero joven se quedó atrás, esperando a que el fuego se apagara, para recolectar las cenizas. Esto le preocupó a Jison, quien no entendía por qué el guerrero joven tenía que quedarse solo, mientras todos se iban, por lo que se ofreció a ayudar.
“’Está bien, yo puedo recolectar las cenizas por ti’, dijo Jison, mientras regresaba hacia el fuego. Se sacó sus sandalias de madera y, agachándose, se sacó sus calcetines blancos y los depositó sobre las sandalias. Descalzo, se paró sobre el fuego, subiéndose la túnica para alejarla de las llamas. El fuego estaba bajo y casi apagado, pero los carbones estaban brillando al rojo vivo. Los carbones se partieron, a medida que los destrozaba bajo sus pies. Saltaban chispas. Esta no era una ‘caminata sobre el fuego’ común y corriente: Jison se quedó un largo tiempo en el fuego, pulverizando los carbones en pequeños trozos moliéndolos hasta convertirlos en ceniza al hacer girar los pies sobre estos, y luego parándose sobre los mismos hasta que apagados y lo suficientemente fríos como para recolectar la ceniza con sus manos. Extendió sus manos como si formaran un recipiente, y dijo algo en japonés.
“’¿Podemos poner las cenizas en el frasco?’ tradujo Hiro.”29
Las cenizas eran lo que quedó del fuego. Son las memorias de la creación, de la vida que ha descansado. Las cenizas nos señalan que un nuevo día se avecina, luego que el antiguo fuego ha completado su ciclo. Las cenizas aún están un tanto tibias del día anterior, sin embargo, están listas para que se haga un nuevo fuego. Es cuando el pelo se pone gris, y luego, blanco, cuando entramos en los años plateados, cuando se está preparando para dejarle espacio a los nuevos fuegos que vienen a tomar nuestro lugar. Jison podía navegar el fuego y la ceniza, él estaba a gusto en ambos mundos, ya que había aprendido sobre la vida.

Ver al otro, al que tiene un aspecto diferente al nuestro, al que hace las cosas diferentes a como las hacemos nosotros, o tiene un acento cundo habla, puede ser una experiencia que da miedo, una fuente de inspiración, o un profundo sentimiento de rabia y odio, generalmente basado en el miedo, y a veces, en memorias de antiguas heridas que el tiempo no ha sanado. Arnold Mindell se refiere a todas estas emociones y las situaciones que las inspiran, en su libro, Sitting in the Fire, Large group transformation using conflict and diversity, (Sentándose en el Fuego, Transformación de un grupo grande usando conflicto y diversidad), en el cual explica el concepto de Worldwork (Trabajo mundial), el sistema que usa para promover la sanación entre las comunidades de antecedentes raciales y sociales diferentes. Tiene muchas similaridades con lo que llamamos patologización reflexiva en el Instituto de Estudios Imaginales (Institute of Imaginal Studies). La diferencia es que la gente que participa en Worldwork pertenece a una variedad de comunidades raciales y sociales, algo que desafortunadamente no ocurre en nuestra universidad, en donde la mayoría es de raza blanca y de un estrato socioeconómico de clase media. También, la gente que participa con Mindell, en algunos casos se reúnen una vez, y es posible que nunca se vuelvan a ver, lo que es muy diferente a nuestro programa, el que dura de dos a cuatro años, y durante todo este tiempo el grupo comparte todas las experiencias del proceso de aprendizaje y sanación, lo que encuentro enriquecedor y de un gran apoyo en el proceso de sanación de cada persona.

Al comienzo de este libro, él describe lo que es trabajar en diversidad, al decir que,
“Crear libertad, comunidad y relaciones viables tiene su precio. Cuesta tiempo y valor aprender a sentarse en el fuego de la diversidad. Quiere decir, quedarse equilibrado mientras se permanece en el calor creado por los problemas.”30
Estoy pasando por enormes cambios personales en la universidad, los que están evolucionando mi vida en formas que jamás me había imaginado, por lo cual estoy agradecido, pero tengo una gran añoranza por diversidad en todas sus formas en nuestra universidad, especialmente en el caso de la diversidad étnica y racial, la cual brilla por su ausencia. Veo la ausencia de estudiantes de una variedad de colores y formas de ver la vida, como el resultado del miedo a lo que Mindell llama el fuego de la diversidad. La ubicación geográfica tampoco ayuda, ya que nuestra universidad se encuentra lejos de una gran ciudad, que es el lugar típico de residencia para la mayoría de las minorías. Me siento aislado cuando expreso mi punto de vista en una variedad de temas. Me veo como alguien cuya visión sería entendida en otros lugares, por otra gente, sin embargo en mi universidad soy el que piensa y siente de una forma un tanto rara. He optado por quedarme callado, pero no es una alternativa que resulte fácil, ya que me gusta expresar mi punto de vista, a veces más de lo que es conveniente en ciertos círculos. Me meto en problemas, lo que me ocurre a menudo en mi grupo en la universidad, ya que me encuentro hablando en un idioma cultural completamente diferente, mientras recibo miradas en blanco de que no me entienden lo que quiero decir, de lo que tengo en mi corazón, o de la forma que podría ser escuchado para captar mi mensaje. Tal como hablamos de la diferencia generacional, en este caso hay una enorme diferencia cultural, con ambos lados sin saber como traducir lo que el otro está diciendo.

De acuerdo a Mindell, Worldwork ofrece una variedad de nuevas perspectivas, como el Caos –similar a lo que proponemos en nuestro grupo/clase–, Aprender, Corazón Abierto, Autoconocimiento, y Lo Desconocido. En relación al Corazón Abierto, Mindell menciona que “Worldwork depende de la calidad del corazón para sentarse en el fuego del conflicto sin quemarse. Worldwork usa el calor del fuego para crear comunidad.”31

En cuanto a Lo Desconocido, expresa que, “Worldwork reconoce que la comunidad sustentable siempre se ha basado en el respeto por lo desconocido.”32
La perspectiva de Lo Desconocido choca de cabeza con la perspectiva occidental de establecer que la ciencia es la respuesta a todos los dilemas de la vida, lo que no deja espacio para la aceptación de lo desconocido, a aceptar el misterio de la vida, lo que crearía un espacio para que floreciera el mito y el simbolismo, el campo de los filósofos, místicos, y poetas, y en una aceptación aparentemente contradictoria de la integridad de la totalidad, pero que a la vez lo abarca todo, el científico también se uniría a esta categoría, ya que cuando la ciencia no es tratado con dogma, especialmente la perspectiva newtoniana de la ciencia, entonces deja suficiente espacio para cabalgar por la pradera del saber sin ser impedida por las limitaciones de la ciencia materialista, tal como es enseñada en las escuelas alrededor del mundo. Ese enfoque de la ciencia está comenzando a morir lentamente, dejando espacio para la ciencia fluida, la perspectiva de los opuestos unificadores que todo lo acepta, la visión de que las polaridades tienen un lugar en donde se pueden unir en el campo unificado, en una unión de los elementos, en una conjunción de los antiguos enemigos, en un Yin-Yang científico, la reunión final que tanto miedo inspira tanto en los creyentes como en los no creyentes, y por una buena y poderosa razón. No, en este caso, no es paranoia. Es un miedo basado en la realidad de que los opuestos colapsen debido a la presión ejercida por las fuerzas de la inclusión, algo que muy poco están dispuestos a aceptar dentro o fuera de los confines de la ciencia.

En Los Arquetipos del Inconsciente Colectivo, Jung menciona el fuego de los alquimistas en relación a la palabra “idea,” y conectado a la fuerza vital que nos conecta a todos nosotros. Todo esto es difícil de entender dentro de la noción materialista de la ciencia newtoniana, lo que se torna bastante reduccionista tanto en lo teórico como en su aplicación, al no aceptar más que aquello que puede medir, que es un concepto típicamente newtoniano. El positivismo en su máxima expresión. Por lo tanto, ¿el fuego y el inconsciente colectivo? “Muy bien, midámoslo, si es usted cree que es tan real y científico,” nos diría el positivista. Sin embargo, quizá haya más de un enfoque a la ciencia. Quizá también haya uno más expansivo, uno que en ciencias políticas se llamaría la política de la inclusión, la gran tienda, que es, dicho sea de paso, un debate constante dentro del Partido Republicano de Estados Unidos. Se continúan preguntando, “¿debemos incluir en nuestro partido a los gay, a las mujeres, y a las minorías?” Una difícil pregunta cuando algunas interpretaciones dadas por algunos los miembros del partido nos dicen que la opinión de esa gente no tendría mucho valor en ningún caso. ¿Suena extremo? Estoy de acuerdo en que no sólo suena extremo…
¿Y en dónde encaja el fuego en todo esto? Bien, veamos lo que el Dr. Jung desea decir. He puesto tres puntos, «…» cuando no podía reproducir las palabras usadas por Jung. Me parece que él está usando el alfabeto griego en estos casos.
“68 Tomen, por ejemplo, la palabra ‘idea.’ Se remonta al … concepto de Platón, y las ideas eternas son ideas imágenes primordiales guardadas … (en un lugar supracelestial) como formas eternas, trascendentes. El ojo de observador las percibe como ‘imagines et lares,’ o como imágenes en sueños y visiones reveladoras. O tomemos el concepto de energía, que es una interpretación de eventos físicos. En tiempos antiguos era el fuego secreto de los alquimistas, o flogisto, o la fuerza de calor inherente en la materia, como ‘calor primario’ de los estoicos, o el … heraclitoneano (fuego eterno), que bordea en la noción primitiva de una fuerza vital que todo lo penetra, un poder de crecimiento y sanación mágica que generalmente es conocido como maná.”33

Uno de los dilemas que los humanos han tenido a través de la historia es cómo determinar quien está sano y quien está loco, si vamos a usar un término no clínico y políticamente incorrecto, como le llaman en Estados Unidos a ese tipo de lenguaje. Una vez que etiquetamos a alguien con esa condición, como que de alguna forma ha perdido su sano juicio, la respuesta usual que tenemos con tal persona es el ostracismo, aislamiento, y que es la habitual que usamos con aquellos que piensan diferente a como piensa la mayoría de la sociedad. Y todo nuestro accionar está respaldado por la comunidad científica. Algunas personas, que piensan o han pensado de una manera diferente a las pautas del estado que establecen buenas normas de pensamiento comportamiento, han sido enviados a hospitales siquiátricos de una manera recia y obvia en diferentes épocas de la historia, y aún se realiza hoy en día en varios partes del mundo, pero con un estilo mucho más sofisticado. Por lo tanto, pensar de una manera diferente al establecido puede serte no sólo peligroso para tu salud mental, sino que para la física, también. Así como recuerdo la película Un Vuelo Sobre el Nido de Cuco (One Flew Over the Cuckoo’s Nest), en la que una vez que los pacientes entraban en el pabellón siquiátrico, les costaría mucho volver a salir. La respuesta del nativo norteamericano fue muy interesante, ya que pretendió ser sordomudo, protegiendo su vida de una situación que de otra forma hubiera sido insoportable.

Jung menciona la historia de un hombre que había sido diagnosticado como esquizofrénico paranoico. Jung lo conoció en 1906, antes de que Jung hubiera comenzado su estudio de la mitología y la arqueología, según relata. El hombre, cuando el joven Dr. Jung fue a visitarlo, le pidió que moviera la cabeza y pestañeara tal como el hombre lo hacía. Le dijo a Jung que así le sería posible ver el pene del sol, y agregó que de este pene fue creado el viento. Jung describe el fuego como el dios sol. Cuatro años más tarde, a medida que Jung comenzó a estudiar mitología y arqueología, encontró un libro del filólogo Albretch Dieterich, en el cual escribe obre el papiro griego. Es algo que viene de la escuela alejandrina del misticismo, lo que mostraba similaridades importantes con la historia que el paciente le había relatado a Jung cuatro años antes. En relación al trabajo de Dieterich, Jung dice que…
“106 Es obvio que la intención del autor es capacitar al lector para que tenga la experiencia de la visión que él tuvo, o al menos, en la que cree. El lector será iniciado en la experiencia religiosa interna, ya sea del autor, o –lo que parece más probable– de una de las comunidades místicas de las cuales Philo Judaeus da cuenta de manera contemporánea. El fuego –o dios del sol– que aquí se evoca es una figura que tiene un paralelo histórico cercano, por ejemplo, con la figura de Cristo del Apocalipsis.

Por lo tanto, es una ‘representación colectiva’, tal como son las acciones rituales descritas, como la imitación de ruidos animales, etc. La visión está incluida en un contexto religioso de una naturaleza claramente extática y describe un tipo de iniciación a una experiencia mística de deidad.”34

Jung habla acerca del arquetipo del pequeño hombre viejo como del inconsciente y también, del sol, el fuego más grande, comparando la pequeñez de la figura del hombre pequeño al poder del mundo atómico en la física. Además, a veces en la vida el detalle más pequeño puede tener la clave que soluciona todo el enigma. Me sorprendió el interés de Jung por la física, sin embargo, la que puede ser considerada la más material de las ciencias está alcanzando a lo que podría considerado el mundo espiritual o místico, especialmente con la versión cuántica de la física, la que se encarga del estudio de las partículas más pequeñas del Universo, aquellas a las que Jung hace mención.

Por lo tanto, Jung continúa mencionando el sol, el fuego, y el tizón (palo a medio quemar, según el diccionario), en este caso, en relación a cuentos de hadas.
“409 En ciertos cuentos de hadas primitivos, la calidad iluminadora de nuestro arquetipo está expresada por el hecho que el hombre viejo es identificado con el sol. El trae un tizón consigo que usa para asar una calabaza. Después que ha comido, él se vuelve a llevar el fuego, lo que causa que la humanidad se lo robe. En una historia de los indios norteamericanos, el hombre viejo es un hechicero que es dueño del fuego. El Espíritu también tiene un aspecto de fuego, tal como lo sabemos del lenguaje del Antiguo Testamento y de la historia del milagro Pentecostal.”35

El fuego y la sexualidad están conectados, como vimos con anterioridad. Esta conexión surgió en una sesión cuando Jung, quien a veces usa dibujos cuando trabaja con sus pacientes, usó un dibujo en particular, que tenía el número 4, el cual muestra un simbolismo sexual. El usará esta descripción para hacer la conexión, más tarde, entre las emociones y el fuego. Describe el dibujo al decir…
”557 La serpiente de nuestro dibujo representa no tanto al espermatozoo, sino que con mayor precisión, al falo. Leone Ebreo, en su Diálogo de amor (Dialoghi d’amore), llama al planeta Mercurio el miembro viril (membrum virile) del cielo, o sea, del macrocosmos concebido como el hombre máximo (homo maximus). El espermatozoo parece, en realidad, corresponder a la substancia dorada que la serpiente está inyectando ectodermo invaginado del núcleo. Los dos pétalos plateados (?) probablemente representan al recipiente receptor, el plato en forma de luna en el cual la semilla del sol (oro) está destinado a descansar. Debajo de la flor hay un pequeño círculo violeta dentro del ovario, lo que señala por su color que es una ‘nauraleza de unión doble’, espíritu y cuerpo (azul y rojo). La serpiente tiene un halo amarillo claro, lo que representa su numinosidad (nota del traductor: espiritualidad, carácter sobrenatural).”36

Relacionando a las emociones con el fuego, Jung continúa trabajando con el Dibujo 4, esta vez cuando le muestra el dibujo a uno de sus pacientes. El menciona cómo el peligro de la serpiente es visto de forma diferente por hombres y mujeres:
“559 En cuanto al contexto del Dibujo 4, la señorita X enfatizó que lo que más la molestó fue la banda de mercurio del Dibujo 3. Ella pensó que la substancia plateada debía estar ‘en el interior’, y que las líneas negras de fuerza quedaran en el exterior para así formar una serpiente negra. Esta ahora rodearía la esfera. Ella pensó que en un comienzo la serpiente era un ‘peligro terrible’, como algo que hace peligrar la ‘integridad de la esfera’. En el punto en donde la serpiente penetra la membrana nuclear, se produce un incendio (emoción). Su mente consciente interpretó esta conflagración como una acción defensiva por parte de la esfera, por lo tanto trató de representar el ataque como si hubiera sido rechazado. Pero este intento no logró satisfacer los ‘ojos’, pese a que me mostró un bosquejo hecho con lápiz del mismo.
Ella, obviamente, se encontraba en un dilema: no podía aceptar la serpiente, porque su significado sexual era demasiado claro para ella sin ninguna asistencia de mi parte. Sólo le dije: ‘Este es un proceso bien conocido, el que puede aceptar con seguridad’, y le mostré un dibujo similar de mi colección, hecho por un hombre, de una esfera flotante que era penetrada desde abajo por un objeto negro con forma fálica. Luego, ella dijo: ‘De súbito entendí todo el proceso en una manera más personal’. Fue la comprensión de una ley de la vida a la cual el sexo está subordinado. ‘El ego no era el centro, sino que seguía una ley universal, yo circulé alrededor del sol’. Por lo tanto, ella fue capaz de aceptar la serpiente ‘como una parte necesaria del proceso de crecimiento’ y terminar el dibujo rápida y satisfactoriamente. Sólo una cosa continuó creando dificultades: ella tenía que dibujar la serpiente, dijo, ‘Ciento por ciento en la parte superior, en el centro, para satisfacer los ojos’. Evidentemente, el inconsciente sólo estaría satisfecho con la posición más importante en la parte superior y en el centro –en contraste directo con el dibujo que le había mostrado con anterioridad. Esto, como dije, fue hecho por un hombre, y mostraba el símbolo negro y amenazante que entraba en el mandala por abajo. Para una mujer, el peligro típico que emana del inconsciente proviene de arriba, de la esfera ‘espiritual’ personificada por el aspecto espiritual (ánimus), en cambio para el hombre viene del reino de los muertos (chthonic) del ‘mundo y de la mujer’, por ejemplo, el alma (ánima) proyectada en el mundo”.37

Continuando con los dibujos, Jung menciona el mandala, una figura usada para la contemplación en algunas tradiciones orientales. De los tres círculos que algunos de ellos tienen, pintados en colores oscuros, como azul o negro, el externo está hecho de fuego, también conocido como el fuego de la concupiscentia, una palabra en latín que se refiere al deseo sexual, a la lujuria. Este fuego se relaciona con los tormentos del infierno, por causa de los deseos.

«Los horrores del cementerio generalmente son generalmente manifestados en el círculo exterior. En el interior hay un padma, ‘flor de loto.’ Luego viene una especie del patio de un monasterio con cuatro portones. Significa reclusión y concentración sagradas. Dentro de este patio hay, como regla, los cuatro colores básicos, rojo, verde, blanco, amarillo, que representan las cuatro direcciones y también las funciones síquicas, tal como muestra el Libro Tibetano de los Muertos. Luego, generalmente separado por otro círculo mágico, está el centro como el objeto esencial o meta de la contemplación.»38

El fuego como el recopilador de las almas, como un centro de diálogo, para conocerse entre sí, el que reside en nuestro interior, el reflejo de nuestra alma en la personificación que se encuentra al otro lado del fuego. La luz que está entre tú y yo, el fuego que separa –¿o está unificando?– dos almas dispuestas a encontrarse con la otra. Es la tibieza que añoramos, la ternura ausente en nuestra vida cotidiana, el abrazo consolador del amigo, del amante. Por lo tanto, el fuego está allí para mostrarnos el camino hacia la tibieza, esa chispa en la vida que nos invita a dar más, para que así nos demos cuenta de lo que tenemos. ¿Dudamos a hacerlo? Te lo aseguro que sí, pero el fuego nos está mostrando el camino, como un padre que nos apoya mientras aprendemos a dar los primeros pasos. Y así, vacilantemente nos sujetamos de su mano, esperando que él se quede con nosotros, ya que la seguridad es sólo un concepto, válido por el tiempo que pensemos que va a durar. Es la condición transitoria de algo a lo cual nos estamos sujetando, esperando que no vaya a ser una realidad fugaz. A medida que pasa el tiempo, el fuego nos ha ayudado a acercarnos, así como gradualmente vamos bajando la guardia, los músculos tensos se relajan un tanto, mientras rediseñamos la manera como sostenemos nuestro cuerpo, aceptando que tenemos uno, por lo tanto, ¿para qué resistirlo tanto? La conexión con el otro se hace cada vez más cómoda, menos dolorosa, en la medida que aceptamos el cuerpo que hemos rechazado por tanto tiempo.
Timothy Leary –a quien conocí en Los Angeles mientras me dedicaba su autobiografía– el gran explorador del mundo psicodélico, viajó por todo el mundo, en algunas ocasiones para descubrir diferentes maneras de pensar y conceptuar la realidad, y durante viajes más urgentes, porque estaba escapando de la justicia, debido a sus prácticas inducidas químicamente, las que son ilegales en la mayoría de los países. En esta ocasión, él se encuentra visitando la India, y se dirige a la casa de un inglés que se había hecho maestro de la tradición hindú. Han estado hablando por un buen tiempo sobre prácticas y rituales espirituales. La conversación puede continuar eternamente, especialmente cuando la compañía en la cual nos encontramos tiene mucho que decir, y en una manera entretenida, de gran riqueza de contenido, y con una gran iluminación en el mensaje, como era el caso del inglés. Timothy se encontraba fascinado mientras escuchaba, pero era necesario un cambio en el ritmo, para que todo no fuera sólo palabras. Un recuerdo de que el alma sin un cuerpo no es algo que reconozcamos con facilidad. La necesaria conjunción de la tierra y los cielos, ambos apoyándose entre sí, como amantes que se entregan tibieza en una fría noche otoñal. En ese preciso momento, el inglés se pone de pie y le dice a Timothy, «Ya hemos hablado suficiente de rituales. Sentémonos junto al fuego en la cocina y cocinemos una comida para entibiar nuestras almas.»39

Comidas calientes entibiando el alma, suena como si Roberto Assagioli se encontrara hablando a través del inglés, que es como Timothy lo llama. Assagioli, que fue el creador de la psicosíntesis, era un psiquiatra que vivió en Florencia, Italia, y que mencionaba dos niveles de desarrollo para que el individuo alcanzara esa psicosíntesis: Primero, el primer piso de la casa, la psicosíntesis de personalidad, que viene a ser la fundación para el segundo piso, que es la psicosíntesis espiritual.

El describe un enfoque al estilo de «lo primero es lo primero» para lograr el desarrollo de la persona, por lo que el primero piso viene antes de que volemos a los cielos. Eso era a lo que el inglés se refería cuando mencionó que era suficiente de conversación de rituales, y que era el momento adecuado de acordarse del cuerpo, para que una comida caliente entibiara el alma. Es lo que les ocurre a los que saltan a las experiencias psicodélicas cuando el ego no se encuentra lo suficientemente fuerte y claro para aguantar esa experiencia. Es como comenzar la construcción de la casa desde el segundo piso, antes de que el primero esté lo suficientemente fuerte como para soportar el peso del segundo. Por lo tanto, algunas personas que van al segundo piso a través del camino químico, a veces se quedan allí, sin saber cómo regresar, si es que están conscientes de que se han quedado en el segundo piso. Por supuesto, la pregunta podría ser, ¿por qué iban a desear regresar? Aún así, lo veo más como una opción, ya que no buscaron quedarse allí en el primer lugar. Es como alguien que viaja por razones turísticas, y luego se queda en tierras lejanas. ¿Y si esa tierra fuera cautivante, al punto de ser superior al deseo de retornar?
Los poetas hacen un puente entre el primero y segundo piso. Ellos están familiarizados con ambos niveles, por lo que se ofrecen a ser los mensajeros entre ambas dimensiones. Los poetas son los mensajeros del cielo, nuestros traductores del mundo imaginal, nosotros, meros mortales que vivimos en el mundo material. Muchos poetas le cantado odas al fuego, como una inspiración a su oficio, sus esculturas de palabras basadas en la pasión, el dolor, y la celebración de la vida. Sus canciones han sido de tantos colores como el arcoiris es capaz de darnos. Uno de estos pintores del lenguaje es David Whyte, nacido en Inglaterra, pero residente en EE.UU., en donde ha tomado el inusual trabajo de llevar la poesía a las grandes corporaciones. Por definición, una contradicción de términos, sin embargo, está teniendo éxito, siendo aceptado por ingenieros y contadores, MBAs y administradores, lo que sugiere que la vida no tiene que ser tan gris, llena de corbatas, trajes, colores oscuros, y una distancia entre las almas que habitan las estructuras imponentes y amenazadoras en donde realizan sus actividades. Quizá, sólo quizá, esto se está transformando en algo menos amenazador a medida que se embarcan en viajes destinados al mundo imaginal, el mundo que nadie les dijo que existía, al menos, que no existía para la gente seria y profesional.

Y así, la poesía, los sueños, y las canciones del alma han entrado en Wall Street gracias a David Whyte y a todos los otros que se han ofrecido a hacer de puentes, aquellos que están recuperando el fuego del alma a lugares en donde por mucho tiempo pensaron y sintieron que tal cosa no existía. Y la comunidad empresarial está aceptando y buscando al llamado del alma, muchos de ellos bebiendo de la copa de la poesía con una mirada sedienta. Si, ¿y cómo iba a ser?, te puedes preguntar. Exactamente. Por eso, David está ofreciendo talleres de poesía entre computadoras, estadísticas, diagramas, ingresos y utilidades, activos y pasivos. ¿Podría ser esta la razón por la más larga expansión económica en la historia de EE.UU.? Yo diría que sí. La perspectiva unidimensional ha recuperado su fuego, su mojo, como Austin Powers lo llamaría, finalmente aceptando la multidimensionalidad de la vida, el alma que todos tenemos y que nos rodea.

Whyte, a quien conocí en Seattle mientras asistía a uno de sus cursos, señala que,
«Vivimos, parece, sin importar la época, entre dos fuegos, uno caliente y uno frío, y debido a que la creatividad verdadera siempre ha tenido una corriente oculta de muerte y resurrección en la misma, como poetas o administradores debemos intuitivamente preguntarnos en qué elemento eventualmente pereceremos. Este es Robert Frost, a comienzos de este siglo (XX), en su voz íntima y modesta de Nueva Inglaterra (Noreste de EE.UU.), ponderando sus posibilidades.

Fuego y Hielo
Algunos dicen que el mundo se acabará por el fuego
Algunos dicen que en hielo.
De lo que yo he robado del deseo
Estoy entre los que favorecen al fuego.
Pero si tuviera que morir dos veces,
Creo que sé lo suficiente sobre el odio
Para decir que para la destrucción el hielo
También es excelente
Y sería suficiente.

«Este borde afilado entre la nutrición y el terror, entre todo lo que es apasionado y todo lo que está entumecido y frío, parece yacer, como el fuego que entibia nuestros corazones, al centro de la aspiración humana. Nuestras posibilidades fogosas por una vida apasionada y creativa llevan en todo momento consigo la posibilidad de ser quemadas por el fracaso o ser lanzadas en la oscuridad exterior de la frustración. Cuando se nos pide que hablemos sobre una verdad creativa pero perturbadora, nos congelamos ante tal posibilidad e inmovilizamos la lengua. Es mejor, pensamos, mantener ese fuego oculto, un destino congelado vivido a un nivel de frustración es mucho más preferible a una satisfacción que se quema frente a nuestros ojos, y aún peor en el trabajo, ante los ojos de los demás. Nunca nos metemos totalmente en la oscuridad, pero tampoco nos acercamos a la llama de nuestra posesión más importante, y así transformarnos en el fuego mismo.

«El miedo a que nuestras fallas puedan ser reveladas a los demás o que podamos perder las relaciones de trabajo que nos sustentan a través de acciones arriesgadas y creativas, así como la desaparición de apariencias superficiales ha sido uno de los temas implícitos de la poesía y el drama, temas que aún informan nuestros intentos diarios de vivir los deseos del alma en nuestro lugar de trabajo.»40
Nos enseñan en casa, luego en la escuela, y más tarde en nuestras nuevas familias, nuestros trabajos, por la religión, el sistema legal, y todas las otras instituciones y gente que modelan nuestras vidas, que es mejor que sigamos el camino. No es necesariamente lo que llamaríamos nuestro camino individual, sino que el camino que ha sido puesto frente a nosotros, para que lo caminemos y lleguemos a ser lo que se espera de nosotros por parte de aquellos que nos rodean, así como por nuestros antepasados y los antepasados de la sociedad. Sabemos que hay, quizá, consecuencias muy graves si no seguimos el camino que se nos ha dado. Uno de ellos es el ostracismo como consecuencia del proceso del chivo expiatorio, u otras aún más duras, dependiendo de las costumbres de cada comunidad. La historia está llena de estos casos, y algunos de nosotros hemos vivido represalias en nuestra vida. Por lo que, la sabiduría social básicamente nos dice. Sigue el camino, pero la pregunta es, ¿Cuál camino, el de ellos o el mío?
David Whyte habla de seguir nuestro propio camino, el que llama…
«El Camino del Fuego

«De acuerdo a mi experiencia, mientras más verdaderamente somos con nuestros dones creativos, menos apoyo y ayuda hay en el comienzo desde el exterior. Mientras más estamos en el camino, más profundo es el silencio en los primeros pasos del proceso. Seguir nuestro camino es en realidad salirnos del camino, hacia el campo traviesa. Hay una etapa, al comienzo, cuando se nos deja acampando en la jungla, solos, con pocas voces de apoyo. Allí, en el silencio debemos construir un hogar, recoger las ramitas, y sacarle chispas al pedernal, para hacer el fuego nosotros mismos.»41

El buscador es castigado por su desafío que se le dió y no tomó. No hay premios, a pesar del buen trabajo realizado por el buscador. Una opción es retirarse, hacerse ausente, evitar ser parte de la muchedumbre, de la escena, de las relaciones comunitarias. Es un autoostracismo, un alto precio a pagar para mantenernos leales al llamado de nuestro camino interior, pero a veces, es la única alternativa para mantenernos en donde creemos desde el lugar más cálido de nuestro corazón que es la decisión correcta, una opción de supervivencia, una de sanidad mental mientras nos mantenemos leales al llamado interno. En relación a evitar estar presente, David cita al creador de la tira cómica Doonesburry, Garry Trudeau que dice, «Estoy tratando de cultivar un estilo de vida que no requiera de mi presencia.»42

¿Qué ocurre cuando no escuchamos a nuestra voz interior, a nuestro fuego interior, a los deseos que el alma está expresando, al pretender que esos deseos no se encuentran presentes? En realidad, pagamos un precio muy alto, expresado en la acumulación de humo. En muchos casos ese humo se transforma en una adicción, la única forma como quizá hayamos encontrado para sobrellevar el dolor y la aflicción que nos ha traído el que hayamos traicionado nuestra alma. El dolor que sentimos debido a la traición es tan grande que el entumecimiento, el aturdimiento es el analgésico escogido. La respuesta parece simple, escuchar el llamado del alma, satisfacer los deseos que hemos tenido durante toda una vida. Se presenta en la forma de una decisión, como una bifurcación en el camino, como una oferta a transformarnos en adultos. ¿Qué escogeremos?

En uno de sus poemas, David dice…
«Siempre esta energía arde sin llamas en el interior
cuando se mantiene apagada
el cuerpo se llena de humo denso.
«… Un recordatorio que negarse a abrirse al fuego y a la vitalidad en nuestra naturaleza, ya sea en el océano o en la cresta de la ola de una tormentosa reunión en la oficina no un proceso pasivo. No podemos abandonar nuestro fuego interior sin dañarnos a nosotros mismos en el proceso. Una cierta vitalidad arde sin llamas en nuestro interior, sin importar si tiene una salida o no. Cuando se mantiene apagada, el cuerpo se llena de humo denso. Creo que todos vivimos con la esperanza de que podemos postergar nuestros imperativos creativos hasta más tarde, y no ser perjudicados en el proceso. Pero al rehusar darle un espacio al fuego, nuestro cuerpo se llena de un humo corrosivo, como si hubiéramos cubierto la llama y quitado el oxígeno. El interior del cuerpo se entumece y se ahoga con la materia granulosa. Los componentes tóxicos del humo son el resentimiento, la culpa, la queja, la autojustificación, y el martirio.

«Mientras más descuidamos el fuego, más somos vencidos por el humo. Pero, al menos tenemos el consuelo de recordar el viejo dicho, No hay humo sin fuego. Si estamos sufriendo las consecuencias de la asfixia del combustible que arde sin llamas en nuestro interior, al menos tenemos consciencia de que hay un fuego y combustible el cual podemos encontrar para respirar del mismo.»43
El humo también puede ser creado al excederse en ciertas actividades que son consideradas positivas por aquellos que nos conocen. Esto se llama trabajolismo, una adicción interesante, ya que es una que es halagada por la sociedad, hasta que varios aspectos de la vida del trabajólico se comienzan a desintegrar, por supuesto, generalmente comenzando con las relaciones familiares. Y así, cuando descansamos, recobramos la conciencia de nuestros pensamientos y sentimientos, aquellos que hemos estado reprimiendo al mantenernos constantemente ocupados.
En otras palabras, el trabajolismo es una forma de evitar el ser, y llevado a un lugar más profundo, es evitar satisfacer los deseos del alma, del fuego interno.
David lo expresa al decir que,
«Al tomar tiempo para nosotros mismos y permitirnos descansar en el interior del cuerpo nos da permiso para que nuestra vida inconsciente más profunda se despierte. Las imágenes pertinentes a nuestro futuro espontáneamente comienzan a surgir a la superficie. Un cierto fuego interno comienza a arder. Estas imágenes se relacionan con los deseos más profundos y quizá más preciosos. Intuimos que la lengua está más cerca de articular estas imágenes cuando sentimos al mismo tiempo un regocijo extraño y familiar teñido con aflicción, vergüenza, y a menudo, si se han mantenido sin ser expresadas, arrepentimiento.»44
Luego, si dejamos que pase el tiempo, si no nos importa vivir con el humo, si los que nos rodean también están llenos de humo, si se hace normal no escuchar las persistentes llamadas del fuego, ¿podemos siquiera olvidarnos de que, antes que nada, hay un fuego?
Una participante de uno de los cursos de David contó su historia con palabras bien precisas. Ella y los demás se sorprendieron con el relato de su historia, por la intensidad y dolor de su simple mensaje. Todos lo sintieron en su interior, con propiedad, con un sentimiento compartido que deseaban que no hubiera ocurrido. «No, no, a veces es mejor no permitir que tus sentimientos acepten compartir una experiencia,» se podrían haber estado diciendo. Sin embargo, era demasiado tarde. Ella ya había contado su historia, destapado la olla, creando una confusión que desordenaba todos los jardines y vidas perfectamente organizados de los presentes.
«Hace un tiempo, en la AT&T (principal corporación telefónica de EE.UU.), me encontré trabajando con una sala llena de gerentes especialmente sensibles. Estábamos viendo la forma cómo los humanos encuentran necesario sacrificar sus propios deseos sagrados y visiones personales al altar del trabajo y el éxito. Luego de esta conversación, una mujer escribió las siguientes líneas. Las leyó lentamente desde el fondo de la sala, sin estar consciente de lo golpeados que estábamos por el silencio que ella había creado.
«Hace diez años…
Giré mi cara por un momento
y se transformó en mi vida.»45
IV. Mis descubrimientos
El niño ha sido olvidado, ha sido dejado solo en un espacio nebuloso, mirando para todos lados, sin saber a quien acudir. Yo estoy allí. De súbito, me doy cuenta de que es mi niño, el que solía jugar con cerillos, el que se cautivaba con el parpadeo de la llama, por el calor del fuego. El adulto se olvidó de la llama y del fuego, ya que no había mucho que recordar. El adulto se olvidó del niño, fue algo que no se grabó. El adulto soy yo.
¿Cómo se siente un niño traicionado? No lo sé. Tendría que hablar con él. Es algo atemorizante, e incluso, vergonzoso. ¿En dónde te encuentras, niño? ¿En dónde están tus cerillos? ¿Aún estás fascinado con la llama y el fuego? O, ¿también los has olvidado? Hazme saber si los recuerdas, a lo mejor, me puedes mostrar cómo mantenerlos vivos.
Veo cómo he olvidado el fuego interno, los deseos del alma, y en ese proceso he pagado un alto precio, el humo llenándome los pulmones, empañándome la visión, entumeciéndome. Sentimientos, intimidad, relaciones, un lejano recuerdo de años pasados. Poesía, sí, he escuchado al respecto, hace mucho tiempo, ya que por mucho tiempo ha estado ausente de mi vida, así como trato, tan seguido como puedo, de limpiar el humo que hay enfrente de mí, detrás de mí, en mi interior. Sólo veo el humo, y casi nada más. Sí, es sofocante. El peligro es que después de un tiempo no podía distinguir si había algo de humo. La vida, pensé, tenía humo. Eso es todo. Es gracioso, porque mi padre era un bombero voluntario. Cuando él solía apagar un incendio, se aseguraba de que estuviera totalmente apagado. En mi caso, es una pérdida desde el comienzo, ya que el fuego del alma no puede ser apagado, sólo transformado en humo.
El fuego es eterno , la llama del fuego ha estado inspirando creatividad y expresión alma desde que la vida existe. Todas las generaciones se nutren de ello, sin embargo, los jóvenes parecen adoptarla con más pasión. Están en la plenitud en la mayoría de los aspectos de la vida, y el fuego que arde en su interior lo hace a toda máquina. ¿Es por eso que tememos a los jóvenes, ya que es una comparación muy fea cuando nos observamos y nos damos cuenta que nos hemos olvidado del significado del fuego? Y entonces, ¿qué nos están diciendo los jóvenes, qué están escuchando? Muchas llamadas, desde muchas direcciones. Una de ellas es Jewel, una poetisa, cantante, pensadora, que llama a la pasión y al deseo por la vida y la satisfacción de los deseos del alma de un fuego vivo. Besa la Llama (Kiss the Flame) es una petición de compromisos no incompletos con la vida, de mantener el fuego, de arriesgarse a quemarse, de un hombre que conoce su corazón, deseoso de adoptar lo salvaje en su interior, lo indomado. Ella está llamando a hombres valientes, los que están dispuestos a dejar ir el humo al besar la llama, al adoptar el fuego.
«Besa la Llama»
Por favor, amor, no hagamos una promesa imparcial
Deja que todo se disuelva
Eso no es crucial ahora
Deseo un amor valiente, uno que me haga temblar en las rodillas
Quiero un amor loco, loco
Uno que me haga perder el control
Porque estoy cansada de todos estos peregrinos, estos puritanos, estos ladrones
De todos estos no creyentes que reducen el amor en las rodillas
Deja que estos caminos rápidos se destruyan solos
Deja que el mundo se duerma
Porque seremos perdonados
Quedaremos de pie
Para ver lo que queda del concreto y la miel
Besa la llama
Corramos con los buscados, los indomados
Besa la llama
Únete a los anónimos, los sin nombre
Besa la llama
Hay pesadillas en las aceras
Hay chistes en la televisión
Hay gente vendiendo negligencia
Con muchas víctimas
Pero, ¿por qué eres tú, Romeo?
¿A dónde han ido todos los hombres valientes?
Muéstrame un hombre que conoce su propio corazón
A él perteneceré
Besa la llama
Besa la llama
Besa la llama
Por favor, amor, no hagamos una promesa imparcial»46
«Kiss the Flame
Please love let’s make no impartial vow
Let all fall away
That’s not crucial now
I want a brave love, one that makes me weak in the knees
I want a crazy, crazy love
One that makes me come undone at the seams
‘Cause I’m tired of all these pilgrims, these puritans, these thieves
Of all these unbelievers who whittle love down at the knees
Let these swift roads destroy themselves
Let the world fall into its sleep
For we shall be spared
We shall be left standing
To face what’s left of concrete and honey
Kiss the flame
Let’s run with the hunted, the untamed
Kiss the flame
Embrace the faceless, the unnamed
Kiss the flame
There are nightmares on the sidewalks
There are jokes on TV
There are people selling thoughtlessness
With such casualty
But wherefore are thou Romeo
Where have all the brave men gone
Show me one man who knows his own heart
To him I shall belong
Kiss the flame
Kiss the flame
Kiss the flame
Please love let’s make no impartial vow»46
Referencias
1. The Random House Dictionary of the English Language, Second Edition Unabridged, Random House, Inc., p. 721.
2. Ibid, p. 837.
3. Carl Kerényi. Dionysos, archetypal image of indestructible life, Bolingen Series LXV, Princeton University Press, Princeton, New Jersey, p. 33.
4. Ibid, p. 77.
5. Ibid, p. 78
6. Erich Neumann. The Great Mother, Bolingen Series XLVII, Princeton University Press, Princeton, New Jersey, p. 60.
7. Ibid, p. 219.
8. Ibid, p. 220.
9. Ibid, p. 225.
10. Ibid, p. 285.
11. Ibid, p. 310.
12. Ibid, p. 310.
13. Ibid, p. 311.
14. Ibid, p. 312.
15. Linda Schierse Leonard. Witness to the fire, creativity and the veil of addiction, Shambala Publications, Inc., Boston Massachusetts, p. 258.
16. Ibid, p. 59.
17. Ibid, p. 321.
18. Ibid, p. 95.
19. Ibid, p. 100.
20. Ibid, p. 259.
21. Ibid, p. 308.
22. Ibid, p. 291.
23. Joseph Campbell. The hero with a thousand faces, Bollingen Series XVII, Princeton University Press, Princeton, New Jersey, p. 182.
24. Ibid, p. 184.
25. Ibid, p. 247.
26. Ibid, p. 248.
27. Ibid, p. 261.
28. Doug Boyd. Mad Bear, Touchstone, Simon & Schuster, New York, p. 239.
29. Ibid, p. 331.
30. Arnold Mindell. Sitting in the Fire, Large group transformation using conflict and diversity, Lao Tse Press, Portland, Oregon, p. 17.
31. Ibid, p. 18.
32. Ibid, p. 18.
33. C.G. Jung. The Archetypes and the Collective Unconscious, Bollingen Series XX, Princeton University Press, New Jersey, p. 33.
34. Ibid, p. 51.
35. Ibid, p. 224.
36. Ibid, p. 314.
37. Ibid, p. 316.
38. Ibid, p. 356.
39. Timothy Leary. Flashbacks, an Autobiography. Jeremy P. Tarcher, Inc., Los Angeles, California, p. 219.
40. David Whyte. The Heart Aroused. A Currency Doubleday Book, New York, NY, p. 84.
41. Ibid, p. 87.
42. Ibid, p. 88.
43. Ibid, p. 91.
44. Ibid, p. 229.
45. Ibid, p. 230.
46. Jewel Kilcher. Spirit. Atlantic Records Corporation, New York, NY, song #4

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Fire and smoke https://www.vladhuber.cl/fire-and-smoke/ Sat, 06 Apr 2019 21:14:55 +0000 http://cyfdesign.cl/vladhuber/?p=2766 Institute of Imaginal Studies Recovering the fire, releasing the smoke. by Vladimir Huber March-April, 2000 I. Fire and the liberation of the baby hand As a little kid, I used to play with matches. I was mesmerized by the light that appears after striking a match. Matches were made of wood in Chile, in those...

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Institute of Imaginal Studies

Recovering the fire, releasing the smoke.

by Vladimir Huber March-April, 2000

I. Fire and the liberation of the baby hand

As a little kid, I used to play with matches. I was mesmerized by the light that appears after striking a match. Matches were made of wood in Chile, in those years. The power of the flame, engulfing the wooden stick, consuming everything it touched, cleaning, cleansing, and if I wasn’t careful enough, giving excruciating pain. Fire was something I not only liked, but also deeply respected.
My parents were not too happy to see me playing with matches. Not only because I could get hurt, but the consequences of children playing with matches were all too well known to my father. He was a volunteer fireman, so he had to deal with an endless number of cases of children starting fires, and even worse, children burnt by their playful inclinations. No, it wasn’t something my parents enjoyed, to see me playing with matches.
As time went by, staring at a fireplace, with the flames consuming the logs, going up into the chimney, searching for a way out, reaching for the gods, showing us the way to the heavens, has kept my interest in fire alive, as I have gone into other meanings, other attractions given by fire, since I no longer play with matches.
I have seen fire as the executor of the necessary death of the old, of the things sometimes we don’t want to let go, of those aspects in our life we cling to, like a baby unsure of where his mother is, tightening his hand to somebody else’s hand, because that’s the only resemblance of his mother being around. So, the fire pushes us into opening our hands, into letting go, not because we want to, but because we have no choice, after having battled to keep that and those we love, with us. Embracing in a way that leaves no room for escape, embracing so tightly, it hurts, yet it helps us feel safe, as if that person or that aspect helps us be whole, at peace, in love. And so, we walk into the purifying fire that consumes it all, and we are free. Liberation has engulfed us, the sword of fire has touched us on the forehead, letting us know that no matter how tight the hand might be, the baby in us has to let go. It’s not a matter of choice, it’s a matter of life and death, of day and night, of opening and closing, as if they were different. Yet, with the liberation comes the synthesis, and we embrace the communion of the polarities, the joining of the extremes, the matrimony of those who were supposed to be apart. And so, we see the light of a new path, the light of fire.
II. Natural information on fire
The Unabridged Random House Dictionary says that fire is,
«1. a state, process, or instance of combustion in which fuel or other material is ignited and combined with oxygen, giving off light, heat, and flame… 3. the destructive burning of a building, town, forest, etc.; conflagration. 4. heat used for cooking, esp. the lighted burner of a stove. 5. See Greek fire. 6. flashing light; luminous appearance. 7. brilliance, as of a gem. 8. burning passion; excitement or enthusiasm; ardor. 9. liveliness of imagination. 10. fever or inflammation. 11. severe trial or trouble; ordeal. 12. exposure to fire as a means of torture or ordeal. 13. strength, as of an alcoholic beverage…18. Literary: a luminous object, as a star: heavenly fires… 23. go through fire and water, to brave any danger or endure any trial…»1
And for Greek fire, it tells us… «1. an incendiary mixture of unknown composition, used in warfare in medieval times by Byzantine Greeks.»2
In early Greek mythology, fire is present, as in the cave where Zeus was born, which was considered a secret, as told by Carl Kerényi in Dionysos.
«Only what could not be denied—the great fiery glow emerging from the cave—was openly avowed, indeed, recorded on the calendar. In a purely formal sense, the situation is the same as in the Mysteries of Eleusis; there too the fire could not be kept secret. In Crete a mythological explanation, consecrated in the calendar, was given for the cult fire, whose glow emerged from the cave: namely, that at exactly that time the blood that had been preserved in the cave after the birth of Zeus ‘overflowed’ or ‘attained the point of fermentation.’ This latter translation is provided by the fact that zein also means to ferment.»3
Fermentation is a process that requires a certain temperature, some for the different chemical components to gradually change to a desired component with a certain color, taste, and aroma, among other characteristics. In terms of color, the poets talk about getting the blues, which has become a whole musical genre, or the colors of the rainbow, with the pot of gold at its end. For taste, as we reach for our goals, and they get closer and closer, we can say that life is becoming sweeter. When, after a long ordeal with all kinds of obstacles, we are finally arriving at the other side of the tortuous river, we can sense that the scent of spring is with us.
Fermentation is a slow and sometimes painstaking process. It requires knowledge of the process, determination, courage, love of life, wisdom, willingness to endure any obstacle, acceptance that we may have to start again in a whole different direction, and many other qualities like these ones. Still, one stands out above the rest, and it is called, patience. Without it, all the other ones lose all meaning. They become worthless. And the funny thing is that with patience—which somehow could be defined as the willingness to wait for the right moment, instead of doing it when we want to—things seem to move faster, and also, in the right direction. So, we don’t have to take the same action over and over. Somehow, since the timing and energy are appropriate, things appear to be on a special groove, on a track designed specially for us, like a taylor-made garment, with our own specifications. At that moment, we know we are travelling at the speed of life. By the way, it relates to Einstein’s theory of relativity, since we are at speed zero, in spite of going very fast, when we use, in this case, life as the comparison point. That moment, when we have embraced the fire within, we can describe it as a sweet rainbow in the middle of the spring.
The secret fire is present at the place of birth of the greatest mythological Greek God, Zeus, and then, used as a way of fighting fire with fire, when Iakchos, a divine man, was buried:
«This man may also have been a divine figure. He was said to have softened the fiery power of Sirius at its early rising and thus to have wiped out the epidemics that raged at the time. After his death he was buried in a temple tomb, and when the sacrificial rites had been completed the priests took fire from his altar and carried it about, apparently in a magic ritual directed against the destructive power of the star. Through Dionysos this fire was transformed into ‘the pure light of summer’»4
Many cultures have used fire in their medicinal practices. In Chinese medicine it considers it as one of the five elements it needs to balance in the body in order to have good health. Dionysos, in the Greek tradition, also used fire as a healing tool:
«In the figure of Iakchos, Dionysos’ connection with light and fire was preserved. ‘Fire is a Dionysian weapon,’ says Lucian. The bacchantes were capable of carrying fire in their hair. In the Antigone of Sophokles the chorus calls on Dionysos, ‘who leads the round of the fire-spraying stars,’ to cure the sick city of Thebes.»5
Hair is a sexual ornament, a part of the body that must be covered, according to some cultures and religions, especially by women, in order not to tempt men. Yet, men, traditionally, they have also used hats as a way of not showing their hair, while keeping it short and flat with all kinds of hair lotions. In the military, it is the first thing men are stripped off, as a way of taking away their individuality, their power, as happened to Samson, who lost his power when he lost his hair. And that power of hair is healing, since it carries the fire, the inner power, the sexual energy that so many fear, yet so few know in depth, as it is used in some cultures as a spiritual path, a healing force.
This healing force creates a spiritual transformation, promoting all kinds of processes in our body, many of which were considered a part of the mystery of life and its evolution. As time went by, fire was considered at the basis of any human activity of any significance, since it changed civilizations by cooking foods, forging metal, making dwellings warmer. Erich Neumann describes it in The Great Mother, by mentioning that,
«the experiences of hunger and satiety, thirst and the appeasement, refreshment, and pleasure that come of quenching it, are indeed more commonplace than the experiences of intoxicants, poison, and medicine; but they form the foundation of the mystery experience of transformation by food, which underlies all these phenomena. To this sphere belong also the modification of natural food by fire and corresponding processes of boiling, baking, roasting, and so on. They are all crucial cultural achievements of mankind; indeed they are the presupposition of all human culture.»6
Referring to the Great Mother, Neumann mentions the polarity of fire, the two versions of the same element, the positive and the negative, before we accept the unifying force of the elements in life. The polarity is our every day existence, as it is taught to us, as we repeat that lesson to others, to the younger generations, to our relatives and neighbors, as the obvious true of life, without pondering if there’s a unifying aspect to it. It is not a consideration that we usually accept in our awareness of our inner and outer surroundings. This is the polarity Neumann mentions when he explains that,
«the goddess is not merely the vessel of the Great Round; she is also the dynamic of the life contained in it. In Egypt as in India and in alchemy this dynamic is manifested as fire and heat. This fire can be consuming and destructive, but it can also be the positive fire of transformation.»7
The polarity of one element, with characteristics that could lead to a unifying view if we would allow it. This symbolism does not take the same shape in every land, culture, worldview, like in Egypt, where…
«Fire symbolism is usually associated with another form of the Great Goddess, the cat-bodied or cat-headed Bast, and the lion goddess Sekmet. The lion goddess symbolizes the devouring, negative aspect of the sun-desert-fire, the solar eye that burns and judges; while Bast, although she is a goddess of the east, is goddess not of the sun but of the moon. For the moon as well as the sun is born in the east and dies in the west.»8
The polarity is unified when two people come together, as in the sexual act, as in the carnal union, as in two souls melting each other by the obvious connection of their material expressions, their body, yet, with a lot more to offer at other levels if we allow ourselves to delve into other fields, as sexuality is viewed in other cultures. So, of course, sexuality could not be out of the picture. Without it, as we know it, we wouldn’t be on this earth. And on this planet we have a patriarchal system in place, which was not always the ruling factor. Women and fire have been together for ages, even if our culture has forgotten about it. Oh, how easily we forget! So, when the matriarchal aspect comes into the picture, fire has its place.
«This matriarchal symbolism of the heavens survived in Egypt for thousands of years after the patriarchal solar theology had become the official world view. We find a corresponding situation in Mexico, where the celestial pole was looked upon as the ‘hole’ in which the drill is inserted in firemaking.»9
According to Einstein, change is the only permanent thing, which at first might sound like a contradiction, but it gradually starts to make sense as we gradually accept change in our lives, as we see that movement doesn’t have to be disconcerting, it could actually be something we could look forward to. Still, studies show that change is a stressor in most people’s lives, since we want to hold on to the familiar, therefore, avoiding change, sometimes at any cost. It’s a losing proposition, since change is inevitable. We are fighting against life. A bit too much ego for our own good. The mountain might look weak, yet if we keep on banging our head against it, most likely our head will end up with damage. The mountain will not be moved in terms of spatial displacement. It might be moved emotionally, as Native Americans would consider Nature having feelings. So, unless we accept change, no progress, healing, joy can be received. The inner transformation produced by fire, may also be represented in very concrete terms, as Neumann tells that,
«With the use of fire as the symbol and instrument of transformation, the vessel, too, is transformed; this is the origin of ceramics. And now begins to be improved by frying, roasting, and boiling. A later development is the bake oven, intimately bound up with the mysteries of agriculture: grain and bread. Thus the Feminine becomes the repository of transformation and in the primordial mysteries lays the foundations of human culture, which is transformed nature.»10
When we work or play with clay, the figures, pots, or any other object we make have certain strength, durability, allowing us to do certain activities with these pieces. Still, they are not very durable, unless we place them in the kiln and cook them. Fire will turn those fragile pieces into stronger containers. Their message is, «Allow yourself to get into the fire of transformation, ‘cause you will be stronger.» Nothing remains the same after their encounter with fire. Again in sexuality, the male enters the kiln of the woman. The fire is already there, resting, getting ignited by the encounter.
«The luminous male principle is experienced by woman in two forms, as fire and as higher light. In this connection the fire that is everywhere tended by woman is lower fire, earth fire and fire contained in the woman, which the male need only ‘drill’ out of her. The libido that flames up in sexuality, the inner fire that leads to orgasm, and which has its higher correspondence in the orgasm of ecstasy, is in this sense a fire resting ‘in’ the Feminine, which need only set in motion by the Masculine.»11
The sexual act is compared to the making of fire, which may have two outcomes for the male.
«This association is probably as old as the making of fire, which is often interpreted as a sexual act, with the fire arising, or rather being born in the feminine wood. For primitive mankind, friction does not ‘make’ fire, but merely calls it forth. Thus archetypally, the ‘heat,’ the ‘ardor,’ of the woman can also appear as a ruinous diabolical power that burns the male.»12
The divine son is interpreted as the light, the fire, or related to the divinity, in various cultures, just like fire was present in the cave where Zeus was born. And sexuality is related to the divine in some cultures, so, fire and the divine walk hand in hand. Something that to most people in the Western Hemisphere might sound strange, since the divinity is usually associated with celibacy, to the point of sexuality becoming something that should be hidden, and hopefully, avoided.
«Agni, the Indian fire god, is called ‘he who swells in the mother (the fire board).’ And everywhere the meaning of light and fire is attributed to the divine son, down to Christ, who says: ‘He that is near to me is near the fire’ and ‘Cleave the wood and I am there.’»13
Fire and fecundity symbolize the sexual union.
«Over and over again, the darkness of the nocturnal Feminine is kindled and fecundated by fire and light; and even when the luminous embrace means a marriage of death for the woman, it is a death transfigured in new birth.»14
In terms of addiction, fire appears in various version of its meaning, depending on what type of addiction we are talking about. First of all, if I may be arrogant enough, I disagree with the great Fyodor Dostoevsky, when he says, «Without suffering, happiness cannot be understood. The ideal passes through suffering like gold through fire. The heavenly kingdom is attained through effort.»15 I see it as a Judeo-Christian addiction to suffering in all of its forms. Yes, we may learn from suffering, yet I don’t see it as a requirement for a full, rich life, with happiness as one of its ingredients. Yet, it becomes a self-fulfilling prophecy that we will find suffering, aplenty, if we have considered it as a prerequisite to happiness. It will come, and as with any obsession, we will not be satisfied until we find it, and once we have found it, we will not let it go. It’s an addiction to pain, until we go through some other types of fire, the ones that might help us liberate ourselves from such obsessions as pain and suffering, if that moment of liberation does come, or if we are willing to look for it. And when it comes, if we are willing to accept it, embrace it, incorporate into our life. Many ifs waiting for our decision to let go of the addiction to pain, as we get used to more joyful inner and outer surroundings. In spite of first impressions, a really hard task to accomplish, since the emotional homeostasis will push us back to the known environments of pain, victimhood, old wounds, and all what has kept us there, down there, somehow remaining in the womb, years after birth.
So, the hand, the friendly hand shows up, bringing us up and out of the womb. We have been reborn, we have found the light, life is with us, joy is all over. Familiar? It’s what we usually call falling in love. An interesting choice of words. Many authors have written about them, and poets as well. It relates to addiction, and it appears of a different kind, yet the dependency is there. We have to discriminate here, since not all relationships are addictive, yet we might recognize certain aspects that sound familiar from our life, or people we know. The couple mentioned here is famous, so you’ll have no problem recognizing them.
The longing and the passion expressed by lovers in certain cases can be an addictive quality, and it relates to the fire of passion. Linda Schierse Leonard tells the story of a pair of famous lovers in relation to addiction, by saying that,
«The musical prelude of Tristan and Isolde expresses one single emotion—endless insatiable longing. This longing is the longing of addiction. The longing almost has a drugged quality, being based in the love potion that seals their passion, which Tristan and Isolde at first try to control. From the beginning their love is impossible; that impossibility—once they have delivered themselves to it—continues their addiction. The love philtre is the symbol of the fire of passion and the inextinguishable longing through which addictive lovers are possessed.»16
Love can also have a different quality, a creative one, the one that redeems the spirit in a song of liberation from the chains we have created around our life, the art of enchaining ourselves in order to justify paralysis, so we may have something to show since at a deeper level we feel we have nothing to show. The divine creative fire of love melts the chains, purifies the smoke and residual pain and agony left from a life, many lives (?) of wounds in our soul, individual and collective, so with this fire the wound is healed, the heart is fresh like the morning dew, with all its drops of water staring at the early sun, reflecting the inner true self, answering the questions the gods have been asking without getting any answer. Now, the answers are all there because they were always there. It’s just that the wounds blur our vision, crippling our walk, muffling our talk, leaving us on the side of the road, as if life meant nothing, just because from that place life means nothing.
In The Brothers Karamazov, by Fyodor Dostoevsky, Father Zossima is a spiritual figure of great wisdom, after having gone through the agony of the deepest sorrows, he mentions different steps to take in order to overcome the dark forces of life, yet without avoiding the forces of darkness. This is a beautiful reminder of shadow work, since when we avoid the shadow, the shadow takes control over our life. As long as we acknowledge the shadow, there is hope of overcoming it. The opposite is denial of our reality, it’s falling into codependency, the path to addiction. In order to overcome the shadow, we must go face to face with it, no matter what the price we must pay for freeing ourselves from its control over our life. By avoiding it, we have sold our soul to it, only going deeper and deeper into addiction, however addiction manifests in our life.
In terms of the steps, they resemble the 12-step program of AA. Leonard tells that,
«Zossima teaches about the ‘steps’ of the soul’s ascent on the spiritual ladder of God. These steps, like the twelve steps, require acceptance of suffering, humility, surrender, faith in a higher power, taking responsibility for our own sins and for all humans, confession, forgiveness, prayer and meditation, and the gift of love for others. These steps are the way to redemption and to rapture. In their enactment one experiences ecstasy and the gifts of creation. Zossima’s transformation from addiction into creativity is one that regenerates the earth, redeeming the missing mother and the abused feminine and uniting all beings from the mysterious center of the human heart, which is guided by the divine creative fire of love.»17
The 12 steps of Alcoholic Anonymous have a humble approach, by admitting that as people, as mortals we are not able to handle the issue ourselves, so we surrender to a higher power. And it works for many people. Still, I just wonder if recovery forever—since somebody who has had the alcohol or drug addiction will never be cured, according to AA— is not a decision promoting that person to never be free. In other words, by saying that somebody will never be free of addiction, isn’t that person making a self-fulfilling prophecy of permanent enslavement to the addictive process? I know it’s a tricky subject, since so many people could not function in life until they found the support of the program and the people who volunteer at AA activities, which are respectful and loving, yet I also wonder if it doesn’t contradict what Einstein said about change being the only constant. AA is saying that people might get sober, yet they’ll always be addicted. That sounds like people don’t change, therefore change can’t be the only constant. It is a tricky dilemma.
And talking about users of tricks, the trickster is both a demonic and healing figure, which has been forgotten by what Jung calls the «so-called civilized man,» and in acting this denial, the Trickster controls us, since we pretend it doesn’t exist. We may do it in several ways, and the most popular one in terms of chemical substances is alcohol. Jack London talks about it in his book, John Barleycorn, when he says that, «It’s a trick of John Barleycorn to turn the smile to a sneer without an instant’s warning.»18
As quoted by Leonard, Jack London continues with his tale of John Barleycorn and the tricks he played on him, by depleting his energy, quieting the passion of his soul, the energy to search for his inner truth, since London was the one with the fire, the desire to go deeper:
«It is these good fellows that he gets—the fellows with the fire and the go in them, who have bigness and warmness, and the best of human weaknesses. And John Barleycorn puts out the fire, and soddens the agility, and, when does not more immediately kills them or make maniacs of them, he coarsens and grossens them, twists and malforms them out of the original goodness and fineness of their natures.»19
In a way, the life of the addict is a life that experiences the deepest pains and joys in life. An adventure plagued by extreme sensations and emotions, the ones most people try to avoid. It’s an unstoppable roller coaster built many years ago, so, how do we know it is safe? In many cases it is not, and the cars just fly out of the rails, landing in some distant field, maybe without having the ability of returning to the tracks. Yet, the flying that ends with a painful landing might be the wake-up call the addict needed to come out of the daze. Still, they might fight it hard, pulled by the physical and emotional homeostasis telling them that it is not a safe and known place where they are now, so it is better, no matter how painful, to return to known territory, meaning, daze, smoke, addiction. So, they bring themselves back to the so-called safety zone, drowning feelings and emotions, no matter the consequences.
Fire is consuming every aspect of that recovery. First, when the soul is on fire, yet the addict attempts to put it out of the fire by practicing the addiction, and then, when the recovery starts, they are going through hell. Yes, it is a painful process, since the ones with the addiction are being witnesses to the fire of the real self, of what was efficiently denied, of having a clear picture of themselves, inside and out.
So, of the Russian writer Leonard tells that,
«The story of Dostoevsky’s life—his flight and fall into addiction and the gift of his spiritual recovery and creativity—shows a soul on fire. Through the transformation of his own addictive patterns into creativity, Dostoevsky was, like all recovering addicts, a ‘witness to the fire.’ He was ‘possessed’ by the energies of both the Demon Lover and the Creative Daimon. Many of the archetypal figures in addiction are portrayed in the various characters in his novels. From him, we can learn in depth not only the powerful machinations of the mind of the addict, but also the transforming and redemptive path of recovery and creativity.»20
The Demon Lover is the one we give ourselves in addiction through its different forms, by seducing us, to finally enslaving us. The Creative Daimon is an inner force, a spirit within bringing energy, promoting the creative aspect within us to express itself. The Creative Daimon will help us to let go of the addiction, will help us to be free.
Denial of our inner reality is burnt by what Leonard calls trial by fire. Life, God, the Universe, or however we might want to call it, can’t take it anymore, so we are pushed into a situation in which we finally face our stark and painful reality. This not only goes for chemical addicts, but for anybody who doesn’t want to face their reality, using whatever method or combination of methods available to practice the denial.
In The Brothers Karamazov, by Dostoevsky, Fyodor is the father who abuses his children, addicted to alcohol, who gets killed. Of the brothers, Dimitri is the oldest and the one who is the most like his father. Dimitri is the one who most openly expresses his hatred and contempt for his father. Maybe he sees too clearly the reflection on the mirror that his father represents to him, besides the wound and pain at having been abandoned by his father at early age. Dimitri follows his father’s path into addiction, so he waited, as the norm in addictive behavior is, to be overcome by Life, after a lifetime of denial. Leonard mentions that,
«Like many addicts, Dimitri was unable to see his life clearly until he was struck by thunderbolt. He had to be taken hostage and imprisoned before he could acknowledge the depths to which he had fallen. But once he underwent the public accusation and humiliation and his inner trial by fire, he understood not only his own suffering, but the suffering of all humans. And in accepting that suffering he was able to open up his heart to others.»21
Dostoevsky was starting to write the sequel to The Brothers Karamazov in 1881 when he died.
«He was buried in the graveyard of the Alexander Nevsky monastery, where rest many of the most famous composers, artists and writers of Russia. Thirty thousand people attended his funeral, at which there were fifteen choirs and seventy-two wreath-bearing delegations. Dostoevsky’s death was mourned on every level. He was to become one of the greatest figures in world literature. He was truly a person who passed from the bondage of the Demon Lover to the service of the Creative Daimon, and he left a great gift. His soul was on fire with the flame of divine creation. And, like the legendary firebird of ancient Russia, he consciously sacrificed himself, leaving the brilliant plumage of his writing to water the earth and to shine with the transcendent beauty and love and hope for those who look to see it.»22
Austin Powers, the International Man of Mystery created by Mike Myers keeps Dr. Evil in check, so in order to diminish Powers’ abilities, the Dr. takes away the mojo from Powers, this being the fire, without which the special Powers is an ordinary man. Powers has to get it back, since he knows he has lost it. He doesn’t have the energy, the special powers to defeat Dr. Evil, unless he recovers what is essentially his. Dr. Evil fights hard to keep Powers from recovering his fire. The doctor knows that without it the superagent can’t do much. Finally, the man of mystery gets it back, and justice is reestablished on earth.
In the same manner, the gods are sometimes very cautious about delivering the fire. The hero has to trick the gods, in order to be able to recover the fire. It’s the path of the addict, or of anyone willing to transcend the ordinary existence mentioned by Hermann Hesse in his works, The Steppenwolf and Demian, special beings, different from the rest. In a related tale, Joseph Campbell tells the story of a Polynesian hero who tricked the god guarding the fire, in order to recover this gift, and return it to mankind. At first, the battle was in favor of the fire guardian, yet…
«Maui of Polynesia went against Mahu-ika, the guardian of fire, to wring from him his treasure and transport it back to mankind. ‘Clear away the brush from this level field of ours so that we may contend together in friendly rivalry.’ Maui, it must be told, was a great hero and a master of devices.»23
So, they battled by tossing each other in the air, until it looked like Maui had lost the battle, but in a quick turn of events, he started tossing Mahu-ika up.
«Mahu-ika turned over and over in the air and commenced to fall back; and when he had nearly reached the ground Maui called out these magic words: ‘That man up there—may he fall right on his head!’
«Mahu-ika fell down; his neck was completely telescoped together, and so Mahu-ika died. At once the hero Maui took hold of the giant Mahu-ika’s head and cut it off, then he possessed himself of the treasure of the flame, which he bestowed upon the world.»24

III. Mythologies of fire

Myths suffer transformations of all sorts due to various reasons. One of them is that usually the stories were transmitted orally, so each storyteller would add or subtract a few words or interpretations. In time, the story would change considerably, by conscious and unconscious actions.
One of these cases is the story of Jason trapped in the belly of a whale. And Joseph Campbell explains that,
«In the Eskimo story of Raven in the belly of the whale, the motif of the fire sticks has suffered a dislocation and subsequent rationalization. The archetype of the hero in the belly of the whale is widely known. The principal deed of the adventurer is usually to make fire with his fire sticks in the interior of the monster, thus bringing about the whale’s death and his own release. Fire making in this manner is symbolic to the sex act. The two sticks—socket-stick and spindle—are known respectively as the female and the male; the flame is the newly generated life. The hero making fire in the whale is a variant of the sacred marriage.»25
Yet, the Eskimo story follows a different path:
«The female principle was personified in the beautiful girl whom Raven encountered in the great room within the animal; meanwhile the conjunction of male and female was symbolized separately in the flow of the oil from the pipe into the burning lamp. Raven’s tasting of this oil was his participation in the act. The resultant cataclysm represented the typical crisis of the nadir, the termination of the old eon and initiation of the new. Raven’s emergence then symbolized the miracle of rebirth. Thus, the original fire sticks having become superfluous, a clever and amusing epilogue was invented to give them a function in the plot. Having left the fire sticks in the belly of the whale, Raven was able to interpret their rediscovery as an ill-luck omen, frighten the people away, and enjoy the blubber feast alone. This epilogue is an excellent example of secondary elaboration. It plays on the trickster character of the hero but it is not an element of the basic story.»26
There’s a repetition in the cycles of life, like the seasons of the year, after the fourth completes its term, the first one starts again. Something that is not considered by European cultures is the end of the present period of the world by fire. Campbell expresses that,
«The cosmogonic cycle is normally represented as repeating itself, world without end. During each great round, lesser dissolutions are commonly included, as the cycle of sleeping and waking resolves throughout a lifetime. According to an Aztec version, each of the four elements—water, earth, air, and fire—terminates a period of the world: the eon of the waters ended in deluge, that of the earth with an earthquake, that of air with a wind, and the present eon will be destroyed by flame.»27
Just like with the Aztecs, in the Native-American tradition fire has an important role. Mad Bear, a medicine man of the Bear Clan of the Six-Nation Iroquois Confederacy of the U.S. and Canada, once brought a lamp that imitated fire to a group of young warriors who were playing music and singing with him. Mad Bear had quite a sense of humor and a special way of looking at people and life. Doug Boyd, a writer who tells the story, who I met about a year ago, was present, as well as a medical student from an Ivy-League school in the Northeast, who was interested in Mad Bear’s work.
«We all carried chairs into the adjoining garage. With the bed hoisted up and the car out in the yard, this was a larger space than the three small rooms in the house. Mad Bear carried a bowl of chips and a plate of cookies from the kitchen. We arranged our chairs in a circle, and a large washtub was turned upside down in the center. It appeared as though these visitors were accustomed to this ritual: With the three of them pounding out the rhythm as they sang, we were treated to an assortment of ‘social songs,’ with Mad Bear joining in from time to time. ‘Oh, I almost didn’t think of it!’ he exclaimed, snapping his fingers and jumping up from his chair. ‘I’ve got just the thing for this occasion. I think you guys may not have seen this—I had it put away, and I ran into it and dug it out the other day.’
When he returned, he was carrying a strange-looking contraption and an extension cord. ‘Lemme just set this up here. This’s something really exquisite here.’
‘Oh, my God, save us!’ groaned one of the kids.
Mad Bear placed the thing on the floor and turned it on. It began to creak and clatter as the little electric motor churned inside. It was an artificial ‘campfire’ arrangement of plastic ‘logs’ with some red cellophane and tinsel rotating around a light bulb inside. Mad Bear watched it contemplatively, trying to look serious.
‘That’s totally ridiculous!’ another complained.
‘This s’posed to be a fire pit, or what» Looks like something some white folks would dream up…’ He looked at us. ‘Oh, ‘scuse me, sorry.’
‘Well, it’s not exactly a sacred fire,’ Mad Bear conceded, holding back a chuckle. ‘But then we’re singing social songs in the cement garage, anyways. You’ve got to admit it. It’s kinda stunning in a way—if you look at it just right.’
His three young friends were eventually able to ignore the thing enough to resume their drumming and singing—though the little grinding motor and the crinkling of the cellophane produced an incongruous background. They had a lengthy repertoire of songs, and they repeated a few of their favorites more than once. We had sat for nearly two hours when Mad Bear suggested it was time to retire.
‘This fire thing is pretty silly at that,’ he remarked, when they had gone. ‘You would have thought they were a little bit put out—but, actually, I think they got a kick out of it, to tell you the truth. These reservation kids, it’s sure not easy for ‘em. They are raised in a somewhat traditional way but, with school and TV and all, they have to figure how to fit in and how to deal with their identity. Well, it’s pretty rugged for everyone these days, I guess. Just how to be—it’s not too clear anymore. And there’s not enough support for people. But you can’t take yourself too serious, you know, no matter who you are or what you’re going to be. Otherwise, it gets too heavy. Main thing is, you gotta stay lighthearted if you wanna be good-hearted.»28
Which is the real fire, the real passion for truth and healing, the path to the real recovery of all the possibilities? Mad Bear seems to show the way of not taking oneself too seriously due to the danger of an inflated ego. Yet, the path becomes more difficult for those riding two horses, the Native one, as the young warriors who disapproved of Mad Bear’s lamp, while riding the other horse of the White culture that completely surrounds them. Which one is the right one for them, and for all those that ride two horses, as myself?
I feel the pull from two sides. I feel the longing for the traditional ways of my people, while accepting the new ways I’ve come to get used to in the Northern lands. So, do I go south or remain in the North? Where does my heart go, in order to stay at ease, at peace, warm and knowing of being wanted, accepted? Or is it a lost cause, like the one the young warriors are facing with their two horses ready to take them away, yet in different directions?
The combination of two backgrounds, of two forms of fire is enriching, yet many warriors will find insulting, awkward, and just plain ugly to be presented with something that doesn’t have the spirit of the real—to them—fire. Maybe, with the passing of time, as in the case of Mad Bear, we get to appreciate the beauty in the fakeness of imitations of life. It’s a different version of the fire of life, yet an attempt at relating with it, and there might be where its value resides, in that reaching out, in that longing for the original fire.
Another version of fire can be accomplished in a simple trash can in the middle of a parking lot, when the elders, as in the case of elder Rolling Thunder, decide that it’s OK for a ceremony. Fire being the central ingredient, the unifying force of the ritual of coming together for a healing purpose. Healing being the expression in different ways of the oneness of all beings in whatever celebratory version that expression may take. And fire is at the center of this celebration, as a symbol of life, of Spirit, of the life force.
Two cultures came together for a common purpose when a group of young Navajo Indians built a ceremonial fire where a ritual took place. One of the participants was sensei (master) Jison, a Japanese monk. After the ceremony was done, a young warrior stayed behind, waiting for the fire to die down, so the ashes could be collected. This troubled Jison, who didn’t understand why the young warrior had to stay alone, while everybody went ahead, so he volunteered to help.
«’All right, I can get the ashes for you,’ Jison said, as he walked back toward the fire. He stepped out of his clogs and, stooping over, pulled off his gloved white socks and lay them over his clogs. Barefoot, he stepped into the fire, holding his robes away from the flames. The fire was burning low and almost out, but the coals were glowing bright red. The coals crunched under his bare feet as he stomped on them. Sparks flew. This was not ordinary ‘fire walking’: Jison stayed long in the fire, pulverizing the coals into small pieces, grinding them to ashes by twisting his feet, and then standing on them until they were smothered and cool enough for him to scoop up into his hands. He held out his cupped hands and said something in Japanese.
«’May we put the ashes in the jar?’ Hiro translated.»29
The ashes are what was left of the fire. They are the memories of creation, of life gone to rest. Ashes signal the new day is coming, after the old fire has completed its cycle. The ashes are still a bit warm from the day before, yet ready for a new fire to get started. It’s when hair gets gray, and then, white, coming into the silver years, when one is preparing to leave room for the new fires coming to take our place. Jison could navigate the fire and ashes, he was comfortable in both worlds, since he had learned about life.
Seeing the other, the one that looks different than us, the one that does things differently, or has an accent when they speak, can be a scary experience, a source of inspiration, or a deep sense of anger and hatred, usually based on fear and sometimes memories of old wounds that time hasn’t healed. Arnold Mindell refers to all of these emotions and the situations they inspire, in his book, Sitting in the Fire, Large group transformation using conflict and diversity, in which he explains Worldwork, the system he uses to promote healing among communities of diverse racial and social backgrounds. It has a lot of similarities with what we, at the Institute of Imaginal Studies, call reflexive pathologizing. The difference is that the people participating in Worldwork belong to various racial and ethnic communities, something that unfortunately doesn’t happen at our school. Also, the people participating with Mindell, in some cases meet once and they might never meet again, a great difference from our program, which lasts from two to four years, and during all this time the same group shares all of the experiences of the learning and healing process, which I find enriching and supportive of each person’s process.
At the beginning of his book, he describes working with diversity, saying that,
«Creating freedom, community and viable relationships has its price. It costs time and courage to learn how to sit in the fire of diversity. It means staying centered in the heat of trouble.»30
I’m going through incredibly transforming changes at our school, which are evolving my life in ways I hadn’t imagine, and I’m thankful for that, yet I have a tremendous longing for diversity in all of its forms at our school, especially in the case of racial and ethnic diversity, which shine by their absence. I see the absence of students of different colors and worldviews, as the result of fearing what Mindell calls the fire of diversity. The geographical location doesn’t help much, either, since our school is far from a big city, the usual place of residence for most minorities. I feel isolated when I express my view of various events. I see myself as having a view that would be understood in other places, by other people, yet at school I’m the odd one thinking and feeling the way I do. I have opted for silence, yet it is not an easy alternative to me, since I enjoy expressing my views, sometimes more than what it is convenient in certain circles. I get in trouble, and I see that happening often within my cohort at school, since I am talking in a whole different cultural language, while I get blank stares of not knowing what I’m trying to say, of what’s in my heart, or the way I could be heard in order to capture my message. Just like we talk about the generation gap, in this case there’s a tremendous cultural gap, both sides not knowing how to translate what the other one is saying.
According to Mindell, Worldwork offers a number of new perspectives, such as Chaos—similar to what we promote in our cohort—, Learning, Open Heart, Self-knowledge, and The Unknown. In relation to Open Heart, Mindell mentions that «Worldwork relies on heartfulness in order to sit in the fire of conflict and not be burned. Worldwork uses the fire’s heat to create community.»31
In terms of The Unknown, he expresses that, «Worldwork acknowledges that sustainable community has always been based on respect for the unknown.»32
The Unknown perspective clashes head-on with the Western perspective of asserting that science is the answer to all the quandaries in life, which leaves no room to the acceptance of the unknown, to accepting the mystery of life, which would create a space for myth and symbolism to flourish, the field of philosophers, mystics, and poets, and in a somehow apparently contradicting, yet encompassing embrace of the wholeness of it all, the scientist would also join this category, since when science is not treated with dogma, specifically the Newtonian perspective of science, then it leaves enough room to roam along the prairie of knowledge unencumbered by the limitations of materialistic science as it is usually taught at schools all over the world. That approach to science is starting to die a slow death, leaving space for the fluid science, the all-accepting perspective of unifying opposites, the vision that polarities have a place where they can join each other in a unified field, in a togetherness of the elements, in a conjunction of the once former enemies, in a Yin-Yang of science, the final reunion that so much fear inspires in believers and non-believers alike, and for a good and powerful reason. No, in this case, it is not paranoia. It’s a reality-based fear of the opposites collapsing due to the pressure exerted by the forces of inclusion, something that very few are willing to accept within or without the domain of science.
In The Archetypes of the Collective Unconscious, Jung mentions the fire of the alchemists related to the word «idea,» and connected to the vital force that connects us all. All of this is hard to grasp within the materialistic notion of Newtonian science, which becomes quite reductionist in its theory as well as its application, not accepting more than what it can measure, a typical Newtonian concept. Positivism at its best. So, fire and collective unconscious? «Very well, let’s measure it, if you think it’s so real and scientific,» the positivist would tell us. Then again, maybe there is more than one approach to science. There might also be a more expansive one, one that in political science would be called the politics of inclusion, the big tent, which is, by the way, a constant debate within the Republican Party in the U.S. They keep on asking themselves, «should we include in our party, gays, women, and minorities?» A tough question when some religious interpretations given by some of the members of the party tell us that those people shouldn’t have much of a say in any event. Sounds extreme? I would agree.
And where does fire fit in all of this? Well, let’s see what Dr. Jung has to say. I have put three periods, «…» when I couldn’t reproduce the words used by Jung. I believe he’s using the Greek alphabet in these cases.
«68 Take, for instance, the word ‘idea.’ It goes back to the …. concept of Plato, and the eternal ideas are primordial images stored up … (in a supracelestial place) as eternal, transcendent forms. The eye of the seer perceives them as ‘imagines et lares,’ or as images in dreams and revelatory visions. Or let us take the concept of energy, which is an interpretation of physical events. In earlier times it was the secret fire of the alchemists, or phlogiston, or the heat-force inherent in matter, like the ‘primal warmth’ of the Stoics, or the Heraclitean … (ever-living fire), which borders on the primitive notion of an all-pervading vital force, a power of growth and magic healing that is generally called mana.»33
One of the dilemmas that throughout history humans have had to deal with is how to determine who’s sane and who is crazy, to use a lay, politically incorrect term. Once we label somebody as such, as insane in some manner, ostracism is the usual response we take next with those ones who think differently than the majority of society. And we act the whole process with the backing of the scientific community. Some people, who think or have thought in a manner opposing the state’s design for good thoughts and behavior, have been sent to psychiatric wards throughout history in a harsh and obvious way, and it is still done today around the world with a more sophisticated style. So, thinking differently might be detrimental not only to your mental health, but also to your physical health. As I remember One Flew Over the Cuckoo’s Nest, in which once patients were placed in the psychiatric ward, they would have a hard time coming out. The response of the Native American man was quite interesting, to pretend that he was deaf-mute, creating a shell around his life as a way of protecting himself from an otherwise unattainable situation.
Jung mentions the story of a man who had been diagnosed as paranoid schizophrenic. Jung met him in 1906, before he had been acquainted with mythology and archeology, as he states it. The man, when the young Dr. Jung went to visit him, asked him to wag his head and blink his eyes as he was doing. He told Jung that he would be able to see the sun’s penis, and he added that from that penis the wind was created. Jung describes the fire as the sun-god. Four years later, as Jung started to study mythology and archeology, he found a book by the philologist Albretch Dieterich, in which he writes of a Greek papyrus. It comes from the Alexandrian school of mysticism, showing remarkable similarities with the story the patient had told Jung some years before. In relation to Dieterich’s work, Jung says that…
«106 It is obviously the author’s intention to enable the reader to experience the vision which he had, or which at least he believes in. The reader is to be initiated into the inner religious experience either of the author, or—what seems more likely—of one of those mystic communities of which Philo Judaeus gives contemporary accounts. The fire- or sun-god here invoked is a figure which has close historical parallels, for instance with the Christ-figure of the Apocalypse. It is therefore a ‘représentation collective,’ as are also the ritual actions described, such as the imitating of animal noises, etc. The vision embedded in a religious context of a distinctly ecstatic nature and describes a kind of initiation into mystic experience of the Deity.»34
Jung talks about the archetype of the old tiny man as the unconscious and also, the sun, the greatest fire, comparing the smallness of the figure of small man to the power of the atomic world in physics. Besides, sometimes in life the smallest detail may hold the clue that resolves the whole puzzle. I was surprised by Jung’s interest in physics, yet what could be considered the most material of sciences is reaching into what many would label the spiritual or mystical world, specially with the quantum version of physics, the study of smallest particles in the Universe, the ones Jung refers to.
So, Jung keeps on mentioning the sun, fire, and firebrand, in this case, in their relation to fairytales.
«409 In certain primitive fairytales, the illuminating quality of our archetype is expressed by the fact that the old man is identified with the sun. He brings a firebrand with him which he uses for roasting a pumpkin. After he has eaten, he takes the fire away again, which causes mankind to steal it from him. In a North American Indian tale, the old man is a witch-doctor who owns the fire. Spirit too has a fiery aspect, as we know from the language of the Old Testament and from the story of the Pentecostal miracle.»35
Fire and sexuality are connected, as we saw it before. This connection came up in a session when Jung, who sometimes used drawings when working with his patients, was using a particular drawing, labeled Picture 4, which depicts a sexual symbolism. He’ll use this description to make a connection, later, between emotions and fire. He describes the picture by saying…
«557 The serpent in our picture represents not so much the spermatozoon but, more accurately, the phallus. Leone Ebreo, in his Dialoghi d’amore, calls the planet Mercury the membrum virile of heaven, that is, of the macrocosm conceived as the homo maximus. The spermatozoon seems, rather, to correspond to the golden substance which the snake is injecting into the invaginated ectoderm of the nucleus. The two silver petals (?) probably represent the receptive vessel, the moonbowl in which the sun’s seed (gold) is destined to rest. Underneath the flower is a small violet circle inside the ovary, indicating by its colour that it is a ‘united double nature,’ spirit and body (blue and red). The snake has a pale yellow halo, which is meant to represent its numinosity.»36
Relating emotions to fire, Jung continues working with Picture 4, this time when he shows the picture to one of his patients. He expresses how the danger of the snake is viewed differently by men and women:
«559 As to the context of Picture 4, Miss X emphasized that what disturbed her most was the band of quicksilver in Picture 3. She felt the silvery substance ought to be ‘inside,’ the black lines of force remaining outside to form a black snake. This would now encircle the sphere. She felt the snake at first as a ‘terrible danger,’ as something threatening the ‘integrity of the sphere.’ At the point where the snake penetrates the nuclear membrane, fire breaks out (emotion). Her conscious mind interpreted this conflagration as a defensive reaction on the part of the sphere, and accordingly she tried to depict the attack as having been repulsed. But this attempt failed to satisfy the ‘eyes,’ though she showed me a pencil sketch of it. She was obviously in a dilemma: she could not accept the snake, because its sexual significance was only too clear to her without any assistance from me. I merely remarked to her: ‘This is a well-known process which you can safely accept,’ and showed her from my collection a similar picture, done by a man, of a floating sphere being penetrated from below by a black phallus-like object. Later she said: ‘I suddenly understood the whole process in a more impersonal way.’ It was the realization of a law of life to which life is subordinated. ‘The ego was not the centre, but, following a universal law, I circled round a sun.’ Thereupon she was able to accept the snake ‘as a necessary part of the process of growth’ and finish the picture quickly and satisfactorily. Only one thing continued to give difficulty: she had to put the snake, she said, ‘One hundred per cent at the top, in the middle, in order to satisfy the eyes.’ Evidently the unconscious would only be satisfied with the most important position at the top and in the middle—in direct contrast to the picture I had previously shown her. This, as I said, was done by a man and showed the menacing black symbol entering the mandala from below. For a woman, the typical danger emanating from the unconscious comes from above, from the ‘spiritual’ sphere personified by the animus, whereas for a man it comes from the chthonic realm of the ‘world and woman,’ i.e., the anima projected on to the world.»37
Continuing with drawings, Jung mentions the mandala, a figure used for contemplation in some eastern traditions. Of the three circles that some of them have, painted in dark colors, like blue or black, the outer one is made out of fire, also known as the fire of concupiscentia, a Latin term referring to sexual desire, lust. This fire relates to the torments of hell, due to the desires.
«The horrors of the burial ground are generally depicted on the outer rim. Inside this is a padma, ‘lotus-flower.’ Then comes a kind of monastery courtyard with four gates. It signifies sacred seclusion and concentration. Inside this courtyard there are as a rule the four basic colours, red, green, white, yellow, which represent the four directions and also the psychic functions, as the Tibetan Book of the Dead shows. Then, usually marked off by another magic circle, comes the centre as the essential object or goal of contemplation.»38
Fire as a gatherer of souls, as a center of dialogue, of getting to know the other, the one that resides in ourselves, the reflection of our soul on the personification across the fire. The light between you and me, the fire separating —or is it uniting?— two souls willing to reach for one another. It’s the warmth we long for, the tenderness missing in our daily lives, the comforting embrace of the friend, the lover. So, the fire is there to show us the way towards that warmth, that sparkle in life inviting us to give more, so we may become aware of what we have. Are we reluctant? You bet, yet the fire is modeling for us the way, like a gentle father supporting us while we are learning to give our first steps. And so, we tentatively hold on to his hands, hoping he’ll remain with us, ‘cause safety is only a concept, valid as long as we think it will last. The transitory condition of something we are holding onto, hoping it will not be a fleeting reality. As time goes by, the fire has helped us getting closer, as we gradually lower the guard, the tense muscles loosening up a bit, as we redesign the way we hold onto the body, accepting that we have one, so, why resist it so much? The connection with the other is becoming more comfortable, less painful, as we accept the body we have been rejecting for so long.
Timothy Leary —who I met in Los Angeles at a book signing— the great explorer of the psychedelic world, traveled all over the earth, at times, to discover different ways of thinking and the conceptualization of reality, and during more urgent travels, because he was running away from the law, due to his chemically induced practices, illegal in many lands. This time, he’s visiting India, where he goes to the house of an Englishman who had become a master within the Hindu tradition. They have been talking long about spiritual practices and rituals. Talk can go on forever, especially when the company we are in has a lot to say, and in an amusing, rich, and illuminating manner, as was the case with the Englishman. Timothy was fascinated while listening, yet the change of pace was necessary, so all would not be just words. A remembrance that the soul without a body is not something we easily recognize. The necessary conjunction of the earth and the heavens, both supporting each other, like lovers giving each other warmth in a cold autumn night. At that precise moment, the Englishman gets up and tells Timothy, «Enough talk about ritual. Let’s sit by the fire in the kitchen and cook a fine hot meal to warm our souls.»39
Hot meals warming the soul, sounds as if Roberto Assagioli was talking through the Englishman, as Timothy calls him. Assagioli, the developer of Psychosynthesis, was a psychiatrist who lived in Florence, Italy, and who spoke of two levels of development in order for the individual to reach that psychosynthesis: First, the bottom floor of the house, the personality psychosynthesis, the foundation for the second floor, the spiritual psychosynthesis. He describes a type of first things first approach to growth, so the first floor comes first, before we fly into the heavens. That’s what the Englishman was referring to when he mentioned that it was enough of ritual, and that it was time to remember the body, so a fine hot meal would warm the soul. It’s what happens to those who jump into psychedelic experiences when the ego is not strong and clear enough to handle the experience. It’s like starting to build the house from the second floor, before the first one is strong enough to support the weight of the second one. So, some people who go the chemical way into the second floor, sometimes remain there, not knowing how to come back, if they are aware that they have remained there. Of course, the question could be, why would they want to come back? Still, I see it more as a choice, since they didn’t intend to remain there in the first place. It like somebody who travels for touristic reasons, and then remains in a distant land. And if that land is enticing to the point of no return?
A bridge between the first and the second floor is made by poets. They are familiar with both levels, so they offer themselves to be the go-betweens for both dimensions. Poets are the messengers from heaven, the translators of the imaginal to us, mere mortals, living in a material world. Many poets have sung odes to the fire, as an inspiration for their trade, their sculptures of words based on passion, pain, and the celebration of life. Their songs have been of as many colors as the rainbow is willing to give us. One of these painters of the language is David Whyte, born in England, yet now residing in the U.S. where he has taken on the unusual job of bringing poetry to the big corporations. By definition, a contradiction in terms, yet he’s succeeding, getting the acceptance of engineers and accountants, MBAs and administrators that maybe life doesn’t have to be gray, full of ties, suits, dark colors, and distance between the souls that inhabit the imposing and threatening looking structures where they conduct their activities. Just maybe, yet the maybe is gradually becoming a little less threatening as they embark into trips destined to the imaginal world, the one they were never taught it even existed, at least not for serious, professional people.
So, poetry, dreams, and songs of the soul have entered Wall Street thanks to David Whyte and all the other bridge makers who are bringing back the fire of the soul to places that for a while too long thought and felt there was not such a thing. And the business community is embracing the call of the soul, many drinking from the poetic cup with a thirsty look in their eyes. Well, how else?, you may ask. Exactly. So, David is having poetry workshops between computers, statistics, diagrams, and bottom lines. Could this be the reason for the longest economic expansion in the history of this country? I would say, yes. The unidimensional perspective has regained its fire, its mojo, as Austin Powers would call it, finally embracing the multidimensionality of life, the soul in all of us and all around us.
Whyte, who I met in Seattle when I attended one of his courses, mentions that,
«We live, it seems, no matter our time, between two fires, one hot and one cold, and because real creativity has always had an undercurrent of death and resurrection to it, as poets or managers we must intuitively wonder in which element we are to eventually perish. Here is Robert Frost, earlier this century, in his intimate but understated New England voice, mulling his possibilities.
Fire and Ice
Some say the world will end in fire
Some say in ice.
From what I’ve tasted of desire
I hold with those who favor fire.
But if I had to perish twice,
I think I know enough of hate
To say that for destruction ice
Is also great
And would suffice.
«This familiar knife edge between nourishment and terror, between everything that is passionate and everything that is numb and cold, seems to lie, like the fire warming our hearts, at the center of human aspiration. Our own fiery possibilities for a passionate and creative life carry with them at all times the possibility of being burnt by failure or cast into the outer darkness of frustration. Asked to speak a creative but disturbing truth and we freeze at the prospect and hold our tongue. Better, we might think, to keep that fire hidden, a chilled destiny lived out on the level of frustration far preferable to a fulfillment that burns out before our eyes, and worse perhaps at work, before other’s eyes. We never step fully into the darkness, but neither do we step toward the flame of our most central belonging, and become the fire itself.
«The fear that our flaws may be revealed to others or that we may lose the work relationships which sustain us through risky creative action and the burning away of surface appearances has been one of the timeless underlying themes of poetry and drama, themes which still inform our everyday attempts to live out the soul’s desires at work.»40
We are taught at home, then at school, later in our new families, our jobs, by religion, the legal system, and all the other institutions and people who mold our lives, that we better follow the path. It is not necessarily what we would call our individual path, but more the path which has been placed in front of us, so we may walk on it and become who’s expected of us by the ones around, as well as by our ancestors and society’s ancestors. We know there are, maybe, harsh consequences if we don’t follow the path given to us. One of them is ostracism due to scapegoating, or even harsher ones depending on the costumes of each community. History is full of these cases, and some of us have experienced the retaliation in our own life. So, social wisdom basically tells us, Follow the path, yet the question remains, Whose path? Theirs or mine?
David Whyte talks about following our own path, which he calls…
«The Path of Fire
«In my experience, the more true we are to our own creative gifts the less there is any outer reassurance or help at the beginning. The more we are on the path, the deeper the silence in the first stages of the process. Following our path is in effect a kind of going off the path, through open country. There is a certain early stage when we are left to camp out in the wilderness, alone, with few supporting voices. Out there in the silence we must build a hearth, gather the twigs, and strike the flint for the fire ourselves.»41
The seeker is punished for the defiance to the path they were given and didn’t take. There are no rewards, in spite of good work done by the seeker. One option is to withdraw, to become absent, to avoid being part of the crowd, the scene, the communal relations. It’s self-ostracism, a high price to pay to remain true to the calling of the inner path, yet sometimes the only alternative to stay where one believes from the deepest warmth of the heart that it is the right decision, a survival option, one of sanity while remaining true to the inner call. In relation to avoiding being present, David quotes Doonesburry’s creator Garry Trudeau saying, «I am trying to cultivate a life-style that does not require my presence.»42
What happens when we don’t listen to our inner voice, to our inner fire, to the desires the soul is expressing, by pretending they are not there? We actually pay a high price, expressed in the accumulation of smoke. In many cases that smoke becomes an addiction, the only way we might have found to cope with the pain and affliction brought on by our betrayal of the soul. The pain we feel due to the betrayal is so great that numbness is the painkiller of choice. The answer seems simple, to listen to the calls of the soul, to satisfy the desires we have been craving for during a lifetime. It presents itself as a decision, as a parting of the road, as an offering of becoming adults. What will it be?
In one of his poems, David says…
«Always this energy smoulders inside
when it remains unlit
the body feels with dense smoke.
«… A reminder that refusing to open to the fire and vitality in our nature, whether it be out in the ocean or riding the crest of a stormy meeting room is not a passive process. We cannot neglect our interior fire without damaging ourselves in the process. A certain vitality smolders inside is irrespective of whether it has an outlet or not. When it remains unlit the body feels with dense smoke. I think we all live with the hope that we can put off our creative imperatives until a later time and not be any the worse for it. But refusing to give room to the fire, our bodies fill with an acrid smoke, as if we had covered the flame and starved it of oxygen. The interior of the body becomes numbed and choked with particulate matter. The toxic components of the smoke are resentment, blame, complaint, self-justification, and martyrdom.
«The longer we neglect the fire, the more we are overcome by the smoke. But at least we have the comfort of remembering the old saying, No smoke without fire. If we are suffering the consequences of asphyxiation from the smoldering fuel inside us, we are at least aware there is a fire and fuel there to find and breathe on.»43
The smoke can also be created by overdoing activities that are considered positive by the ones who know us. This is called workaholism, an interesting addiction, since it is one that receives praise from society, until various aspects of the workaholic’s life start to fall apart, of course, usually starting with family relationships. So, when we rest, we regain consciousness of our thoughts and feelings, those we have been repressing by remaining constantly busy. In other words, workaholism is an avoidance of the self, and taking it deeper, an avoidance of the soul’s desires, of the inner fire.
David expresses it by saying that,
«Taking time for ourselves and allowing an easy rest into the body gives permission for our deeper unconscious life to stir. Images germane to our future spontaneously begin to rise to the surface. A certain inner fire begins to burn. These images have to do with the deepest and perhaps most precious desires. We intuit the tongue is close to the articulation of these images when we feel at once a strange and familiar exhilaration tinged with grief, embarrassment, and often, if they have remained unspoken, regret.»44
Then, if we let time go by, if we don’t mind living with the smoke, if others around us also are full of smoke, if it becomes normal not to listen to the persistent calls of the fire, could we even forget that there’s a fire in the first place?
A participant in one of David’s courses told her story in no uncertain terms. She surprised herself and everybody else with her own story, by the poignancy and pain of her simple message. They all felt it inside, with ownership, with a sharing that they wished hadn’t happened. «No, no, sometimes it is better not to allow your feelings to accept the sharing of an experience,» they could have been telling themselves. Yet, it was too late. She had told her story, she had spilled the milk and made a mess of everybody’s careful manicured lawns and picket fences.
«Some time ago, at AT&T, I found myself working with a roomful of particularly thoughtful managers. We were looking at the way human beings find it necessary to sacrifice their own sacred desires and personal visions on the altar of work and success. Out of this a woman wrote the following lines. She read them slowly from the back of the room, unaware how stricken we all were by the silence she created.
«Ten years ago…
I turned my face for a moment
and it became my life.»45
IV. My discoveries
The child has been forgotten, has been left alone in a foggy space, looking around, not knowing who to turn to. I am there. Suddenly, I notice it is my child, the one who used to play with matches, the one who was enthralled by the flickering of the flame, by the warmth of the fire. The adult forgot the flame and the fire, since there was not much to remember. The adult forgot the child, it just didn’t register. The adult is me.
How does a betrayed child feel? I don’t know. I would have to talk to him. It’s rather scary, even shameful. Where are you, child? Where are your matches? Are you still fascinated by the flame and the fire? Or, have you forgot them as well? Let me know if you remember them, maybe you can show me how to keep them alive.
I see how I have forgotten the fire within, the desires of the soul, and in the process I have paid a high price, the smoke filling my lungs, blurring my vision, making me numb. Feelings, intimacy, relationships, a distant reminder of years past. Poetry, yes, I’ve heard of it, a long time ago, ‘cause for too long it has been absent from my life, as I try, often very hard, to clear the smoke in front of me, behind, within. I only see smoke, yet not much else. Yes, it is suffocating. The danger is that after a while I couldn’t tell there was any smoke. Life, I felt, had smoke. That’s all. It’s funny, ‘cause my father used to be a volunteer fireman. When he would put out a fire, he would make sure that it was totally extinguished. In my case, it’s a loss from the beginning, since the fire of the soul can’t be put out, only turned into smoke.
Fire is timeless, the flame in the fire has been inspiring creativity and soul’s expression since life has been around. All generations nurture from it, yet the young seem to embrace it with more passion. They are at their prime in most aspects, and the fire raging within is at full speed. Is that why we fear the young, since it is an ugly comparison when we look at ourselves having forgotten what fire is all about? So, what are the young ones telling us, listening to? Many calls from many directions. One of them is Jewel, a poet, singer, thinker, calling on passion and desire for life and the fulfillment of the soul’s cravings for a fire alive. Kiss the Flame is an asking of no half-ass commitments to life, of a holding of the fire, of a risking getting burned, of a man who knows his heart, willing to embrace the wild within, the untamed. She’s calling on brave men, the ones open to letting go of the smoke by kissing the flame, embracing the fire.
«Kiss the Flame»
Please love let’s make no impartial vow
Let all fall away
That’s not crucial now
I want a brave love, one that makes me weak in the knees
I want a crazy, crazy love
One that makes me come undone at the seams
‘Cause I’m tired of all these pilgrims, these puritans, these thieves
Of all these unbelievers who whittle love down at the knees
Let these swift roads destroy themselves
Let the world fall into its sleep
For we shall be spared
We shall be left standing
To face what’s left of concrete and honey
Kiss the flame
Let’s run with the hunted, the untamed
Kiss the flame
Embrace the faceless, the unnamed
Kiss the flame
There are nightmares on the sidewalks
There are jokes on TV
There are people selling thoughtlessness
With such casualty
But wherefore are thou Romeo
Where have all the brave men gone
Show me one man who knows his own heart
To him I shall belong
Kiss the flame
Kiss the flame
Kiss the flame
Please love let’s make no impartial vow»46
References
1. The Random House Dictionary of the English Language, Second Edition Unabridged, Random House, Inc., p. 721.
2. Ibid, p. 837.
3. Carl Kerényi. Dionysos, archetypal image of indestructible life, Bolingen Series LXV, Princeton University Press, Princeton, New Jersey, p. 33.
4. Ibid, p. 77.
5. Ibid, p. 78
6. Erich Neumann. The Great Mother, Bolingen Series XLVII, Princeton University Press, Princeton, New Jersey, p. 60.
7. Ibid, p. 219.
8. Ibid, p. 220.
9. Ibid, p. 225.
10. Ibid, p. 285.
11. Ibid, p. 310.
12. Ibid, p. 310.
13. Ibid, p. 311.
14. Ibid, p. 312.
15. Linda Schierse Leonard. Witness to the fire, creativity and the veil of addiction, Shambala Publications, Inc., Boston Massachusetts, p. 258.
16. Ibid, p. 59.
17. Ibid, p. 321.
18. Ibid, p. 95.
19. Ibid, p. 100.
20. Ibid, p. 259.
21. Ibid, p. 308.
22. Ibid, p. 291.
23. Joseph Campbell. The hero with a thousand faces, Bollingen Series XVII, Princeton University Press, Princeton, New Jersey, p. 182.
24. Ibid, p. 184.
25. Ibid, p. 247.
26. Ibid, p. 248.
27. Ibid, p. 261.
28. Doug Boyd. Mad Bear, Touchstone, Simon & Schuster, New York, p. 239.
29. Ibid, p. 331.
30. Arnold Mindell. Sitting in the Fire, Large group transformation using conflict and diversity, Lao Tse Press, Portland, Oregon, p. 17.
31. Ibid, p. 18.
32. Ibid, p. 18.
33. C.G. Jung. The Archetypes and the Collective Unconscious, Bollingen Series XX, Princeton University Press, New Jersey, p. 33.
34. Ibid, p. 51.
35. Ibid, p. 224.
36. Ibid, p. 314.
37. Ibid, p. 316.
38. Ibid, p. 356.
39. Timothy Leary. Flashbacks, an Autobiography. Jeremy P. Tarcher, Inc., Los Angeles, California, p. 219.
40. David Whyte. The Heart Aroused. A Currency Doubleday Book, New York, NY, p. 84.
41. Ibid, p. 87.
42. Ibid, p. 88.
43. Ibid, p. 91.
44. Ibid, p. 229.
45. Ibid, p. 230.
46. Jewel Kilcher. Spirit. Atlantic Records Corporation, New York, NY, song #4.

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Institute of Imaginal Studies

Abuso de drogas y alcohol

Vladimir Huber, Agosto 1999

1.Los modelos comunes de adicción son:

Podemos ver los modelos de adicción en dos formas básicas, como lo menciona Darryl Inaba en «Uppers, Downers, All Arounders» (Subidores, bajadores, y drogas generales), y Stephanie Brown en «Treating the Alcoholic» (Tratamiento del alcohólico).

Inaba los agrupa en tres modelos básicos, que son:

Modelo de enfermedad adictiva

«Este modelo define la enfermedad de adicción como una condición crónica, progresiva, recurrente, incurable y potencialmente mortal, que es en su mayor parte una consecuencia de irregularidades genéticas en los neurotransmisores, enzimas, y tejidos cerebrales que pueden ser activadas por el abuso de drogas.» 1

Esta teoría le da un mayor valor al componente hereditario que al medio ambiente como motivo del uso descontrolado y compulsivo de drogas, estableciendo que las personas que tienen características hereditarias especiales reaccionan en forma distinta a la misma droga o experiencia que el resto de la población.

De acuerdo a este modelo, la definición de enfermedad adictiva incluye lo siguiente:

•consumo excesivo e impulsivo de drogas, intoxicación,
necesidad de continuar el abuso;

• las drogas toman control de la voluntad de quien las consume;

• fallan los intentos de mantener abstinencia, y se tiende al abuso compulsivo;

• el abuso de drogas crea problemas físicos, mentales, o sociales, y sin embargo el comportamiento continúa;

• se crean problemas con la ley, en el trabajo, con relaciones personales, pérdidas momentáneas de conocimiento, o algunas otras condiciones de invalidez o incapacidad.
Modelo de comportamiento y del medio ambiente

«Esta teoría enfatiza la avasalladora importancia de las influencias ambientales y de desarrollo en dirigir al usuario a desarrollar un comportamiento adictivo.»2

De acuerdo a varios estudios, esta teoría establece que los factores ambientales afectan el balance químico del cerebro, mencionando que la presión de los compañeros, el abuso, enojo y otros factores ambientales producen tensión física y emocional que pueden fomentar el consumo y abuso de drogas. Un ejemplo es que es posible que la tensión crónica reduzca los niveles de met-encefalina (un neurotransmisor) en el cerebro de ratones. Esto hace que los ratones que normalmente evitan el alcohol tienden a estar más dispuestos a consumirlo.

El modelo de comportamiento y medio ambiente enfatiza los seis niveles de consumo de drogas: abstinencia, experimentación, consumo social o recreativo, habituación, abuso, y adicción.
Modelo académico

«En este modelo, ocurre adición cuando el cuerpo se adapta a los efectos tóxicos de las drogas a los niveles bioquímicos y celulares. El principio es que dadas cantidades suficientes de drogas durante un período apropiado, ocurren cambios en las células corporales y cerebrales que llevan a la adicción.»3

Este proceso se caracteriza por cuatro cambios fisiológicos:

• tolerancia: existe un aumento en la resistencia a los efectos de las drogas, lo que crea la necesidad de utilizar dosis más y más grandes;

• dependencia de los tejidos: ocurren cambios reales en las células del cuerpo debido a un consumo excesivo, creando una dependencia en la droga para que el cuerpo mantenga un balance;

• síndrome de abstinencia: si se interrumpe el abuso de drogas, aparecen señales y síntomas físicos de dependencia en los tejidos;

• dependencia síquica: el adicto desea repetir los efectos causados por las drogas, y estos efectos refuerzan el deseo de continuar consumiendo las drogas.

Por otro lado, el libro «Treating the Alcoholic» (Tratamiento del alcohólico) de Stephanie Brown, tiene aspectos similares a la perspectiva de Inaba de los modelos, pero su agrupación es distinta. Me pregunto si algunas de las diferencias se pudieran deber a la diferencia de las sustancias reales, ya que Inaba se refiere a todos los tipos de sustancias adictivas, mientras que Brown sólo se refiere al alcohol.

Brown menciona seis modelos, y estos están basados en el trabajo de Kissin (1977).

1.Modelo médico

Este modelo «está basado en el concepto de enfermedad, y por ello designa al médico como el terapeuta primario». 4 Hace hincapié en los mecanismos biológicos, sin poner demasiada atención en los factores sicológicos o sociológicos. El uso de tranquilizantes y de medicamentos juegan un papel muy importante.

Modelo de modificación del comportamiento

«Hace hincapié en los principios de condicionamiento, tanto para comprender el desarrollo del alcoholismo como para su tratamiento.»5 En el tratamiento, este modelo incluye terapia de modificación de comportamiento, condicionamiento de aversión, y modificación del comportamiento por medio de refuerzo positivo.

Modelo sicológico

Aunque en este modelo Brown hace hincapié en el conflicto subconsciente, de acuerdo a Kissin ella incluye aspectos de la «personalidad alcohólica», conceptos tales como siquiatría social, «el nivel de inmadurez del alcohólico, sus deficiencias para relacionarse personal y socialmente, y su falta de disposición para enfrentarse a la realidad». 6

Modelo social

La dependencia sicológica es el resultado de fuerzas sociales, que son la clave para este modelo. Kissin también incluye «nivel socioeconómico, grupo étnico, costumbres subculturales, y elementos de interacción familiar». 7 Como uno de los factores principales en el éxito de Alcohólicos Anónimos, Kissin menciona aprobación de los compañeros, y la forma en que este modelo ha sido incorporado en los programas de tratamiento.

Modelo de Alcohólicos Anónimos

Aunque este no es un modelo formal, Kissin lo toma en consideración ya que «es uno de los principales sistemas de tratamiento». 8 El propósito de Kissin es comprender este sistema y ver quiénes son sus mejores candidatos.

Modelo multivariante

Hace hincapié en la validez de los modelos previamente mencionados, promoviendo la idea de selección cuidadosa de un modelo y de un tratamiento adecuado a cada individuo.

No estoy seguro de esta definición. No comprendo por completo si está expresando que utiliza una variedad de modelos para seleccionar los mejores aspectos de cada uno de ellos, y luego los asocia para tratar a un individuo, o si sólo utiliza un solo modelo, el más adecuado a un individuo en particular. Yo preferiría la primera opción, a la que yo llamaría el «modelo ecléctico».

Concuerdo con Brown cuando ella menciona que todos los modelos son inadecuados, al enfocarse en el alcohólico que bebe, mientras se ignora la abstinencia y la recuperación. Además de ver la adicción como algo estático, en vez de un proceso evolutivo. La principal deficiencia para mí es que todos los modelos están basados en teorías médicas, sicológicas y sociales tradicionales, sin tomar en consideración la influencia arquetípica de nuestros deseos, que yo considero son la base de la adicción. Este concepto se expande en el punto #5.

2. Admitir una falta de poder es esencial a la filosofía de AA.

Porque ese es el principio básico de los 12 pasos del programa de AA, para rendirse a un poder supremo, ya que hasta ahora todo lo que el alcohólico ha intentado no ha dado buenos resultados. Por lo tanto, el poder viene del más allá, no de los humanos, sino de Dios, de acuerdo a AA.

En la página 59 del Big Book (Gran Libro), el texto básico de Alcohólicos Anónimos, AA establece los 12 pasos, que son:

1. Admitimos que no tenemos poder sobre el alcohol, que hemos perdido el control sobre nuestras vidas.

2. Descubrimos que un poder superior a nosotros puede restaurar nuestra salud mental.

3. Tomamos la decisión de entregar nuestra voluntad y nuestras vidas al cuidado de Dios, tal como Lo entendemos.

4. Tomamos un inventario moral de nosotros mismos, buscando la verdad sin temor.

5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano la naturaleza exacta de nuestros errores.

6. Estamos completamente listos para que Dios elimine todos estos defectos de carácter.

7. Humildemente le pedimos a Dios que elimine nuestras imperfecciones.

8. Hicimos una lista de todas las personas a las que hemos lastimado, y estamos deseosos de compensarlos a todos ellos.

Compensamos directamente a dichas personas, siempre que sea posible, excepto cuando hacerlo pudiera lastimarlos a ellos o a otros.

Continuamos tomando inventario personal, y cuando estábamos equivocados, rápidamente lo admitimos.

Buscamos a través de las oraciones y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, tal como Lo entendemos, rezando sólo para conocer el poder que tiene sobre nosotros, y la voluntad para cumplir con el mismo.

Habiendo tenido un despertar espiritual como resultado de seguir estos pasos, tratamos de llevar este mensaje a los alcohólicos y practicar estos principios en todos nuestros asuntos.
Al no contar en el poder humano, los miembros de AA aceptan el poder de Dios. La creencia básica es que los humanos, probablemente no son capaces de resolver la adicción alcohólica que sufre la persona, ya que esa persona había tratado de muchas formas y todas habían fallado, así que el único recurso que quedaba era una intervención no humana, y eso sólo puede suceder si el alcohólico es lo suficientemente humilde para aceptar la falta de poder, para rendirse ante Dios.

3.Las formas en que la familia de un individuo puede relacionarse con la gestación, la evaluación, y el tratamiento de desórdenes de abuso de drogas (incluyendo recaídas).

En general, se da énfasis en el individuo que es considerado alcohólico. Al resto de los miembros de la familia, a menos que también sean alcohólicos, normalmente no se les recomienda recibir terapia o asistir a AA, Hijos Adultos de Alcohólicos, o a ningún otro tipo de tratamiento. Esto es un gran error, ya que toda la familia está influenciada por el comportamiento del individuo alcohólico, por lo que debe considerarse a todos como miembros de una familia alcohólica.

La idea es que sólo el alcohólico debe mejorarse y, sin embargo, todos los miembros de una familia de alcohólicos tiene una peculiaridad común, que es la codependencia. Los Drs. Gay y Kathlyn Hendricks —con quienes estudié— en su libro «Conscious Loving» (Amor consciente), página 7, expresan que el diccionario aún no incluye una definición para codependencia, pero que incluye varios significados para la palabra dependiente. Dicen que de acuerdo al diccionario «Webster’s New World Dictionary», dependiente significa (1) colgando, (2) determinado por alguien más, (3) se apoya en algo más, y (4) subordinado.

Los Drs. Hendricks también establecen que la primera definición, «colgando» es particularmente importante, ya que la depresión está relacionada en forma intrínseca a la codependencia. En términos de relaciones, son en realidad enredos. Ellos agregan que es como una red de la que es difícil escapar, lo que limita la libertad de aquellos que se encuentran enredados en la misma.

Aunque pertenecer a una familia alcohólica es una experiencia dolorosa para cada uno de sus miembros, de alguna forma todos los miembros están colaborando a la perpetuidad de los patrones destructivos que forman esa familia alcohólica, como lo indica Brown en el capítulo 8.

Hace apenas unas cuantas décadas, la esposa y los hijos de un alcohólico no eran considerados como candidatos para tratamiento, pero los tiempos cambian, y ahora todos los miembros de la familia generalmente son enviados a uno u otro tipo de tratamiento.

El término «familia alcohólica» se refiere a la familia en la que el alcohol es el principio organizador, como lo establece Brown. El otro ingrediente principal es la negación de esta característica.

Muchas de las personas que buscan terapia por una gran variedad de razones, tales como dificultades en el matrimonio, depresión, ansiedad, problemas profesionales, etc., podrían tener una causa básica común, que puede ser haber crecido en una familia de un alcohólico. Hasta que esa causa no sea reconocida, el trabajo de terapia permanecerá a un nivel superficial, mejorando algunos síntomas, pero sin llegar a la causa de los problemas.

Además, es posible que el alcohólico activo haya crecido también en una familia alcohólica, lo que es posible que niegue, al igual que lo hacen sus hijos con respecto a él y a la situación familiar en general. Hasta que él acepte esta realidad, su tratamiento no avanzará mucho hacia su recuperación y sanación.

El esposo o la esposa pasa por muchos cambios dramáticos a medida que progresa el comportamiento del alcohólico. Es posible que el esposo o la esposa trate de encubrir su comportamiento, pero puede llegar al punto en que no sea posible seguir encubriéndolo. Entonces, él o ella debe enfrentarse a la dura realidad de que su esposo (o esposa) es alcohólico, que ella lo estaba encubriendo, y que posiblemente, como sucede a menudo, su padre también era un alcohólico, y ella no lo quería admitir a sí misma, por temor a destruir los recuerdos de su padre, como Sandra comenta su vida en la página 258 del libro de Brown.

Una vez que la familia acepta el hecho de que existe adicción y comienza el tratamiento, es importante que no todos los miembros de la familia sean tratados de la misma manera, ya que cada miembro de la familia puede haber sido afectado de distinta forma. También depende de la magnitud del daño en sus distintas formas causado a cada uno de los miembros de la familia, como el abandono y el abuso físico, emocional, y sexual, para nombrar algunos.

AA cuenta ahora con centros en todo EE.UU., y también en muchos otros países, a los que pueden asistir las personas que crecieron en familias de alcohólicos. Estos se conocen como centros para hijos adultos de alcohólicos (ACA). Para los adolescentes, AA tiene grupos como Alateen, aunque niños más pequeños también pueden asistir a ellos a recibir terapia infantil, para curar las heridas causadas por los años de abandono y abuso. También se considera como una medida positiva que los miembros de una familia alcohólica asistan a estos grupos mientras que también reciben terapia individual.

Cuando la esposa y, a veces, los hijos reconocen que existe alcoholismo, sufren mucho de sentimientos de culpa, ya que han aceptado una situación en la que no deseaban estar, pero a la que las circunstancias los forzaron. La/el cónyuge se siente solo, ya que ellos han abandonado el papel de víctima y salvador. Ahora que todos deben adquirir nuevos roles en su vida, es posible que no sepan cómo hacerlo. Se encuentran en territorio desconocido. Tienden a ir y venir de sus conceptos anteriores y actuales de la realidad, aceptando y abandonando su nueva fuerza para encararse a su nueva realidad, habiendo abandonado la actitud de negar la realidad.

En términos de recaída, es algo que afecta a toda la familia, a cada uno de sus miembros en su propia forma. Generalmente un sentimiento de demasiada confianza puede hacer que el alcohólico vuelva a beber. Una de las medicinas recetadas para evitar las recaídas es «Antabuse», que causa náuseas si la persona bebe mientras toma el medicamento. Para evitar la náusea, la persona no debe tomar el «Antabuse» durante tres días. Es necesario que exista un deseo por parte del alcohólico para dejar de beber, para que continúe tomando el medicamento.

Mientras más estén dispuestos los miembros de la familia a hacer su trabajo interno, más fácil será para toda la familia, incluyendo al alcohólico, sanar gradualmente las heridas que ocasionó la adicción en primer lugar. Por supuesto, como en cualquier tipo de crecimiento y cambio, existen momentos de miedo ante la nueva realidad, ya que se trata de una nueva experiencia. Los miembros de la familia de un alcohólico conocen muy bien el dolor y la vergüenza, la desesperanza y la depresión, así que cuando la nueva realidad comienza a presentarse en sus vidas podrían sentirse aprensivos. Eso es lo que George Leonard en su libro, Mastery, llama «homeostasis», en referencia al proceso fisiológico que intenta restaurar normalidad en el cuerpo físico. De la misma forma, es posible que cada uno de los miembros de la familia de un alcohólico trate de restaurar la «normalidad,» la forma anterior de vida, en su vida individual y colectiva, ya que la forma anterior es algo que conoce bien. Pero, con esperanza, por medio de tratamientos y grupos de apoyo, podrían gradualmente llegar a aceptar la nueva realidad, aceptando la sanación que está sucediendo en sus vidas.

Mecanismos fisiológicos de tolerancia y abstinencia. El papel que juegan en la adicción. Algunas personas desarrollan tolerancia y abstinencia a las drogas sin desarrollar una adicción.

El concepto fisiológico básico es que el cuerpo considera que cualquier droga que se le introduce es una toxina, así que varios órganos, principalmente los riñones y el hígado, tratarán de deshacerse de ella para evitar que cause daños al cuerpo. Cuando el abuso continúa, el cuerpo no reacciona de la misma manera, ya que se está acostumbrando a la sustancia extraña, a la que deja de considerar extraña. Debido a esta adaptación del cuerpo, el adicto debe tomar mayores cantidades de la droga para obtener el mismo efecto.

Esto está relacionado al proceso de homeostasis mencionado en la pregunta anterior.

Existen siete distintos tipos de tolerancia, de acuerdo a «Uppers, Downers, All Arounders» » (Subidores, bajadores, y drogas generales) de Inaba, en la página 54.

1. Tolerancia de disposición. Sucede principalmente con barbituratos y alcohol, cuando el cuerpo acelera la descomposición (metabolismo) de la droga, para eliminarla. Debido a esta reacción, es necesario ingerir más droga para alcanzar el mismo tipo de intoxicación.

2. Tolerancia farmacodinámica. Con los opioides, el cerebro genera más receptores, produciendo su propio antagonista, colecistoquinina. La tolerancia farmacodinámica sucede cuando las células nerviosas disminuyen la sensibilidad a los efectos de la droga.

3. Tolerancia de comportamiento. La persona aprende a cambiar las regiones del cerebro usadas dependiendo de la ocasión, tal como parecer sobrio ante la policía, pero ebrio una vez que la policía se ha ido.

4. Tolerancia contraria. La tendencia a ser más tolerante a la droga se invierte debido a la edad o a la destrucción de tejidos, tales como los tejidos del hígado en el caso de los alcohólicos. El alcohol como tal pasa a través del cuerpo una y otra vez, ya que el hígado con cirrosis no metaboliza (digiere) el alcohol.

5. Tolerancia aguda (taquifilaxis). Es una adaptación instantánea del cuerpo a la droga, tal como ocurre con el tabaco, que comienza con la primera fumada.

6. Tolerancia selectiva. Aunque la tolerancia al éxtasis emocional aumenta, la tolerancia a los efectos físicos también aumenta, pero a un ritmo muy distinto. Es por ello que la cantidad de droga necesaria para obtener un éxtasis emocional se acerca a la dosis letal de la droga. Para cada droga el grado de tolerancia es distinto.

7. Tolerancia inversa. (kindling, prender fuego. Después de un largo período de obtener un efecto mínimo de la droga, repentinamente el adicto tiene una reacción intensa, debido a los cambios en la química cerebral.

Los síntomas de abstinencia pueden ser muy dolorosos, emocional y físicamente, ya que el cuerpo trata de ajustarse al gran cambio de no recibir una substancia a la que se había acostumbrado. El uso de esa droga en particular ha creado tolerancia y dependencia en los tejidos. Todos los cambios creados por el cuerpo para apoyar la presencia constante de tal substancia, repentinamente no son necesarios, pero siguen estando presentes, de tal forma que el cuerpo trata de restaurar su balance original, produciendo cambios emocionales y físicos, como dolores, insomnio, vómitos, calambres, diarrea, escalofrío y, en ocasiones, convulsiones y alucinaciones.

Algunos adictos continúan consumiendo la droga para evitar las dolorosas experiencias, tanto físicas como emocionales, de los síntomas de abstinencia.

En términos de tolerancia y abstinencia sin adicción, depende de las condiciones emocionales y físicas de la persona. Por ejemplo, los niveles de abuso tienen mucha influencia, como la cantidad, la frecuencia y la duración del abuso de la droga sicoactiva. Digamos que la droga es el alcohol, y que alguien ha estado bebiendo seis cervezas (cantidad), como establece Inaba, dos veces a la semana (frecuencia) durante 12 años (duración), pero sin desarrollar ningún problema. Por otro lado, otra persona podría sólo beber los viernes, pero no deja de beber sino hasta que pierde la conciencia.

Es posible que la segunda persona tenga más problemas con la ley, de salud y económicos, y yo añadiría, también con la familia. Este último parece estar evitando ciertos asuntos en su vida, así que «necesita» perder la conciencia. El componente emocional presenta más dificultades a la segunda persona; por lo tanto, la posibilidad de que se presente adicción emocional parece ser mayor en la segunda persona que en la primera.

Es posible que la primera persona desarrolle algunos síntomas de tolerancia y abstinencia a nivel físico, pero sus emociones podrían no verse afectadas demasiado si dejara de beber y, por lo tanto, sin síntomas emocionales importantes.

Enfoques acerca de la prevención del abuso de sustancias. El rol que el conocimiento de los arquetipos juega en la prevención.
El consumo y abuso de las drogas y el alcohol ha cambiado a través de los tiempos, y esto ha dependido de la cultura del país y, en ocasiones, de la cultura de la región. Con frecuencia, también, la religión ha jugado un papel importante en determinar la actitud hacia el uso de sustancias que alteran el estado de ánimo. Por ejemplo, durante los años de la prohibición en los Estados Unidos, era ilegal vender alcohol, así que se desarrolló el comercio ilegal, generalmente controlado por sindicatos del crimen, que distribuían el alcohol por todo el territorio de los Estados Unidos. Esto se relaciona al punto de vista puritano de la vida y a sus actividades con relación al esparcimiento. Incluso ahora, en las áreas de Utah, en las que existe una gran proporción de mormones, es difícil hallar alcohol, debido a la oposición que tiene esta religión a su consumo. Algo similar ocurre en áreas de Pennsylvania y en otras partes de EE.UU.

La prevención también ha sido impulsada a través de campañas gubernamentales, aprovechando los medios de comunicación en todas sus formas, así como en las escuelas privadas y públicas, en que se educa a los niños acerca de los peligros del abuso de drogas y alcohol. Al parecer estas campañas no han atemorizado a los niños lo suficiente, ya que el consumo de drogas ha llegado al nivel más alto en la historia de EE.UU.

La policía, junto con las campañas en los medios de comunicación y la educación, ha tenido un papel importante en la confiscación de drogas, así como lo han tenido los gobiernos a nivel estatal y federal, aumentando las multas y el tiempo en prisión que se imponen a aquellos que quebrantan la ley.

La mayoría de las personas que se encuentran en prisión están ahí con cargos relacionados a las drogas. Las prisiones están tan llenas que en ocasiones los jueces ordenan que se ponga en libertad a un gran número de prisioneros, ya que no hay suficiente espacio para todos ellos. Normalmente se deja en libertad a los prisioneros que no son violentos, para tener espacio para los violentos que están por llegar. El gobierno ya no tiene medios para proporcionar espacio para todos los prisioneros, así que ha buscado una solución al problema en el sector privado. Algunas compañías privadas han construido prisiones, que luego administran para el gobierno a un cierto costo.

No existe una solución al problema de consumo de drogas en este país si el peso de la ley y las tácticas de miedo son la única forma en que se promueve la abstinencia al consumo de drogas. Culturalmente no tenemos una forma de satisfacer el deseo arquetípico de pasar a lo imaginal, ya que la mayoría de los rituales, si los ha habido, han desaparecido de nuestras prácticas culturales. Uno de los pocos rituales creados por nuestra cultura es el comercio, al punto de que algunas personas se han convertido en compradores compulsivos, por lo que se han creado grupos que dan asistencia a aquellos adictos a comprar.

Otras culturas tienen rituales en los que las comunidades comparten un momento, o en ocasiones, días, durante los cuales invocan la presencia de aliados, ancestros, deidades, y otras entidades que apoyan a la comunidad, ayudando a unirla, como forma de recordarles que son un grupo de personas con un propósito común. Durante estos rituales ellos llegan a los límites del mundo material y más allá, por medio de distintas prácticas, la mayoría desconocidas a la cultura blanca occidental. Estas prácticas, además de satisfacer la necesidad arquetípica de dirigirse a lo imaginal, también fomentan un sentido de comunidad, que es totalmente necesario para nosotros como individuos y como grupo, ya que somos seres humanos, con una necesidad profunda de pertenecer.

El aislamiento de los individuos en esta cultura, debido al énfasis excesivo en ser independientes, así como a la búsqueda de la felicidad por medio de la adquisición de posesiones materiales, ha rechazado todos los tipos de prácticas creativas, espirituales, y de sanación que pudieran sanar las heridas provocadas por el aislamiento. El propósito es crear una unión entre las personas de distintos antepasados culturales, espirituales, y religiosos, para aunar esfuerzos por un fin común. En este caso, esa meta es la de ayudar a reintegrarse a una vida productiva a aquellos que se encuentran sufriendo una adicción.

Hasta que decidamos unirnos como personas de distintas creencias y antepasados raciales, étnicos, religiosos, y socioeconómicos no podremos disminuir el dolor que la adicción al alcohol y las drogas está causando en nuestra sociedad. Al crear una comunidad, aceptar nuestras diferencias como algo que nos beneficia a todos, y al buscar lo imaginal, sanaremos las heridas dejadas por siglos de dolor que nos hemos causado entre sí por medio del aislamiento y del miedo a relacionarnos a un nivel más profundo.

La actitud actual hacia las drogas no puede tener éxito, ya que combate el instinto natural, el deseo arquetípico hacia lo imaginal, la creencia sagrada de que existe algo más que el mundo material que tenemos ante nuestros ojos.

Referencias

1. Inaba, Darryl; Cohen, William; Holstein, Michael. Uppers, Downers, All Arounders. CNS Publications, Inc., p. 66.
2. Ibid., p. 66.
3. Ibid., p. 67.
4. Brown, Stephanie. Treating the Alcoholic. John Wiley & Sons, Inc., p. 5.
5. Ibid, p.5.
6. Ibid, p.6.
7. Ibid, p.6.
8. Ibid, p.6.

Traducción: Patricia Porras, ingeniero químico, Universidad Iberoamericana, Ciudad de México, México. Miembro, American Translators Association

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Institute of Imaginal Studies

Drug and Alcohol Abuse

Vladimir Huber, August 1999

1.The most common models of addiction are:

We can view the models of addiction in two basic ways, as mentioned by Darryl Inaba in «Uppers, Downers, All Arounders,» and Stephanie Brown in «Treating the Alcoholic.»

Inaba groups them in three basic models, such as the:

Addictive Disease Model

«This model maintains that the disease of addiction is a chronic, progressive, relapsing, incurable, and potentially fatal condition that is mostly a consequence of genetic irregularities in neurotransmitters, enzymes, and brain tissues which may be activated by the particular drugs that are abused.» 1

This theory places a stronger value on heredity instead of environment for the uncontrolled, compulsive drug use, stating that people with special hereditary characteristics react differently than the rest of the people to the same drug or life experience.

Under this model, the definition of addictive disease comprises the following:

• impulse drug abuse, intoxication, great need to continue use;

• drug takes over willpower of the user;

• attempts to control abstinence fail, and back to compulsive use;

• substance abuse creates physical, mental, or social problems, yet behavior continues;

• problems with the law, at work, relationships, blackouts, or some other disabling or impairing conditions.

Behavioral / Environmental Model

«This theory emphasizes the overriding importance of environmental and developmental influences in leading a user to develop addictive beahavior.»2

Based on several studies, this theory states that environmental factors affect our brain chemistry, mentioning that peer pressure, abuse, anger, and other environmental factors produce physical/emotional stress may promote the use and abuse of drugs. One example is that chronic stress may decrease the brain levels of met-enkephalin (a neurotransmitter) in mice. This makes the normal alcohol-avoiding mice more prone to alcohol use.

The behavioral/environmental model emphasizes the six levels of drug use: abstinence, experimentation, social/recreational use, habituation, abuse, and addiction.

Academic Model

«In this model, addiction occurs when the body adapts to the toxic effects of drugs at the biochemical and cellular level. The principle is that given sufficient quantities of drugs for an appropriate duration of time, changes in body/brain cells will occur which will lead to addiction.»3

This process is characterized by four physiological changes:

• tolerance: there’s an increase in the resistance to the drug’s effects, which creates a need for larger and larger doses;

• tissue dependence: there are actual changes in body cells due to excessive use, creating a dependence on the drug by the body in order to stay in balance;

• withdrawal syndrome: if the drug intake is stopped, there are physical signs and symptoms of tissue dependence;

• psychic dependence: the user wants to repeat the effects of the drug, and these effects reinforce the desire to continue using the drug.

On the other hand, Stephanie Brown’s, «Treating the Alcoholic» has similarities with Inaba’s view of the models, yet the grouping is different. I wonder if some of the differences might be due to the difference of the actual substances, since Inaba is talking about all types of addictive substances, when Brown is only talking about alcohol.

Brown mentions six models, and they are based on Kissin’s (1977) work.

1. Medical Model

This model «is based on the disease concept and therefore designates the physician as the primary therapist.»4 It emphasizes biological mechanisms, without paying much attention to psychological or sociological factors. The use of tranquilizers and medications play a key role.

Behavior Modification Model

«It emphasizes conditioning principles, both in understanding the development of alcoholism and its treatment.»5 In the treatment, this model includes behavior modification therapy, aversive conditioning, and positive reinforcement behavior modification.

Psychological Model

Even though in this model Brown emphasizes the subconscious conflict, based on Kissin she includes aspects of the «alcoholic personality,» concepts such as social psychiatry, «the alcoholic’s immaturity, inadequacies of personal and social relatedness, and an unwillingness to face reality.»6

Social Model

Psychological dependence is the result of social forces, which are the key to this model. Kissin also includes «socio-economic status, ethnicity, subcultural mores, and elements of family intercation.»7 As one of the main factors in the success of AA, Kissin mentions peer approval, and how it has been incorporated into treatment programs.

Alcoholics Anonymous Model

Even though it is not a formal model, Kissin considers it since «it is one of the major treatment systems.»8 Kissin’s purpose is to understand this system and see who are its best candidates.

Multivariant Model

It emphasizes the validity of the previously mentioned models, promoting the idea of carefully selecting a model and a treatment to fit each individual.

I’m not sure about this definition. I don’t quite understand if it is saying that it will use a variety of models to choose the best parts of each, and then put them all together to treat an individual, or if it will use only one model, the one best suited to a particular individual. I would prefer the first option, which I would call the Eclectic Model.

I agree with Brown when she mentions that all the models are inadequate, such as focusing on the drinking alcoholic, while ignoring abstinence and recovery. Also, seeing the addiction as static, instead of following a progressive path. The main inadequacy for me is that all the models are based on traditional medical, psychological, and social theories, without considering the archetypal influencing of our desires, which I see as the basis of addiction. More of this, on question #5.

2. Admitting powerlessness is essential to AA philosophy.

Because that’s the basic principle of the 12 steps of the AA program, to surrender to a Higher Power, since so far, everything the alcoholic has tried, it just hasn’t worked. Therefore, the power comes from above, not from humans, but from God, according to AA.

On page 59 of the Big Book, the Basic Text for Alcoholics Anonymous, AA states the 12 steps, which are:

1. We admitted we were powerless over alcohol—that our lives had become unmanageable.

2. Came to believe that a Power greater than ourselves could restore us to sanity.

3. Made a decision to turn our will and our lives over to the care of God, as we understood Him.

4. Made a searching and fearless moral inventory of ourselves.

5. Admitted to God, to ourselves, and to another human being the exact nature of our wrongs.

6. Were entirely ready to have God remove all these defects of character.

7. Humbly asked Him to remove our shortcomings.

8. Made a list of all persons we had harmed, and became willing to make amends to them all.

Made direct amends to such people wherever possible, except when to do so would injure them or others.

Continued to take personal inventory, and when we were wrong, promptly admitted it.

Sought through prayer and meditation to improve our conscious contact with God, as we understood Him, praying only for knowledge of His will for us and the power to carry that out.

Having had a spiritual awakening as the result of these steps, we tried to carry this message to alcoholics, and to practice these principles in all our affairs.

In giving up human power, the AA members accept God’s power. The basic belief is that humans, most likely, are not able to solve the alcoholic addiction the person suffers, since that person tried many ways and all have failed, so the only recourse left is a non-human intervention, and that can only happen if the alcoholic is humble enough to accept powerlessness, to surrender to God.

3. The ways that an individual’s family can interrelate with the genesis, assessment and treatment of substance abuse disorders (including relapse).

In general, the emphasis is placed on the individual who is considered alcoholic. The other members of the family, unless they are also alcoholic, they are usually not referred to therapy, AA, Adult Children of Alcoholics or any other type of treatment. This is a great mistake, since the whole family is subjected to the behavior of the alcoholic individual, therefore, they are all members of an alcoholic family.

The idea is that only the alcoholic should get better, yet the whole family has a common trait among members of alcoholic families, and that is codependency. Drs. Gay and Kathlyn Hendricks —with whom I studied— in their book, Conscious Loving, page 7, express that the dictionary does not have yet a definition for codependency, but it does have several meanings for dependent. They say that according to Webster’s New World Dictionary, dependent means (1) hanging down, (2) determined by something else, (3) relying on for support, and (4) subordinate.

Drs. Hendricks also state that the first definition, «hanging down» is particularly important, since depression is intrinsically related to codependency. In terms of relationships, they are actually entanglements. They add that it is like a net from which escape is difficult, which limits the freedom of those who are entangled.

Even though an alcoholic family is a painful experience for every one of its members, somehow all of the members are collaborating in the perpetuation of the destructive patterns that make that alcoholic family, as Brown states in chapter 8.

Some decades back, the spouse and the children of an alcoholic were not considered as candidates for treatment, yet times are changing, and now all of the family members are usually referred for one or another type of treatment.

The term «alcoholic family» refers to the family in which alcohol is the organizing principle, as Brown states. The other main ingredient is the denial of this characteristic.

Many of the people who seek therapy for a variety of reasons, such as marital difficulties, depression, anxiety, career problems, and so on, might have a common root cause, and that is to have grown up in an alcoholic family. Until that cause is acknowledged, the therapy work might remain at a superficial level, bettering certain symptoms, yet not grasping the cause of the problems.

Also, the active alcoholic might have grown up, as well, in an alcoholic family, which is possible he might deny, just like his children do about him and the whole family situation. Until he accepts this reality, his treatment won’t advance much towards his recovery and healing.

The spouse goes through dramatic changes as the progression of the alcoholic’s behavior also changes. The spouse might try to cover-up his behavior, yet it could reach a point when there’s no room for covering-up. Then, she must confront the harsh reality that her husband is alcoholic, that she was covering-up for him, and that maybe, as it often happens, her father was also alcoholic, and she just didn’t want to admit it to herself, out of fear of destroying the memories she had of her father, as Sandra tells her story on page 258 of Brown’s book.

Once the family has come to terms with the addiction, and hopefully the treatment gets started, it’s important that not everybody is treated equally, since each member of the family might be affected in his/her own way. It also depends on the amount of damage in its various forms caused to each of the family members, such as abandonment and physical, emotional, and sexual abuse, to name a few.

AA now has centers around the country, and also in many other countries, where people who grew up in alcoholic families may attend, called centers for the adult children of alcoholics (ACA). For the teenagers, AA has groups such as Alateen, yet the younger children might have to attend child therapy, as a way to heal the wounds caused by the years of neglect and abuse. Still, it is considered a positive measure if the members of an alcoholic family attend these groups while also going to individual therapy.

When the spouse, and sometimes, the children, acknowledge the alcoholism, they greatly suffer of guilt, since they have come to terms with a situation they didn’t exactly want to be in, yet they were forced by the circumstances. The spouse feels lonely, since they have abandoned the role of victim and savior. Now they have to acquire a new role in their lives, which they might not be sure as how to go about. They are in uncharted territory. They tend to move back and forth between the old and the new visions of reality, accepting and abandoning their newfound strength to face their new reality, having given up denial.

In terms of relapse, it is something that affects the whole family, each member in his own way. Usually a sense of overconfidence can cause the alcoholic to return to drinking. One of the drugs prescribed as a prevention of relapse is Antabuse, which causes nausea if the person drinks while taking the drug. In order to avoid the nausea, the person must not take Antabuse for three days. It requires a desire on the part of the alcoholic to stop drinking, so he’ll continue taking the medicine.

The more the family members are willing to do their own internal work, the easier it is for the whole family, including the alcoholic, to gradually heal the wounds that caused the addiction in the first place. Of course, like in any type of growth, there are moments of fear of the new reality, since it is a new experience. The members of an alcoholic family know pain and shame, despair and depression well, so when the new reality starts coming into their lives, they might become apprehended, and that’s what George Leonard in his book, Mastery, calls homeostasis, in reference to the physiological process that tries to restore normalcy to the physical body. In the same manner, each member of the alcoholic family might try to restore «normalcy,» the old way of life, in their individual and collectives lives, since the old way is something they know well. Yet, hopefully, through the treatments and the support groups, they might gradually accept the new reality, accepting the healing is taking place in their lives.

Physiological mechanisms of tolerance and withdrawal. The role they play in addiction. Some people develop tolerance and withdrawal to drugs without developing an addiction.

The basic physiological concept is that the body considers any drug is placed into it as a toxin, so several organs, mainly the kidneys and the liver, will try to get rid of it in order to avoid any harm to the body. When the use continues, the body doesn’t react in the same manner, since it is becoming used to this foreign substance, which no longer considers so foreign. Due to this adaptation of the body, the user has to take larger amounts of the drug to get the same effect.

This is related to the homeostasis process mentioned in the previous question.

There are seven different kinds of tolerance, according to Inaba’s Uppers, Downers, All Arounders, on page 54.

1. Disposition Tolerance. It takes place mainly with barbiturates and alcohol, when the body speeds up the breakdown (metabolism) of the drug, to eliminate it. Due to this reaction, more of the drug is necessary to reach the same kind of intoxication.

2. Pharmacodynamic Tolerance. With opioids, more receptor sites are generated by the brain, producing its own antagonist, cholecystokinin. The Pharmacodynamic Tolerance takes place when the nerve cells have become less sensitive to the effects of the drug.

3. Behavioral Tolerance. The person learns to change the regions of the brain being used depending on the occasion, such as appearing sober when stopped by the police, yet drunk again a few minutes after the police are gone.

4. Reverse Tolerance. The trend to become more tolerant to the drug is reversed due to aging or tissue destruction, such as liver tissue, in the case of alcoholics. The raw alcohol is passing through the body time and again, since the liver with cirrhosis is not metabolizing (breaking down) the alcohol.

5. Acute Tolerance (tachyphylaxis). It’s an instant adaptation on the part of the body to a drug, such as tobacco, which starts with the first puff.

6. Select Tolerance. Even though the tolerance to an emotional high increases, the tolerance to the physical effects also increases, yet at a very different rate. That’s why the amount of drug needed to achieve an emotional high comes closer to the lethal dose of the drug. With each drug, the tolerance rate is different.

7. Inverse Tolerance (kindling). After a long time of getting a minimal effect from the drug, all of a sudden the user gets an intense reaction, due to brain chemistry changes.

The withdrawal symptoms can be very painful, emotionally and physically, since the body is trying to adjust to the big change of not receiving a substance that got used to receiving. The use of that particular drug has created tolerance and tissue dependence. All the changes the body created to support the constant presence of that substance, all of a sudden are no longer necessary, yet they are still present, so the body tries to restore its original balance, producing emotional and physical changes, such as aches, pain, insomnia, vomiting, cramps, diarrhea, cold sweats, and sometimes, convulsions and hallucinations.

Some users continue using the drug as a way of avoiding the painful physical and emotional experiences of the withdrawal symptoms.

In terms of tolerance and withdrawal without addiction, it depends on the emotional and physical condition of the person. For example, the levels of use have a lot to do with it, such as the amount, frequency, and duration of the psychoactive drug use. Let’s say that the drug is alcohol, and that somebody has been drinking a six-pack of beer (amount), as Inaba states, twice a week (frequency) for 12 years (duration), yet without developing any problems. On the other hand, another person might only drink on Fridays, yet he doesn’t stop until he passes out. The second person might have more problems with the law, health, and money situation, and I would add, family, as well. He seems to be avoiding issues in his life, so he «needs» to pass out. The emotional component is more difficult for the second person, therefore, the possibility of emotional addiction appears greater in the second man than in the first one.

The first person might still develop some symptoms of tolerance and withdrawal at the physical level, yet his emotions might not be much affected if he stops drinking, therefore, without having significant emotional symptoms.

The thinking regarding prevention of substance abuse. The role awareness of archetypes plays in prevention.

Drug and alcohol use has changed throughout the times, and this depended on the culture of the country, and sometimes, on the culture of the region. Often, too, religion has played a big role in determining the attitude towards the use of mood-altering substances. For example, during the years of Prohibition in the U.S., it was illegal to sell alcohol, so there was a big illegal trade, usually controlled by crime syndicates, distributing alcohol throughout the U.S. territory. This relates to the Puritan vision of life and its activities related to recreation. Still today, in the areas in Utah where there’s a great Mormon presence, it is difficult to find alcohol, due to the opposition of this religion to its use. Something similar happens in areas of Pennsylvania and other parts of the country.

Prevention has also been promoted through government campaigns, by using the media in all of its forms, as well as private and public schools, educating the children on the evils of substance abuse. They usually haven’t scared enough the children, since drug use is at an all time high.

Together with media campaigns and education, law enforcement has played a big role in drug seizures, as well as the legislatures, at the state and federal levels, increasing the penalties in money to be paid and time in prison to be done by the ones who break the law.

Most of the people in prison are there due to drug charges. Prisons have become so overpopulated that sometimes judges order large numbers of prisoners to be released, since there’s not enough room for them. Usually the non-violent ones are released, in order to make room for violent ones coming in. The government has run out of space and money to house all the prisoners, so they have turned to the private sector. Private companies have built and now run government prisons, for a charge. Prison construction is a booming business.

There’s no solution to the drug abuse problem in this country, if enforcement of the law and scare tactics is the only way to promote abstinence from drug use. Culturally, we don’t have a way to satisfy the archetypal desire to go into the imaginal, since most rituals, if any, have been stripped from our cultural practices. One of the few rituals created in our culture is shopping, to the point of people becoming shopaholics, and groups supporting those addicted to shopping have been created.

Other cultures have rituals in which the community shares a moment, or sometimes, days, during which they invoke the presence of allies, ancestors, deities, and other entities who support the community, helping it to come together, as a way of reminding themselves that they are a group of people with a common purpose. During these rituals they contact the limits of the material world and beyond, through different practices, most alien to the White Western culture. These practices, beyond satisfying the archetypal need for going toward the imaginal, also promote a sense of community, which is totally necessary for us as individuals and as a group, since we are social beings, with a deep need for belonging.

The isolation of the individual in this culture, due to the overemphasizing of being independent, as well as the promotion of happiness by the acquisition of material possessions, has rejected any type of creative, spiritual, and healing practices that could heal the wounds promoted by isolation. The purpose is to create a union among the people of different cultural, spiritual, and religious backgrounds, to join forces for a common purpose. In this case, the goal is to help those with an addiction to reintegrate themselves to a productive life.

Until we decide to come together as one people of different beliefs, and racial, ethnic, religious and socioeconomic backgrounds, we won’t be able to diminish the pain that drug addiction is causing in our society. By creating community, accepting our differences as a gift to us all, and going for the imaginal, we will be healing the wounds left by centuries of hurting one another through isolation and fear of relating at a deeper level.

The present attitude towards drugs can’t succeed, since it is fighting nature, the archetypal desire towards the imaginal, the sacred belief that there is something more than the material world in front of our eyes.

References

1. Inaba, Darryl; Cohen, William; Holstein, Michael. Uppers, Downers, All Arounders. CNS Publications, Inc., p. 66.
2. Ibid., p. 66.
3. Ibid., p. 67.
4. Brown, Stephanie. Treating the Alcoholic. John Wiley & Sons, Inc., p. 5.
5. Ibid, p.5.
6. Ibid, p.6.
7. Ibid, p.6.
8. Ibid, p.6.

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Las Moléculas de la Emoción Dra. Candace Pert, Profesora Investigadora del Departamento de Fisiología y Biofísica, Georgetown University Medical Center, Washington, D.C. https://www.vladhuber.cl/las-moleculas-de-la-emocion-dra-candace-pert-profesora-investigadora-del-departamento-de-fisiologia-y-biofisica-georgetown-university-medical-center-washington-d-c/ Sat, 06 Apr 2019 21:10:12 +0000 http://cyfdesign.cl/vladhuber/?p=2760 Institute of Imaginal Studies Las Moléculas de la Emoción Dra. Candace Pert, Prof. Investigadora del Departamento Fisiología y Biofísica, Georgetown University Medical Center, U.S.A. Relación entre la mente y el sistema inmune Por años se ha tenido la evidencia de cierta asociación entre la mente y el sistema inmune. No es desconocida la relación entre...

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Las Moléculas de la Emoción

Dra. Candace Pert, Prof. Investigadora del Departamento
Fisiología y Biofísica, Georgetown University Medical Center, U.S.A.

Relación entre la mente y el sistema inmune

Por años se ha tenido la evidencia de cierta asociación entre la mente y el sistema inmune. No es desconocida la relación entre la depresión, el estrés, y el cáncer. Por otro lado, cada día generamos células potencialmente malignas y estas no proliferan en gran medida, porque existe un sistema inmune eficiente en eliminarlas. ¿Qué fenómenos deben ocurrir para que el sistema falle y se desarrolle un cáncer?
No cabe duda de que el desarrollo del cáncer no es un evento unifactorial, es probable que intervengan múltiples factores, pero es interesante mostrar algunas evidencias de la importancia del sistema inmune y su conexión con la mente, ya que en esta esfera se ha demostrado algunas prácticas que podrían ser útiles para ayudar a estos pacientes.
En primer lugar, el libro que a continuación se comenta, hace una completa revisión, aportando elementos de gran interés en este tema:

El primer componente de las moléculas de la emoción es una molécula encontrada en la superficie de las células en el cuerpo y en el cerebro, llamado el receptor de opiáceos. Este descubrimiento fue el que lanzó la carrera científica de la Dra. Pert a comienzos de los 70. Todos los receptores son proteínas y ellas se agrupan en la membrana celular esperando por las llaves químicas correctas para nadar hacia ellas a través del líquido extracelular y para ligarse a ellos mediante la adaptación como una llave a cerradura en un proceso llamado unión o ligazón. La llave química que se une al receptor es el ligando, al unirse se produce una alteración que lleva a la molécula a reorganizarse, cambiando de forma hasta que la información entra a la célula. El ligando transmite el mensaje molecularmente al receptor. El receptor transmite el mensaje al interior de la célula, donde el mensaje puede cambiar dramáticamente el estado de la misma. Una reacción en cadena de eventos bioquímicos es iniciada y dirigida por el mensaje del ligando, comienza numerosas actividades como síntesis de nuevas proteínas, división celular, apertura o cierre de canales iónicos, etc. En suma, la vida de la célula está determinada por qué receptores están en su superficie y si estos están ocupados por ligandos o no. El proceso de unión es un proceso muy específico.

Las tres áreas clásicamente separadas: neurociencia, endocrinología e inmunología y sus varios órganos: cerebro, glándulas, bazo, ganglios linfáticos y médula ósea están unidos entre ellos en forma multidireccional por una red de comunicación ligada por transportadores de esa comunicación conocidos como neuropéptidos.

El dolor : La zona gris alrededor del acueducto entre el tercer y cuarto ventrículo está llena de receptores de opiáceos relacionados con el control del dolor. En esta zona se encuentran receptores para prácticamente todos los neuropéptidos que han sido descritos. Se ha descrito que a través del cambio de la forma de la respiración, llamada respiración consciente se produce un cambio en la cantidad y tipo de péptidos liberados desde el cerebro. Dado que muchos de estos péptidos son endorfinas (opiáceos naturales del cuerpo) se produce una disminución del dolor.

Mente y cuerpo: el cuerpo es inseparable de la mente. Los neuropéptidos y sus receptores están en el cuerpo y la mente está en el cuerpo. Ej: el intestino está lleno de receptores, la excitación y el enojo aumentan la motilidad intestinal y la contención la reduce.

El cerebro está bien integrado con el resto del cuerpo a nivel molecular. Es una red con el sistema neuronal, hormonal, gastrointestinal e inmune para comunicarse entre ellos vía péptidos o receptores específicos de los péptidos. Cada segundo ocurre un masivo intercambio de información en el cuerpo. Los neuropéptidos son los mensajeros que llevan esta información para ligar estos sistemas mayores en una unidad cuerpo-mente.

Salud y emociones

¿Hay relación entre la mente y las emociones y el estado de salud?
Una de las formas como el sistema inmune afecta nuestra salud es la formación de placas en las arterias, las células del sistema inmune liberan péptidos que aumentan o disminuyen la construcción de la placa en los vasos coronarios. ¿Cuál es el rol de las emociones en todo esto? Se ha demostrado que aumentan los ataques cardiacos los lunes en la mañana y en periodos significativos como la Navidad.
Otra conexión del sistema inmune es con los virus que usan los mismos receptores de los neuropéptidos para entrar a la célula y depende de cuanto péptido haya alrededor del receptor y disponible para unirse al virus, éste tendrá mayor o menor dificultad para ingresar a la célula. Por siglos se ha dado mucha atención a la influencia de los procesos mentales y emocionales en la salud y enfermedad. Sólo en el siglo XX los investigadores han encontrado herramientas poderosas para demostrar estas uniones con el sistema inmune.
Robert Ader, Sicólogo de Rochester School of Medicine y Nicolás Cohen entrenaron ratones experimentalmente para asociar cierto estímulo con un evento, dar una droga inmunosupresora con sacarina, posteriormente se les dio sacarina sola y la respuesta también fue la supresión de la respuesta inmune. Mientras estos estudios han demostrado que el sistema inmune puede ser condicionado a nivel subconsciente, Howard Hall demostró en 1990 que el sistema inmune puede ser conscientemente controlado con las llamadas estrategias ciberfisiológicas. Prácticas autoregulatorias como la relajación, imaginería guiada, autohipnosis, entrenamiento de biofeedback .
Si el sistema inmune puede ser alterado por la intervención consciente, ¿Qué relación puede haber con el tratamiento de enfermedades como el cáncer?
En 1940, Ranti afirmó que el cáncer resulta de una falla en expresar las emociones. En los 80, Lidia Temoshock, psicóloga, demostró que los pacientes con cáncer que esconden sus emociones tienen una recuperación más lenta. La supresión crónica de las emociones, resulta en un trastorno masivo de la red psicosomática.
En todos nosotros están creciendo células cancerosas en todo momento y las células Natural Killer las atacan y destruyen, un trabajo coordinado con varios péptidos del cerebro y sus receptores.
Todas las emociones son saludables, el enojo, el temor, la tristeza o emociones negativas, son tan saludables como la paz, la fuerza y la alegría; así, su represión, altera la integridad del sistema. La clave es expresar los sentimientos.

Virus VIH y sistema inmune
El virus VIH entra al linfocito T CD4, el cual tiene un receptor específico para el virus. Se ha encontrado receptores para el virus a nivel del cerebro, lo cual podría tener alguna relación con los trastornos neurológicos observados en los pacientes infectados. Se ha encontrado una molécula similar al CD4 en el cerebro, especialmente a nivel del hipocampo y la corteza cerebral. Hay datos que sugieren que el receptor de CD4 puede ser un receptor de neuropéptidos. Si se encuentra un receptor natural del cuerpo que se ligue al receptor de CD4, se podría obtener una terapia no tóxica para impedir la entrada del virus a la célula.
El receptor de CD4 no es exclusivamente para unirse al virus. El GP120 de la envoltura externa del virus, es la parte que se une al receptor de CD4. Se ha logrado sintetizar una molécula capaz de unirse al receptor y así desplazar al gp120, se le ha llamado péptido T.
VIP: péptido intestinal vasoactivo, se le ha encontrado en la corteza frontal, en el timo, intestino, pulmones y algunas células del sistema inmune y del sistema nervioso autónomo. El virus competiría con el VIP por los receptores en la superficie de las células del sistema inmune y del cerebro y dependería de la cantidad de la molécula presente, la facilidad del virus para entrar a la célula (Proceedings Nat. Acad. of Science, Dic. 1986)
Posteriormente, se han identificado otros péptidos que hacen lo mismo.
El VIP es activo en el intestino, donde regula el flujo de agua y en el cerebro, donde promueve el crecimiento y salud de las neuronas. Cuando el gp 120 se une a las neuronas en el cerebro y altera la actividad del VIP, las neuronas meren o pierden sus axones y dendritas, provocando los efectos de demencia observados en algunos pacientes con SIDA. El VIP también se encuentra en el timo y médula ósea, donde controla la maduración de los linfocitos responsables de un sistema inmune fuerte y sano. La ocupación del receptor por gp120, causa apoptosis o muerte celular programada, que es otra forma de decir que acorta el ciclo de vida normal de los linfocitos T CD4, resultando en un sistema inmune alterado y una mayor susceptibilidad a infecciones oportunistas, que causan la muerte de la mayoría de los pacientes con SIDA. Para estos investigadores, el bloqueo del VIP por el gp120, resulta en una falla de las neuronas para crecer y de las células inmunes para madurar.
La emaciación (baja de peso), fue comprendida más tarde, usando la misma teoría, cuando se probó que el gp120 también se adapta y bloquea la hormona estimulante del crecimiento.
En la Fenway Clinic, en Boston, se hizo una investigación en 30 hombres y mujeres con SIDA, y se demostró la desaparición de algunos síntomas al administrarles el péptido T, los mismos resultados obtuvo otro grupo en Princeton.
Búsqueda de otros péptidos y su aplicación clínica:

Si se pudiese interferir y bloquear receptores específicos del glutamato inmediatamente después de un accidente vascular cerebral, se lograría que las víctimas que hoy mueren o quedan permanentemente dañadas, podrían recuperarse. En pacientes con trauma cerebral o Accidente Vascular Cerebral, un neurotransmisor, que es el glutamato, sale de las neuronas y con el tiempo mata las células.
Posteriormente se demostró que el anestésico conocido como PCP (polvo de ángeles), usa como receptor el mismo que el glutamato que se necesita bloquear. Después de ardua investigación, se sintetizó un péptido llamado neuroprotectina, para ser usado en pacientes con trauma y accidente vascular cerebral.

Asociación de métodos alternativos a la terapia médica

En 1992, el National Institutes of Health, estableció la oficina de Medicina Alternativa, para investigar y evaluar muchas de las terapias alternativas, incluyendo acupuntura, homeopatía, técnicas de sanación manipulativas como quiropraxia, visualización y biofeedback.

La influencia de las emociones de la mente en la inmunidad

Si sabemos que los pensamientos y sentimientos pueden influenciar una enfermedad, por qué no expandir la investigación para determinar a qué enfermedades son más aplicables estas modalidades y efectuar experimentos para obtener respuestas que lleven a posibles curas. Por ejemplo, la imaginería guiada, es una de las modalidades que más allá de toda duda, puede influenciar la recuperación de los pacientes con cáncer.

El efecto de la meditación sobre el estrés y su impacto en la inmunidad, viene a corroborar la importancia de la conexión mente-cuerpo.

A fines de los 50, se demostró que al transplantar tumores a ratas sometidas a estrés, éstos crecieron más rápidamente. Esto se atribuyó a niveles elevados de esteroides, que suprimían la respuesta inmune. Cuando el estrés impide a las moléculas de la emoción fluir libremente, en un gran proceso autonómico, regulado por el flujo de péptidos, como la respiración, flujo sanguíneo, inmunidad, digestión y eliminación.

La meditación permite a los péptidos retornar al cuerpo y a las emociones a sanar.

Existe una nueva imagen integrada de cuerpo y mente, con inteligencia emocional y un alma espiritual. Cada uno de nosotros es un sistema dinámico, con un potencial para el cambio en el cual la autocuración es la norma, más que un milagro. Yo tengo el potencial para intervenir conscientemente en el sistema y tomar un rol activo en mi propia curación.

En el antiguo modelo reduccionista, enfermedades crónicas como las enfermedades cardiacas y el cáncer, son vistas como fuerzas atacando el cuerpo, haciéndonos víctimas inútiles, incapaces de cualquier respuesta fuera de la medicina altamente tecnológica.

La felicidad es lo que sentimos cuando nuestros bioquímicos de la emoción , los neuropéptidos y sus receptores están abiertos y fluyendo libremente a través de la red psicosomática, integrando y coordinando sistemas, órganos y células en un movimiento suave y rítmico. Fisiología y emociones son inseparables.

El hipotálamo es parte del cerebro emocional, el sistema límbico y sus neurotransmisores tienen axones que se extienden en la glándula pituitaria que está debajo. Estos axones secretan un neuropéptido llamado CRF (cortisol releasing factor, o factor liberador del cortisol), que controla la liberación de otra sustancia. Cuando el CRF actúa a nivel de la pituitaria, estimula la secreción de ACTH, que viaja a través del torrente sanguíneo a la glándula suprarrenal, donde se une a receptores específicos en las células.

La adrenalina producida en la suprarrenal, es la responsable de la respuesta al peligro, real o imaginario. El estrés también aumenta con la mayor producción de esteroides. Se ha visto en niños muy estresados, que los receptores se desensibilizan , escondiéndose y disminuyendo en número.

Impacto ambiental de toxinas y contaminantes

Los niveles celulares de metales pesados y dioxinas de herbicidas y pesticidas son 300 a 400 veces que la primera vez que se emplearon. Existe 80 a 100.000 contaminantes químicos en nuestro ambiente. Los contaminantes ambientales pueden entrar en la membrana celular y cambiar la forma de sus receptores y esto podría afectar la transferencia de la información necesaria para hacer funcionar estos delicados sistemas.

Los contaminantes suspendidos en las membranas celulares, alterarían e interrumpirían el flujo de electrones, causando privación de energía, fatiga crónica, alergias y sensibilización química.

Es alarmante el que los contaminantes acumulados en nuestro cuerpo, simulan y alteran la acción de nuestras hormonas sexuales: estrógenos, progesterona, testosterona. Impresiona la poca atención dada a la relación entre esta toxicidad y el cáncer de mama. Un informe reciente publicado en la revista Science, ha demostrado que toxinas ambientales estrógeno símiles, se unen a los receptores estrogénicos, donde pueden estimular el crecimiento del cáncer de mama. Igualmente, otras toxinas pueden actuar como la testosterona en el hombre e inducir cáncer de próstata.

Es probable también que niveles elevados de toxinas ambientales estén causando alteraciones en la capacidad de nuestro sistema inmune.
Recomendaciones para mantener el sistema libre de toxinas

Altas dosis de vitamina C, 1000 o más mg/día
Dieta libre de polución
Evitar comidas procesadas
Consumir frutas y vegetales orgánicos
Evitar las carnes, cecinas y leches que están llenas de antibióticos. Elija los productos animales que han sido dejados crecer libremente.
Un cambio en el estilo de vida puede hacer la diferencia. La genética puede determinar la susceptibilidad a una enfermedad, pero el estilo de vida sano puede ser igualmente importante.
Estilos de vida sanos total y conscientemente: programa de 8 partes

Para muchos de nosotros, un estilo de vida sano significa alimentos bajos en grasas, ejercicio diario y eliminación del tabaco, el alcohol y otras drogas. Si bien, estas son estrategias que aumentan la salud, es necesario no perder el enfoque del cuidado emocional diario de nuestros pensamientos, nuestros espíritus y nuestras almas. A la luz del nuevo conocimiento acerca de las emociones y la red psicosomática, es obvio que ellas son también nuestra responsabilidad para manejar nuestra salud.
Nosotros tendemos a relacionarnos con los aspectos físicos para mantenernos sanos e ignoramos la dimensión emocional, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestros espíritus y nuestras almas.
Al escuchar nuestras emociones y dirigirlas a través de la mala psicosomática, ganamos acceso a su capacidad sanadora. ¿Cómo hacerlo? Primero reconociendo nuestros sentimientos y no solo los positivos, es solo cuando los sentimientos son negados, en que no pueden ser procesados y liberados, que se convierten en tóxicos.

Hacerse conscientes Es importante considerar que somos seres humanos y no hacedores y ésta es la decisión para hacernos más conscientes. Mientras más conscientes estemos, más podremos estar en contacto, en la conversación que va a niveles autonómicos o subconscientes de la unidad cuerpo-mente, donde se efectúan las funciones básicas como respiración, digestión, inmunidad, control del dolor y flujo sanguíneo. Solo entonces, podremos entrar en esta conversación, podremos usar nuestra alerta para aumentar la efectividad del sistema autonómico, donde la salud y la enfermedad están siendo determinadas minuto a minuto.
Se ha combinado la relajación, autohipnosis y visualización para ayudar a las personas a dirigir su propia curación. Es posible aumentar la producción de endorfinas mediante estas técnicas.

Acceder a la red psicosomática Es punto clave es la corteza frontal, parte del cerebro rica en péptidos y receptores. Esta es la localización de todas las funciones cognitivas superiores como la planificación del futuro, toma de decisiones y formulación de intenciones de cambio; en suma, es la corteza frontal la que nos hace realmente humanos. Esta parte del cerebro no se desarrolla completamente hasta los 20 años, lo que nos ayuda a entender y a ser más pacientes con nuestros adolescentes.
La corteza frontal es más dependiente del libre flujo de péptidos de la emoción, a través de la red psicosomática que cualquier otra parte del cuerpo.
El cerebro requiere de un combustible que es la glucosa y de un flujo sanguíneo que le asegure el abastecimiento de ésta, El flujo sanguíneo está muy regulado por los péptidos emocionales, que envían signos a los receptores en las paredes de los vasos sanguíneos para contraerse o dilatarse, influenciando la cantidad y velocidad del flujo. Sin embargo, si nuestras emociones están bloqueadas, se produce una contracción crónica del flujo sanguíneo, privando a la corteza frontal como también otros órganos de este nutriente esencial. Lo anterior, nos deja menos alertas, limitados en nuestra capacidad de intervenir en la conversación entre el cuerpo y la mente y cambiar la fisiología o el comportamiento.
Al aprender a atraer nuestra atención a experiencias pasadas y memorias condicionantes almacenadas en receptores de nuestras células Ud. puede liberarse de estos bloqueos.

Penetración en sus sueños Una de las mejores formas de integrar alerta de las emociones es transcribir sus sueños. Los sueños son mensajes directos de su mente-cuerpo y nos dan una valiosa información de qué está ocurriendo física y emocionalmente. Haga el hábito de anotar sus sueños, más importantes que el contenido son los sentimientos y emociones que experimente.
Mantenga contacto con su cuerpo Es útil el uso de diferentes formas de trabajo corporal que usan el movimiento para sanar las emociones (Ej. Tai-Chi, Yoga, etc).

Reduzca el estrés La forma más efectiva de lograrlo es la meditación, ya que ella permite aún sin estar totalmente consciente liberar emociones que están atascadas y que alteran el libre flujo de los bioquímicos de la unión mente-cuerpo. Se ha demostrado que la meditación puede reducir el dolor en pacientes con dolor crónico. Para algunos, la meditación proporciona una unión directa con el mundo espiritual.
Juegue a pasarlo bien, ésta es la forma más fácil, barata y efectiva de reducir el estrés y rejuvenece su mente, cuerpo y espíritu.
Haga ejercicio
Coma en forma sana
Nuestro intestino delgado y grueso están densamente cubiertos de neuropéptidos y receptores, todos intercambiando información con contenido emocional. Hay al menos 20 diferentes péptidos asociados a la emoción liberados por el páncreas para reglar la acumulación y almacenamiento de nutrientes. Trate siempre de comer tranquilo y disfrute de la buena compañía. Evite el azúcar, como droga hace perder la sensibilidad a los receptores e interfiere con los mecanismos que regulan la disponibilidad de energía, como la liberación de glicógeno por el hígado.

Evite las sustancias de abuso Evite el abuso el azúcar, alcohol, tabaco, etc. Todas estas sustancias tienen análogos circulando que se unen a receptores.
Curación espiritual

Aquí estamos hablando del amor. Todos los curadores están recurriendo a una fuente de energía superior que llaman amor y que están compartiendo con aquel a quien sanan. El mensaje de Jesús es un mensaje de amor y compasión, los cuales siguen al perdón. Estos elementos deben ser el marco de nuestra
medicina occidental.

No es posible continuar considerando al cuerpo como una máquina. Nosotros somos seres espirituales en un cuerpo físico y no de forma contraria.
Se ha demostrado que es útil escribir las experiencias Ej. en víctimas de trauma. Se ha demostrado un aumento del flujo y fortalecimiento del sistema inmune que puede durar meses. También es útil la meditación y el ejercicio para el alivio del estrés. Existe una serie de técnicas que se pueden emplear para sanar la mente y las emociones.

El cuerpo es el campo de batalla de los juegos de guerra de la mente. Los pensamientos y emociones no resueltos, la negatividad que llevamos actúa en el cuerpo y nos hace enfermar. El perdón es una apertura del corazón y aprendizaje a amar, esta es la lección más importante que debemos aprender.

Existe mucha confusión acerca de cómo reconciliar la religión con procesos que ayudan a la curación, como el yoga, meditación, biofeedback, etc. Es importante considerar que hay muchas rutas para llegar al espíritu, como la meditación, sin negar la propia fe religiosa.
En suma, podemos decir que los pensamientos y las emociones vienen primero y luego le siguen los péptidos, causando apertura de los vasos sanguíneos Ej. producción de rubor.

Un pensamiento reduccionista es la visión de que los pensamientos y sentimientos son productos de la actividad neuronal y que el cerebro es el primer motor, asiento de la conciencia. Las investigaciones han demostrado que el flujo de sustancias químicas viene de diferentes sistemas simultáneamente, el sistema inmune, el sistema nervioso, endocrino y gastrointestinal y que estos puntos nodales formados en estos sitios son como parte de una gran autopista de intercambio de información interna a nivel molecular.
Sabemos que la información tiene una infinita capacidad de crecimiento y expansión y que esta es más allá del tiempo, lugar, materia y energía. Por ello, no pertenece al mundo material comprender nuestras sensaciones, pero debe pertenecer a su propio mundo, aquel que podamos experimentar como curación, la mente, el espíritu. Esto es lo que algunos llaman Dios.
En la Universidad de Georgetown se tiene un lema digno de recordar: «La persona es lo primero».
Debemos recordar que CIENCIA es la búsqueda de la verdad. En esencia ciencia tiene muy poco que ver con competencia, control, separación, la verdadera ciencia es unificadora, espontánea, intuitiva, preocupada del ser humano, en un proceso de entrega y no de dominación. La ciencia es un esfuerzo espiritual. Existe una inteligencia superior, una que viene a nosotros, va a nuestras moléculas y resulta de participación en un sistema mucho mayor que aquello que llamamos ego.
Los nuevos conocimientos de la física cuántica y la teoría de la información nos alejan del genio solitario y frío y nos llevan a un modelo de participación en la adquisición del conocimiento. La ciencia es la actitud de búsqueda de la verdad, la cual abarca los valores de la cooperación y comunicación basada en la confianza, la confianza en nosotros mismos y en los demás.
En un artículo de revisión publicado en la Revista Médica de Chile de Marzo de 1999, se presenta el tema «Los opiáceos y el sistema inmune», asumiendo la realidad de que por años, la experiencia clínica nos ha demostrado que pacientes sometidos a estrés o con estados depresivos son más propensos al desarrollo de enfermedades graves, lo que permite plantear la existencia de una relación entre el sistema inmune y el sistema nervioso.
El funcionamiento adecuado del sistema inmune involucra la participación simultánea de diversas poblaciones celulares, esto requiere de una eficiente comunicación intercelular, donde las citoquinas desempeñan un importante papel. Las citoquinas son péptidos sintetizados principalmente por células del sistema inmune. Al interactuar con receptores específicos, desencadenan diversos eventos intracelulares que en conjunto comandan la progresión de la respuesta inmune. Las sustancias procedentes de otros sistemas como el endocrino o nervioso, también modulan eficientemente la respuesta inmune. Entre ellas podemos mencionar las catecolaminas, la hormona melatonina, los corticoides ,así como los opiáceos entre otros. En el caso de los corticoides, se ha demostrado que ejercen su efecto inmunodepresor al inducir expresión de un factor proteico inhibitorio, que es un importante factor transcripcional para muchos genes que participan en la respuesta inmune. En el caso de los opiáceos, la investigación se ha concentrado en determinar si ellos modulan eficientemente la respuesta inmune y donde se encuentran los receptores responsables de este efecto. Se habla de una inmunomodulación opiácea directa, donde los receptores opiáceos están presentes en las células del sistema inmune, y de inmunomodulación indirecta, siendo ésta consecuencia de la activación de receptores opiáceos del sistema nervioso, principalmente.
Es de interés conocer que uno de los opiáceos más comúnmente usados en clínica, la morfina, produce alteraciones inhibiendo tanto la respuesta inmune celular como humoral. Se destacan los efectos de los opiáceos sobre los linfocitos T y B, ambas células responsables de la inmunidad específica, así como los efectos sobre las células Natural Killer (NK), debido a la importancia de éstas en la eliminación de células tumorales.

De: Opioides y Sistema Inmune; Núñez, Gastón y Urzúa, Jorge. Revista Médica de Chile 1999; 127:341-348.

Otra publicación de interés en este tema fue publicada en The New England Journal of Medicine en Agosto de 1999 (The New England Journal of Medicine, 341 del 19/8/99),
Este artículo, titulado «Turning brain into blood, Clinical applications of Stem Cells Research in Neurobiology and Hematology», presenta la evidencia de una célula precursora común, neurohematopoyética. Se ha encontrado células derivadas de la médula ósea de donde normalmente derivan las células sanguíneas a nivel de la zona ventricular donde residen los progenitores del cerebro adulto. Cuando se alteran las condiciones de cultivo, las células se pueden diferenciar a neuronas de diferentes tipos. De modo inverso, se ha transplantado a un ratón subletalmente irradiado con células progenitoras neurales, clonadas con marcadores genéticos que hacen posibles diferenciarlas de las células del huésped y después de 5 a 6 semanas, se ha encontrado en el ratón células hematopoyéticas del donante, incluyendo linfocitos T y B, encargados de la inmunidad específica. Estas investigaciones, aún preliminares, nos dan otra evidencia de la relación entre el sistema inmune y el sistema nervioso.
Resumen y traducción, Dra. María de los Angeles Rodríguez, profesora de Hematología e Inmunología, Escuela de Medicina, Universidad de Valparaíso, Chile.
Miembro, Sección de Hematología, Organización Mundial de la Salud, Ginebra, Suiza.

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The arts in spiritual care https://www.vladhuber.cl/the-arts-in-spiritual-care/ Sat, 06 Apr 2019 21:08:38 +0000 http://cyfdesign.cl/vladhuber/?p=2758 Semin Oncol Nurs 1997 Nov;13(4):242-7 The arts in spiritual care. Bailey SS Vladimir Huber OBJECTIVES: To explore the role of the arts in spirituality and spiritual care and the importance of the arts and creativity in health care settings, particularly where individuals are confronting life-threatening illnesses. DATA SOURCES: Professional and lay journals/magazines, and personal experience...

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Semin Oncol Nurs 1997 Nov;13(4):242-7

The arts in spiritual care. Bailey SS

Vladimir Huber

OBJECTIVES: To explore the role of the arts in spirituality and spiritual care and the importance of the arts and creativity in health care settings, particularly where individuals are confronting life-threatening illnesses.

DATA SOURCES: Professional and lay journals/magazines, and personal experience with oncology and hospice patients.

CONCLUSION: The arts are now viewed as an integral component of holistic care for patients and families. By offering opportunities to engage in the arts and creative expression, persons with cancer can be enabled to mourn, grieve, celebrate life, be empowered to endure their situation, and find healing and meaning.

IMPLICATIONS FOR NURSING PRACTICE: Comprehensive supportive care for cancer patients requires the efforts of an interdisciplinary team. Artists can play a role as a part of this team. Oncology nurses must be knowledgeable of the role of the arts and creative expression in the provision of care to patients with cancer and how to incorporate the arts into the cancer care setting.

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Behavioral–physiological factors in the development and management of cancer https://www.vladhuber.cl/behavioral-physiological-factors-in-the-development-and-management-of-cancer/ Sat, 06 Apr 2019 21:06:46 +0000 http://cyfdesign.cl/vladhuber/?p=2755 Gen Hosp Psychiatry 1982 Apr;4(1):69-74 Behavioral–physiological factors in the development and management of cancer. Vladimir Huber Gen Hosp Psychiatry 1982 Apr;4(1):69-74 Recent clinical and animal model studies have demonstrated an effect of behavioral variables on the course of cancer. Unrelieved anxiety, helplessness, depression, and the inability to modulate the expression of anger have been implicated...

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Gen Hosp Psychiatry 1982 Apr;4(1):69-74

Behavioral–physiological factors in the development and management of cancer.

Vladimir Huber

Gen Hosp Psychiatry 1982 Apr;4(1):69-74

Recent clinical and animal model studies have demonstrated an effect of behavioral variables on the course of cancer. Unrelieved anxiety, helplessness, depression, and the inability to modulate the expression of anger have been implicated as specific predictors of poor prognosis. The endocrinological sequelae of these emotional states may affect certain parameters of cell-mediated immunity involved in host resistance to neoplasia. Both corticosteroids and catecholamines are likely mediators of behavioral effects on immunological function. Hormonal variations may also affect growth of tumors directly, or through nonimmunological tissue specific mechanisms. Behavioral interventions based on elicitation of the relaxation response provide a means of influencing affective and physiological states that may have particular relevance to cancer. Practice of such interventions reduces anxiety and provides a substrate for coping that enhances the patient’s sense of control. Such «immunization» against helplessness can forestall depression. Physiological effects of such behavioral interventions occur both on a direct and an indirect level. Elicitation of the relaxation response per se produces physiological alterations consistent with decreased arousal of the sympathetic nervous system. Furthermore, by reducing fear and helplessness, physiological changes related to such dysphoric states may be minimized

Publication Types:
Review

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