Santiago, 11 de sept., 2020
El hombre elefante, 2ª parte
Por Vladimir Huber
Tu incomodidad no me incomoda, me duele
Tu sentir lo siento, y me duele
Tu andar a tropezones me tropieza el alma
La frialdad alrededor tuyo me congela el corazón
Lloras cuando una mujer hermosa te trata bien
Créeme, muchos hemos estado allí
Solo pides dormir “como la gente normal”
Y encontrar a tu madre
¿en dónde está, de cuándo que no la ves?
Un niño más, olvidado
Un niño más, tirado a la orilla del camino
¿cuántos niños más así, hasta que veamos la luz?
El miedo a lo desconocido, el miedo a lo diferente
Así y todo, les suavizaste el corazón
Te dieron un hogar, les enseñaste a querer