Barcelona, 17-9-1976
A trabajar tocan
Por Vladimir Huber
Tanto esfuerzo, para nada
tanto llorar y sudar, para nada
el apretar dientes, ahí queda
el entornar los ojos con el vacío en el alma
te va marcando la ruta, dolorosa y fría
todo eso y mucho más
y tan sólo porque no comprendes
tan sólo, porque en ti hay algo que no cuaja
algo que te prometieron, pero no llegó
algo sublime, que era más burdo que un insulto
Tu niñez perdida entre árboles y arbustos
pequeñita y despierta, fuiste despertando
para entrar en el sueño eterno
de los que no les queda más remedio
que sufrir y llorar, pensar y apretar dientes
Tu niñez. ¿Qué hay de ella?
¿Dónde están los árboles y los ríos?
¿dónde, las aves y niños de mirada serena?
Señor, ¿es que acaso ya no existen?
¿es que han muerto todos?
no lo creo, no lo quiero creer
debo de haberme equivocado
deben de habérselos llevado a una isla
deben de estar prisioneros
cada uno en su isla
como estamos nosotros
solos y prisioneros, enajenados
y, de entre todo esto, me preguntas
que por qué tu niñez se perdió
bueno, si no fuera así
no hubieras apretado dientes
ni entornado el alma vacía
sin escuchar el runruneo de los pájaros
pululando a tu alrededor
Ven, la vida te espera
y allí estás tú
esperando una oportunidad
una puerta abierta que te acoja
pues ábrela, que nadie lo hará por ti
adelante y camina
que el trasero se te agrandará
de quedarte lamentando, sumida
en el torbellino de emociones
que no te permiten avanzar, comprender
que la vida es una
y si vas quejándote hacia afuera
te escucharán
pero lo que se quejan como tú
Despierta y anda
comunícate al interior, escucha
no pienses en tu tristeza
que es sólo incomprensión
Miles de millones pasan hambre
del cuerpo y del alma
y ahí estás tú
sumida en la desesperación latente
en tu andar soñoliento
no hay tiempo para eso
son muchos los que sufren
no puedes quedarte ahí
ven, que a trabajar tocan
Si todos nos levantamos
escuchando al interior
podremos escuchar el llanto de los demás
pero los escucharemos desde la tranquilidad
que da el escucharse al interior
hay mucho trabajo
con minúscula y mayúscula
aunque el segundo es el principal
unamos manos, levantémonos
y en armonía Trabajemos
pese a todo, aún nos queda una oportunidad