Madrid, 25-6-1975 México, D.F., 10-4-1982
Y no dejo de preguntarme…
Por Vladimir Huber
¿Qué pasará el día que los curas
se decidan a seguir a Cristo?
¿Qué será de los padres
si los niños se apartan de lo tradicional
y se deciden a crecer?
¿Quién aguantará a los soldados
si comienzan a deponer las armas
y defienden al pequeño?
¿Qué cosas se verían
si la gente se decidiera a abrir los ojos
sacándose las telarañas, el barro y el hastío
que se los ha cubierto por siglos?
Ya la oscuridad va dejándonos
a la noche sigue el día
y los ojos vamos abriendo
Escuchamos y vemos mejor
y aunque mucho nos aprobleme la vida
consigo mismo y los demás
no nos podemos oponer a algo
que va tomando forma
y cada día se hace más concreto
Muchos profetas falsos
nos son lanzados al camino
y en nuestra sed de despertar y encontrarnos
los acogemos y veneramos
pero como dentro de nuestra oscuridad
ya algo vislumbramos
a los falsos vamos descartando
quedándonos con los verdaderos
Muchos maestros pasarán por nuestras vidas
unos entregándonos más que otros
pero quizás sea
porque están más cerca de nuestra realidad
que porque sean realmente mejores
Así como vamos ascendiendo
algunos, de maestros iremos cambiando
o ratificando los que ya tenemos
pero después de haber conocido los otros
Y miras a tu alrededor, reconociéndote
espejos te rodean, todo te llena
allí están tus maestros
allí estás tú, impasible
en el movimiento eterno
un camino has andado
y otro queda por recorrer