Santiago, Chile, 25-3-73
Me inclino ante ti
Por Vladimir Huber
Hay gente en nuestras vidas
que nos afecta de una manera muy especial
Sin habérselo propuesto
se encuentran en una posición
en la cual les es posible tender la mano
a un sediento que pide ayuda
Lo hacen, y con singular efecto
ayudan a ese sediento
en una forma que jamás imaginaron
Son cual palomas mensajeras
con un saludo de amistad, comprensión
y por qué no, amor
Sí, amor; porque eso es lo que irradian
Agradecerles sería no entenderles
porque lo que hacen no es un favor
Lo hacen, porque algo desde muy dentro
los empuja a llevar esa luz entre la niebla