Puerto de la Cruz,
Tenerife, Islas Canarias, 27-11-74

Más que sobrinos, hermanos

Por Vladimir Huber

Nacimos de una misma madre y de un mismo padre
Son mis hermanas, pero entre ellas y yo
hay un abismo tan grande como el que separa
a una generación de otra

No nos separan ni diez años
pero en esta época, diez años cuentan
Y así van mis hermanas
que a veces las veo como tías

Ellas también engendraron hijos
y son cuatro por cada una
Cuatro retoños, que más que sobrinos
una vez que crezcan, los veré como hermanos

Ellos me dicen tío, pero los siento más cerca
aunque quizás ellos no lo noten
Como todo va llegando a su hora
a medida que vayan despertando, lo verán

Espero tenerlos cerca, para poder conversar con ellos
es que los quiero más de lo que creía
Quizás sea, porque veo que les falta
sangre e ideas que los hagan vibrar con juventud

No seré yo quien dé la última palabra
ya que les tocará a ellos enjuiciar sus vidas y su hogar
Sólo que si no les dejan ampliar la mente y la visión
es que están podando sin razón

Sobrinos, sobrinos míos
espero tengáis ojos y oídos para ver y oír el zumbido
que aunque es fuerte y desgarrador
no son tantos lo que lo ven

Ya va despertando la mañana en este mundo de hoy
ya van quedando atrás etapas dormidas de sueños mil
Promesas y engaños, lentamente van aflorando
esta vez sin disfraz, y con el trastorno que ello supone

Sin temor a las ideas y a la acción
os tocará marchar por la huella de la Historia
Vuestros tiempos no son los tiempos aquellos
en que se podía vivir, con sólo comer y dormir

Así como cada primavera es una esperanza
de flores, fragancia y colorido
A vosotros toca vivir el verano de la vida
sin tener opción a invernar o pensar en hojas muertas

Dura puede ser la etapa que tenéis al frente
pero entre vivir la vida a medias
más vale no vivirla
Sois el fruto de muchas estaciones, por eso, sois el verano

Puede que algún día no os dejen leer estas líneas
pero será inútil, porque aunque digan que es invierno
sentiréis el calor y el bullicio del verano por dentro
Quizás tengáis que asentir, pero hay fuegos que no apaga nadie